VALÈNCIA. Durante la jornada de la Dana, los máximos responsables de la emergencia tenían la mirada puesta en la posible rotura de la presa de Forata, advertida desde la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). Esto, que podría haber supuesto una catástrofe de enormes magnitudes aguas abajo del río Magro, acaparó la atención del Cecopi, presidido por la exconsellera Salomé Pradas y donde también estaban los responsables de la Confederación y la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé. Por lo que el desbordamiento del barranco del Poyo sólo se advirtió tras el aviso de la alcaldesa de Paiporta a Bernabé, a las 19h de la tarde, sin que esta información llegara al Cecopi.
Una de las acusaciones particulares, representante de la familia de una víctima del barranco del Poyo, había solicitado a la jueza más indagaciones sobre el funcionamiento de la presa de Forata y cómo operó durante aquel día, argumentando que, aunque la presa no tiene ninguna vinculación con el mencionado barranco, sí habría contribuido "directa o indirectamente, a la causación de las muertes" aunque fuera los que estaban llamados a proteger a los vecinos de dicha cuenca "se centraban en que Forata no reventase, olvidándose completamente" del barranco del Poyo.
Con todo, a juicio de la magistrada instructora, esta fundamentación "no resiste mínimamente un análisis de la relación de causalidad, ni la posición de garante". "El hecho de atender la situación de la presa de Forata no era incompatible con la alerta a la población", insiste la jueza en un auto emitido este miércoles, donde además insiste en descartar "de plano" que los fallecimientos y muertes "tuvieran cualquier tipo de relación con la presa de Forata". "Una presa que no sufrió de desbordamiento, coronación o rotura que derivara en un aumento de caudal de manera súbita e inesperada y que provocara en definitiva los fallecimientos", expone.
En autos anteriores, la jueza ya había dejado claro que el funcionamiento de Forata "no afectó, pese a la insistencia de algunas representaciones, en el barranco del Poyo". "Dichas afirmaciones erróneas eran disculpables en un primer momento de la investigación, pero la insistencia en el presente momento procesal carece de sentido, desvía el correcto análisis de los desbordamientos en barrancos y ríos, y no aporta elemento alguno en la investigación de los fallecimientos", llegó a afear, para recalcar que la supuesta conexión entre ambas cuencas "no se basa en ningún tipo de informe real, dato, más allá de las conjeturas, y se aparta de la simple situación geográfica de la presa, en este caso la de Forata, en relación con los barrancos y cauces".