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opinión

La narrativa frente a la realidad, una dura realidad en los mercados

El analista advierte que todavía veremos nuevos mínimos en las cotizaciones de los principales índices bursátiles a lo largo de los próximos meses

20/09/2022 - 

MADRID. Aunque estén leyendo esta tribuna hoy 20 de septiembre, le he dado forma una semana antes después de vivir una sesión de duras caídas especialmente en la renta variable norteamericana el pasado día 13. La jornada misma donde los mercados pudieron comprobar la diferencia entre narrativa y realidad. El S&P 500 marcó mínimos anuales, el pasado 17 de junio. El Euros Stoxx50 un poco más tarde, el 5 de julio. Desde entonces los mercados de renta variable emprendieron un movimiento de recuperación asombroso que les llevó a subir con fuerza -un 18% y un 14% respectivamente en el caso de los índices de referencia citados- hasta mediados de agosto. Muchos analistas coincidieron en señalar que la complacencia mostrada por mercados e inversores era excesiva, y que esa recuperación distaba mucho de ser consistente.

Tras la reunión de presidentes y gobernadores de bancos centrales en Jackson Hole y las firmes declaraciones de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal estadounidense (FED), las realidades comenzaron a imponerse a los deseos. Hasta el punto que llevaron de nuevo a los índices a visitar zonas cercanas a mínimos en los primeros días de septiembre. Pero de nuevo los alcistas tomaron el control y apoyados en una narrativa artificialmente positiva, en apenas media docena de sesiones, las bolsas recuperaron la mitad de las bajadas anteriores.

Pero, ¿en qué se basaba esa narrativa? Básicamente en la idea de que la FED, con las agresivas subidas de tipos de referencia ya realizadas, iba a conseguir un 'aterrizaje suave' de la economía norteamericana. Lo iba a hacer en una supuesta flexión de la inflación que sería más evidente en la lectura de la subyacente y en que, por tanto, no sería necesaria una agresividad mayor en las medidas de política monetaria a adoptar en el futuro.

En el caso de Europa, después de la subida de tres cuartos de punto por parte del BCE en los primeros días de septiembre, se argumentaba que parecía que ya tenía decidida una subida de otros 75 puntos más para la reunión de octubre -eso quitaba incertidumbre-; que la Unión Europea (UE) tomaría efectivas medidas para frenar los precios de la energía; y que el euro recuperaría con más fuerza posiciones respecto al dólar, pensando que el diferencial de tipos entre EE UU y Europa se estrecharía en las próximas semanas, ya que no sería necesario que los tipos subieran con tanta rapidez y contundencia en Estados Unidos, mientras que sí que lo harían en Europa ¿Narrativa? ¿Realidad?


Sin duda, la primera referencia importante del mes era la publicación del dato de inflación en EE UU, y que saldría a la luz el día 13 de septiembre a las 14:30 horas de España. Se trataba de la referencia en la que todo el mundo se iba a fijar, porque era el argumento principal de la narrativa, pero la cifra fue decepcionante, lejos de las más que optimistas previsiones, mostrando un claro repunte de la tasa subyacente. El resultado inmediato fue un desplome de la renta variable -especialmente de la norteamericana- y un nuevo fortalecimiento del dólar, debido a la elevación de las expectativas de nuevas subidas de tipos de la FED y que sean más contundentes.

Casi al momento se comenzaba a valorar la posibilidad de que la próxima subida de la Reserva Federal en la reunión del 21 de septiembre sea de 100 puntos básicos. No tenemos que olvidar que la FED, en anteriores ciclos de repunte de la inflación, no ha dejado de subir tipos hasta que éstos hayan estado por encima de la tasa de crecimiento de los precios… Y lo cierto es que tenemos a los tipos de referencia en el 2,50 % y a la inflación en el 8,30%… y esto en EE UU que está en mejor posición que en Europa. Todo ello deja en una situación complicada a bolsas y a bonos, pero más a las bolsas, que como hemos venido diciendo en las últimas fechas se han mostrado muy complacientes

La contundencia de los bancos centrales

Por otro lado, es cierto que las señales contractivas en el mercado de la vivienda,apuntan a que el componente de inflación correspondiente al mismo deberá empezar a retroceder en los próximos meses. También hay que considerar que las presiones en los precios, derivadas de los cuellos de botella en las cadenas de suministro, así como en los precios de la energía, se han relajado con cierta claridad. Pero no lo es menos que la fortaleza que muestra el mercado laboral en EE UU genera la duda respecto a en qué medida las presiones salariales pueden cronificar las altas cotas inflacionarias antes de ver impactos de las fuerzas bajistas.

Pensamos que los bancos centrales van a seguir siendo contundentes y que la renta variable, salvo reacciones puntuales, va a seguir sin contar con argumentos claros que le permitan mantener subidas sostenidas. Los factores anteriores, así como una más que previsible revisión a la baja de resultados por parte de las empresas en sus guías y de los analistas en sus previsiones, nos hace concluir en que aún deberemos soportar nuevos mínimos en las cotizaciones de los principales índices bursátiles durante los próximos meses.

Antonio Castelo es analista de iBroker

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