La presentación del libro tendrá lugar el 3 de noviembre en La Nau e irá acompañada de un debate con los autores
VALÈNCIA. El próximo miércoles 3 de noviembre tendrá lugar en el Centre Cultural La Nau la presentación del libro 'Música y represión política. De la Alemania nazi a la España franquista'. Una obra coordinada y en coautoría por el músicologo Enrique Téllez Cenzano. Con motivo de la presentación del libro se establecerá un debate con las intervenciones de: Joan B. Llinares, catedrático de filosofía de la Universitat de València y coautor del libro y Elsa Calero, musicóloga y Enrique Téllez, coautor. El debate estará presentado y moderado por Josep Lluís Galiana, escritor musicólogo y director de EdictOràlia
Los escenarios por los que transitan los cuatro estudios contenidos en el presente volumen muestran la estrecha relación existente entre diferentes modelos propagandísticos, de naturaleza musical, implementados en la Alemania nazi del III Reich de Adolf Hitler, y los llevados a cabo en España durante la dictadura del general Francisco Franco. Dichos estudios se ven completados con la aportación artística de obra gráfica reciente (2020).
Ambos regímenes otorgaron un papel relevante a la música como expresión artística que debía contribuir a moldear una determinada sensibilidad política de signo autoritario, así como a impulsar una concepción patriótica basada en la exclusión del discrepante y en la eliminación del adversario. Los límites que separaban ambas categorías siempre fueron extremadamente difusos y, por tanto, su concreción solo respondía a interpretaciones arbitrarias, generalmente ajenas a toda norma legal.
La creación de un nuevo corpus musical durante el período que es objeto de estudio, tanto en Alemania como en España, favoreció la edición urgente de cancioneros, poemarios, hojas volantes y discos, principalmente, como soportes en los que fijar los mensajes contenidos en canciones e himnos de guerra, contestados desde el campo opuesto con obras de lucha y resistencia. En las décadas de los años 30 y 40 del siglo xx, distintas fronteras europeas colapsaron, violentadas por fuerzas militares de ocupación que las atravesaron entonando alegres canciones populares, como si de una excursión juvenil se tratara; canciones cuyas melodías recordaban a los soldados sus orígenes, pero no su destino, unido este, indefectiblemente, al del continente europeo.