VALÈNCIA. Los trabajadores de CaixaBank (CABK) están convocados este miércoles 2 de junio a un paro parcial entre las 11 y las 11:30 de la mañana, tal y como informó este lunes pasado Valencia Plaza, que retrasará media hora la novena reunión de la mesa negociadora. Será el inicio de una serie de movilizaciones programadas para este mes, tratando que la dirección del banco haga más 'liviano' el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en curso.
La octava reunión del ERE, que tuvo lugar ayer martes, se saldó con una nueva propuesta de CABK rebajando el número total de afectados por el despido colectivo a 7.605 personas. Pero eso sí al elevar hasta 686 el total de trabajadores que recolocará internamente. Lo hará entre varias filiales tecnológicas y de servicios especializados como la tecnológica CaixaBank Tech, Building Center, CaixaBank Payments & Consumer, CaixaBank Operational Services o CaixaBank Business Intelligence, entre otras.
Asimismo, la propuesta de la dirección de la entidad dirigida por Gonzalo Gortázar incluye también un incremento sustancial de la propuesta de compensaciones de la extinción de contratos, incluyendo una nueva definición de colectivos por edades, tal y como informó a través de un correo electrónico:
Además, el equipo negociador del banco domiciliado en València ha presentado una nueva propuesta de cambios en las condiciones laborales, que se centra en los aspectos clave ligados al desarrollo del modelo de negocio, medidas para facilitar la organización de las oficinas del ámbito rural y los ofibuses y la reforma del sistema de previsión social.
Una vez analizadas las nuevas propuestas de CABK, los sindicatos volvieron a mostrar su oposición a las causas productivas y organizativas que refleja el informe técnico facilitado. "No podemos aceptar un sistema de desvinculación que no tenga en cuenta la voluntariedad real en las salidas o desvinculaciones, es decir, que no existan despidos forzosos. Las condiciones de salidas planteadas se encuentran muy alejadas de nuestras propuestas e impedirían que las desvinculaciones fueran voluntarias", manifestaron en un comunicado conjunto de todos los sindicatos con representación en el banco.
"Hemos manifestado nuestra oposición a la propuesta de modificación de condiciones planteadas con la desregulación de las oficinas con horario singular y de las oficinas denominadas rurales. No podemos aceptar la propuesta de modificación del sistema de clasificación de oficinas y eliminación de conceptos salariales y beneficios sociales. Si ya somos un equipo y no hay distinción entre empleados por diferencia de origen, no entendemos que en la propuesta de Acuerdo Laboral de Integración se recojan elementos que impliquen pérdida salarial y de expectativas. La dirección no es coherente", añaden.
De ahí que mantengan no solo el paro parcial de este miércoles sino también otro igual para el próximo 7 de junio y dos más -pero de 24 horas- programados para los días 9 y 14 junio. Conviene recordar que la fecha que se había fijado para alcanzar un acuerdo era el 10 de junio, pero visto que la negociación ha encallado todo apunta a que se extenderá. Por lo pronto, la mesa sindical ha "exigido a la empresa que retire todas las convocatorias de reuniones que coinciden de forma intencionada con el horario del paro parcial".
Precisamente este miércoles también está programada una huelga de 24 horas en toda España por parte de los trabajadores de BBVA. Lo hacen como medida de presión para protestar por los 3.305 despidos que ha planteado el banco. La huelga ha sido convocada por los sindicatos CC OO, UGT y ACB, representativos del 70% de la plantilla, y a ella se han sumado sindicatos minoritarios como CGT.
Según CC OO, el objetivo es rebajar las afectaciones, no imponer límites y conseguir más avances económicos en una negociación que está llegando a su final, pues este viernes, 4 de junio termina el periodo formal de consultas durante el que el banco y los sindicatos deben cerrar un acuerdo. "Como todo requiere tiempo para consensuar, desde CC OO proponemos una ampliación del periodo formal, para poder encauzar tanto las cuestiones primordiales como todas aquellas que aún no han sido tratadas", explica el sindicato.