MADRID (EP). Naturgy obtuvo un beneficio neto de 1.401 millones de euros en el año 2019, frente a las pérdidas de 2.822 millones de euros reportadas en el ejercicio anterior como resultado del deterioro de casi 4.900 millones de euros apuntado por el grupo por la depreciación que llevó a cabo de sus activos, especialmente los de generación en España, informó la compañía. Excluyendo los elementos no recurrentes, el beneficio neto ordinario de la energética fue de 1.432 millones de euros, un 15% más que en 2018, impulsado por la reducción del perfil de riesgo y los progresos en su plan de eficiencia, con los que ha compensado un ejercicio marcado por un escenario energético más adverso.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) de Naturgy a cierre de 2019 se situó en los 4.562 millones de euros, un 13,5% más. En términos ordinarios, alcanzó los 4.668 millones de euros, un 6% más. El grupo destacó que, de esta manera, ha logrado batir las previsiones del consenso de las 19 firmas de analistas, que estimaban un promedio de Ebitda y beneficio neto de 4.487 y 1.329 millones de euros, respectivamente.
La energética , que con estos resultados avanza en la consecución de su plan estratégico 2018-2022, invirtió en 2019 un total de 1.700 millones de euros, de los que más de un tercio -unos 600 millones de euros- se destinaron a renovables. De esta manera, la energética ha incrementado su capacidad 'verde' instalada a lo largo del ejercicio en casi un 22%, hasta alcanzar casi 5.000 megavatios (MW) a nivel global.
El presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés, destacó que con estos resultados la compañía "sigue cumpliendo con sus compromisos" y además quiere jugar "un papel relevante" en la transición energética". En 2019 hemos seguido cumpliendo con nuestros compromisos fijados en el plan estratégico: somos más eficientes, estamos reduciendo nuestro perfil de riesgo, mejoramos en la asignación equilibrada de los recursos y hemos realizado las desinversiones previstas. Además, estamos avanzando en materia de ESG (Environmental, Social and Governance). Todo ello nos ayuda a ser cada vez más predecibles, con el objetivo de seguir generando valor sostenible a largo plazo para todos nuestros grupos de interés y construir una compañía respetuosa con el medio ambiente", añadió.
En lo que respecta al dividendo, la energética mantiene su compromiso de una remuneración total de 1,37 euros por título para sus accionistas con cargo a los resultados de 2019. Para ello, desembolsará un dividendo complementario de 0,6 euros a pagar el próximo mes de marzo, una vez sea aprobado por la Junta General de accionistas. Además, durante el pasado mes de agosto, completó la amortización de 16,567 millones de acciones propias, equivalentes al 1,7% del capital. Este importe es el derivado del programa de recompra de acciones propias ('share buy back') que se anunció también en el marco del plan estratégico, y al que dedica hasta 400 millones de euros anuales. Desde el inicio del segundo tramo, el pasado mes de julio, y hasta cierre de 2019, se han recomprado acciones por un importe total de 135 millones de euros.
En lo que se refiere al plan de eficiencias lanzado por el grupo, ha generado ya unos ahorros acumulados de costes de 380 millones de euros recurrentes al año, una cifra por encima de los objetivos inicialmente planteados. Esto se ha debido a las más de 250 medidas en marcha que incluyen, entre otras, la digitalización, la reubicación de oficinas o los acuerdos firmados con Telefónica, IBM o Everis para optimizar las operaciones y procesos del grupo.
La energética presidida por Francisco Reynés prevé durante este ejercicio 2020 alcanzar los compromisos establecidos para 2022 en esta materia de 500 millones de euros anuales de reducción de costes. Mientras, entre los principales proyectos e inversiones de crecimientos abordados por el grupo en 2019 destacaron el desarrollo de cerca de 800 MW de renovables puestos en operación en España,180 MW de energía eólica en Australia y 324 MW de capacidad eólica y solar en desarrollo en Chile.
Asimismo, dentro de la optimización de su cartera de negocios, Naturgy cerró el año pasado la compra del 34,05% de Medgaz, convirtiéndose en socio de co-control con Sonatrach, y completó la venta de sus filiales en Moldavia y de Transemel en Chile. Dentro de esta estrategia, el grupo destacó que sigue trabajando en "otras posibles" desinversiones en aquellos países "que no aporten masa crítica y con escasas posibilidades de crecer".
Respecto al nuevo marco regulatorio desarrollado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), y que en el caso de las actividades de transporte y distribución de gas siguen pendientes de su aprobación definitiva, aunque las propuestas presentadas por el regulador, a pesar de haber suavizado su amenaza inicial de 'hachazo', apuntan a un importante recorte en la retribución, Naturgy señaló que ha mantenido "los esfuerzos para proteger los intereses de todos sus 'stakeholders'. Apostando por una metodología regulatoria objetiva y un marco estable, que aporte visibilidad e incentivos a las inversiones, para contribuir de esta manera a la transición energética", aseguró Reynés.