¡Qué difícil es València para mi negocio! Desarticulando (o no) un mito
¡Qué difícil es València para mi negocio! Desarticulando (o no) un mito
La librería, que continúa operando en el MuVIM, se suma a lista de tiendas que han cerrado sus puertas en los últimos años en museos como Belles Arts o el proyecto frustrado de Les Arts
VALÈNCIA. Es difícil que alguien del ámbito cultural valenciano no conozca la Librería Dadá. Desde hace años opera con éxito en el Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MuVIM), una trayectoria que esperaba repetir en el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM). Sin embargo, las condiciones han hecho que la impulsora de la librería, Inma Pérez, haya decidido poner un punto y final de manera prematura apenas dos años después de abrir las puertas del establecimiento, aunque el contrato era de cuatro años. Según informan desde el museo, el motivo que alega Dadá para el resolver el contrato es "económico", un contrato de cuatro años que, sin embargo, finaliza cuando apenas se ha cumplido el 50% del periodo previsto. La librería continuará abierta hasta que se remita en informe de la abogacía de la Generalitat.
Su exitoso proyecto en el museo de la Diputación de València llevó a Dadá a ampliar horizontes presentándose al concurso público convocado por el IVAM, tras el cual fue seleccionado en septiembre de 2015, momento en el que la librería se instaló en el museo dirigido por José Miguel G. Cortés. "Dadà tiene una larga experiencia en museos, ya que regenta desde hace años la librería del MuVIM. Es además reconocida por su trabajo en la difusión de fanzines y otros textos autoeditados", informaban desde la institución tras su elección. El espacio estaba destinado a la venta no solo de catálogos de las exposiciones, sino también revistas especializadas, textos relacionados con las muestras, o una amplia selección de libros de arte, diseño, arquitectura, cómic o fotografía.
El cierre de la librería Dadá se suma a otra salida inminente: el de la cafetería del museo. Fue el pasado mes de octubre cuando el centro sorprendía anunciando que iniciaba el proceso para la selección de un nuevo gestor para la cafetería, tras la decisión de la empresa Eurest Colectividades S.L. de no continuar al frente del servicio de restauración. Aunque el contrato era de cuatro años con posibilidad de dos prórrogas de un año, tan solo dos le bastaron a la compañía –que gestiona entre otros las cafeterías del Museo Nacional de Arte de Cataluña o de los Caixafórums de Madrid y Barcelona– para rescindir el contrato alegando “desequilibrio financiero”. Cabe recordar que Eurest fue la única empresa que se presentó al proceso de selección, una licitación que apuntaba a un canon anual mínimo de 12.000 euros pero que la compañía superó con una oferta de canon anual de 50.820 euros con IVA (42.000 euros de canon anual más 8.820 euros de impuestos).
Fue en noviembre cuando el museo inició un nuevo proceso de selección, sin embargo, una vez finalizado el periodo de recepción de oferta, ninguna empresa se presentó al mismo para dar servicio en la cafetería del IVAM. Así las cosas, actualmente el IVAM está en un proceso de contacto a distintas empresas para que se hagan cargo del servicio de restauración. Lo cierto es que este no es el primer cierre de un establecimiento en el contexto de un museo valenciano. Fue en 2014 cuando el Museu de Belles Arts de València inauguró su nueva tienda, dos años después de que cerrara la anterior, una nueva etapa que sin embargo se alargó apenas unos meses, estando actualmente cerrada. En el caso del Palau de les Arts no es que cerrara, sino que nunca llegó a abrir sus puertas. En julio de 2016 el coliseo inició un procedimiento para la instalación, montaje y explotación de una tienda de merchandising, un proyecto que nunca se materializó.
Si bien, aunque los cierres son la tónica, lo cierto es que la apertura de una cafetería y tienda es uno de los proyectos que se esperan próximamente para el Centre del Carme, sede del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana. Fue en abril del pasado año, tras la clausura de la exposición de la exposición de la Fundación Caja Mediterráneo ‘Discursos premeditados’, cuando el centro ‘reservó’ una de las salas a la futura cafetería, levantando un tabique que deja un espacio para el servicio de restauración, cuya adjudicación está todavía pendiente. De igual forma, tal y como anunció su gestor, José Luis Pérez Pont, el centro cultural abrirá una tienda donde se comercializaran “además de publicaciones propias de las actividades realizadas por los centros consorciados, productos especializados y merchandising que será resultado de la colaboración con creadores valencianos como diseñadores, artistas o ilustradores”. Aunque a la entrada del claustro se ubica una mesa con distintos catálogos, lo cierto es que el proyecto de tienda tal y como estaba previsto en el proyecto del gestor del Centre está todavía por ejecutar.
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