VALENCIA. El Teatre Musical (TEM) del Cabanyal se municipaliza. Al menos, temporalmente y como un "proyecto piloto", tal y como avanzó Valencia Plaza. A partir de los 200.000 euros encontrados en la caja tras la cancelación del contrato de su último gestor privado, Crystal Forest, el TEM iniciará su actividad el próximo 17 de octubre, aunque para ello no requerirá de la reforma que exigía el último pliego cancelado recientemente por el nuevo Gobierno local.
El ejecutivo saliente lanzó en las postrimerías de su mandato un concurso que, precisamente por las fechas, no salió adelante. Las prisas no gustaron siquiera a las cuatro empresas que desarrollaron las propuestas para la pugna ahora deshabilitada. Tres de esas cuatro mercantiles (Infinity, Pro21, Bulevar del Arte y la Cultura y Olympia Metropolitana), comentaron a este diario una vez presentadas sus propuestas que la adecuación del equipamiento técnico estaba llamada a convertirse en una inversión clave para el presente del teatro del Cabanyal.
De hecho, en el pliego se destina un apartado en concreto que detalla cuál ha de ser la inversión mínima, "de 40.000 euros":
El contratista deberá, previamente a la puesta en funcionamiento del Teatro, adecuar la dotación técnica y escenográfica existente en la actualidad en el mismo, detallada en el Anexo II del Pliego de Prescripciones Administrativas, con la finalidad de que el inicio de la programación pueda realizarse en las condiciones necesarias para la correcta realización de la actividad. Dicha adecuación incluirá, en su caso, la actualización de los equipos existentes y/o la adquisición de nuevo material, debiendo cumplirse en todo caso las necesidades mínimas de equipamiento que se detallan en el Anexo III del presente Pliego. El importe estimado por ambos conceptos será de al menos 40.000 €.
Al menos dos de las tres valoraciones técnicas acerca de esa adecuación de las que ha podido tener información Valencia Plaza, superaban holgadamente la cifra. Una cifra que, por otro lado, puntuaba al alza (hasta seis puntos) dentro del concurso público lanzado por el Gobierno de Rita Barberá.
Sin embargo, fuentes del Ayuntamiento de Valencia han asegurado que "no se realizará una reforma del Musical". La intención es la de "cubrir la asistencia técnica", pero "no se va a adquirir nada nuevo ni se va a alquilar, sino que se van a cubrir esas necesidades específicas para la programación" (se entiende que con recursos propios). A los candidatos a la gestión se les exigía que lo adquirido quedara en el propio teatro de forma permanente.
En el Anexo III del pliego ahora extinto, el Ayuntamiento reclamaba una serie de incorporaciones técnicas para la explotación del Teatre Musical. Entre ellas, una nueva mesa de control de iluminación programable DMX, 16 'fresnel', casi un centenar de proyectores de distintas potencias, medio centenar de recortes un cañón de seguimiento o dos docenas de 'panoramas asimétricos'.
Más allá de esta decisión, que según las mismas fuentes tiene fundamento con la programación que "se adapta al espacio escénico" del Cabanyal, cabe recordar que el Ayuntamiento está estudiando la viabilidad de municipalizar total o parcialmente la gestión del espacio, contratando la coordinación de la programación a empresas o profesionales del sector escénico mediante concurso público.
Entre otras iniciativas que partirán del actual proyecto se encuentra la creación de una escuela municipal de teatro y la apertura a concurso de la cafetería del centro, espacio para mantener el Musical abierto al barrio y dinamizar su entorno más allá de la pura programación escénica.