PUNT DE FUGA  / OPINIÓN

No alineados, no equidistantes

25/02/2022 - 

Desde el miércoles tenía a medio terminar un artículo sobre el combate de monos con cuchillos en que se ha convertido el PP y como eso está afectando a la política española. Creo que se quedará a medias para siempre. Es imposible escribir hoy sobre otra cosa que no sea la invasión de Ucrania. Acabo de salir del pleno de Les Corts Valencianes en el que hemos aprobado una declaración condenando la agresión rusa y reclamando una vuelta a los cauces diplomáticos y al respeto al derecho internacional. Algunas consideraciones al respecto:

1. En España nos hemos acostumbrado a centrarnos exclusivamente en la política interior y hemos marginado de manera inconsciente la política exterior. Solo hablamos de ella cuando se trata de levantar unos metros más de valla en Ceuta y Melilla, de discutir fondos en Bruselas o, sobre todo, cuando se trata de agitar el espectro del populismo bolivariano para infundir miedo. Eso ya no va a poder ser. Cada vez más la política exterior va a tener consecuencias muy directas en el ámbito doméstico.

2. Unidas Podemos defiende el no alineamiento con la OTAN pero eso no significa permanecer indiferentes o ser equidistantes ante la invasión de Ucrania. Los portavoces del espacio de Unidas Podemos han condenado los hechos con rotundidad. Queremos la paz, Putin la guerra.

3. Nuestra política es la de que Europa debe tener su propia política exterior y su propia política de defensa independientes de los Estados Unidos. Ahora bien, eso también supone que, consecuentemente, debemos tomarnos en serio la política exterior y la defensa europeas. No valen aquí planteamientos ingenuos.

4. La guerra está teniendo efectos casi inmediatos en la subida de los precios del gas y del petroleo pero también de productos agrícolas básicos como el trigo. Las sanciones económicas de la Unión Europea contra Rusia harán mucho daño a su economía pero también dañarán nuestras exportaciones. Esto también ocurrirá, y con más intensidad, entre algunos de nuestros socios europeos y eso afectará, de nuevo, a nuestras exportaciones. La recuperación se va a ver afectada y la inflación se va a alargar.

5. La extrema derecha en España, como en muchos otros países, admira a Putin. Es lo que ellos mismos quieren ser de mayores: liderazgos autoritarios frente a las decadentes sociedades democráticas, plurales y multiculturales. Es el paladín de la internacional reaccionaria contra “la agenda globalista”. Vox hasta el momento ha mostrado un tibio rechazo a la invasión de Ucrania, quizás la presión les obligue a elevar el nivel pero parece evidente que no sería de su agrado como tampoco lo es de sus aliados Orban, Lepen o Salvini. Recordemos que entre los diputados de Vox en el Congreso hay cinco oficiales de las Fuerzas Armadas, la influencia de este partido entre los militares debe ser un motivo de enorme preocupación para todos los demócratas.

6. Al contrario que la extrema derecha, nosotros no estamos tan bien organizados a nivel internacional. Ya estamos tardando en fraguar un movimiento democrático lo más ancho posible que se movilice a escala global contra el imperialismo y contra la guerra, en defensa de la paz, de los derechos humanos y de la fraternidad entre los pueblos.

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