VALÈNCIA (EFE/ Paula Escalada Medrano). Miedo y valentía son dos sentimientos que los involucrados en la serie sobre la vida del actor porno Nacho Vidal (Nacho, Starzplay) han tenido en algún momento. Miedo primero, por hablar de una industria incómoda, llena de prejuicios y oscurantismo, y valentía después, por haberse atrevido a involucrarse en un proyecto que busca romper tabúes.
“A mí me ha resultado mucho más difícil este casting que el de Fariña. Entonces, me planteo una duda social, que está mejor visto ser narcotraficante que actor porno”. Así de contundente se mostraba al hablar del proyecto Teresa Fernández-Valdés, productora y una de las creadoras de la serie de Bambú Producciones y La Claqueta.
En pleno rodaje de la serie, que finalizó hace unas semanas, la productora contaba a un grupo de medios, entre ellos Efe, que les han negado “localizaciones infinitas para rodar por ser esta historia”. “No es un contenido fácil y los noes han venido tanto de ayuntamientos como de casas particulares, que en el momento en que das la información sobre el proyecto se asustan”, confesaba.
En Galicia, para contar la historia basada en el polémico libro de Nacho Carretero sobre el narcotráfico en las Rías Bajas todo fueron puertas abiertas. “Esto nos debería hacer pensar porque el porno es una industria legal y la droga está mucho más normalizada. Hay un debate que es muy interesante abrir a través de la serie”, sentenciaba Fernández-Valdés.
Nacho: Una industria XXX-L ha dejado atrás las letras que hacían alusión a la herramienta de trabajo del popular actor porno y finalmente se llamará solo Nacho, según han anunciado productores y plataforma esta semana.
Podrá verse en un futuro en la plataforma Starzplay y contará la historia “dramática y humorística” de “las verdaderas personas que están tras la industria del porno -que genera más de 500 millones de euros al año en España-, su humanidad y las disparatadas vidas que llevan”, promete la plataforma en un comunicado.
Todo ello centrado en la figura de Vidal, quien cambió las reglas del juego del porno en España en los años 90, cuando se convirtió en una superestrella internacional con una trayectoria llena de luces y sombras (problemas con la justicia incluidos). Su historia, explicaba a Efe el actor Martiño Rivas, se resume en una pregunta: “¿Como se pueden vivir tantas vidas en una?”.
Lejos queda la imagen de Rivas del niño de uniforme azul de El internado. “Mi mejor amigo en esta serie es un calcetín color carne que me cuelgan en los genitales y el espray de cuerpo para maquillarme el culo”, contaba explícito el actor.
Nacho es un proyecto en el que ha estado implicado el propio Nacho Vidal, que ha visitado el set de rodaje en varias ocasiones y cuyas partes más íntimas aparecerán en pantalla. Hacía falta un doble para ese primer plano y nadie mejor que él para doblarse a sí mismo.
Aunque -como insiste todo el equipo en numerosas ocasiones- Nacho no es una serie porno, sí hay sexo “en todas sus vertientes”, explica Rivas: “la atlética gimnástica, la de con amor, la agresiva… Todas contribuyen a la historia, tienen su por qué".
Y todas se han rodado, explicaba por su parte la actriz María de Nati (Entrevías), que interpreta a Sara Bernat -la primera mujer que descubrió el talento de Vidal y su posible rentabilidad audiovisual- acompañados siempre de “una coordinadora de intimidad”, una figura cada vez más presente en los rodajes.
“En todo momento sabemos los límites de cada uno y todo ha estado muy cuidado. Las escenas íntimas tienen un lugar muy importante en esta serie, pero yo las he vivido como normales", aseguraba.
Uno de los objetivos de Nacho, intervenía de nuevo Teresa Fernández-Valdés- es que “a través de esta serie llegue el mensaje de que el porno es ficción, de que es una fantasía en sí mismo”.
En un país, España, donde “se habla poco de sexo”, al mismo tiempo que se alerta del consumo temprano de pornografía, es importante que sobre la mesa se pongan “conceptos como consentimiento o autorización”, que todos los actores porno dejan claro en cada una de las ficciones que llevan a cabo, como deja patente la serie.
Pero, como cuenta el directivo de Starzplay Jeff Cooke, el tono principal de Nacho será “la diversión”. “No estamos retratando el lado oscuro de la industria ni emitiendo ningún juicio. Estamos brindando una ventana a un mundo que es tabú, pero que al mismo tiempo tiene una cantidad infinita de curiosidad a su alrededor”, apunta a Efe.
Ocho serán los episodios que contarán los primeros años en la vida de Nacho Vidal y su salto desde un pueblo de Valencia, Enguera, hasta Los Ángeles, pasando por la Sala Bagdag de Barcelona donde formó una especie de familia, que ahora recrearán actores como Pepa Charro o Edu Soto.
El modelo y actor Andrés Velencoso, el actor Juan Carlos Vellido o la actriz Miriam Giovanelli forman parte también del elenco de la serie escrita por Teresa Fernández-Valdés, Gema R. Neira, María José Rustarazo y Flora G. Villanueva y dirigida por David Pinillos, Beatriz Sanchís y Eduardo Casanova.
Fue una serie británica de humor corrosivo y sin tabúes, se hablaba de sexo abiertamente y presentaba a unos personajes que no podían con la vida en plena crisis de los cuarenta. Lo gracioso es que diez años después sigue siendo perfectamente válida, porque las cosas no es que no hayan cambiado mucho, es que seguramente han empeorado