Naturaleza

¿Qué haría Él? ¿Qué pensará Él? En este caso, no soy Él. Soy el origen, el inicio. Pero no soy Él. Soy La. La creación, La natura. 

¿Es Ella? ¿La hija del pasado? ¿La Diosa del más allá? ¿Quién es Ella? Que tan profunda y mística se expresa. Que tan paciente espera. 

(La Naturaleza)

Llegué a la inmensidad, otra de mis sublimes creaciones: el mar. Un océano que se hace respetar y que jamás debiera el ser humano ensuciar. Ni perderle la cara, ni olvidar su fuerza, su mundo interior, su viveza.

(La llegada al mar, la vista del cielo azul. Me da la tranquilidad)

Estoy sola, no sé si es que ya se fueron o es que aún no llegaron. Estoy libre de envidias y de malas artes. Aún o todavía. El vértigo estaba hecho pausa, su templo hecho una simple traza. La paciencia hecha verdad, la conciencia y la realidad. 

(La cruda y absurda realidad)

Soy la mensajera de la estación total, soy la arquitecta etérea, la eternidad, el paraíso que duerme y descansa. La tierra que duerme, las esperanzas y los anhelos infinitos. No llegaré nunca a los limites de los que no pueda regresar.

(Te tenía olvidado, cielo)

Y de vuelta a una rutina inexistente, sitios que abren y cierran, lugares que siempre permanecen abiertos. Abiertos hacia opiniones, abiertos para la gente con guasa y sin guasa, sin censura, con educación. Ser de otra estirpe, ser de otra clase, de otra era, de esta o de cualquier era. Seres de otra era.

(En lo alto de este árbol, te esperaré. A lo largo de este río te buscaré. En los anchos de tus ojos, te amaré)

Todo es nada sin ti. Sin tus pedazos, sin tu aire, sin tu cara, sin tus besos, sin tus brazos, sin tus dedos. Todo es nada sin ti. Sin embustes, sin aquello, sin tu alma, sin entrañas, sin sentido. Todo es nada sin ti. Sin mirarte, sin rozarte, sin amarte. 

(Esperarte)

Tengo tanto de todo que no tengo de nada, cuando lo único que quiero es tenerte a ti. Porque todo es nada estando sin ti. Tengo la canción, tengo la luna, las estrellas, lo tengo todo. Pero todo es nada sin ti.