VALÈNCIA (VP). Con el objetivo de conectar el tejido productivo de nuestra región con la materia gris, que es la investigación de nuestras universidades, la Red de Parques Científicos Valencianos (rePCV) ha apostado por Innotransfer. Esta iniciativa multisectorial de innovación abierta busca impulsar el avance de sectores económicos clave para nuestra Comunitat, como es el ámbito de la Salud. Y es precisamente esta temática la que reunió el pasado 23 de noviembre a un amplio panel de expertos, empresarios, médicos e investigadores. Se daban cita en la jornada online organizada por el Parque Científico de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche para conocer los riesgos que entrañan las enfermedades nosocomiales y las oportunidades para innovar que existen en este ámbito.
Pero, ¿qué son las enfermedades nosocomiales? Se trata de infecciones que un individuo adquiere durante el tiempo en que está hospitalizado, esas que están directamente relacionadas con su hospitalización o con los procedimientos que allí se le han realizado. Y son tan frecuentes que se han convertido en uno de los mayores problemas a nivel mundial que afronta el sistema de Salud, según el vicepresidente Ejecutivo de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), Andrés García Reche, no solo por los costes económicos que supone sino también en términos de vidas humanas: “Este no puede ser un evento más: debemos poner el problema sobre la mesa e intentar resolverlo con la innovación”, afirmaba en el webinar.
Afrontar esta problemática con soluciones innovadoras es precisamente lo que se perseguía en esta jornada de Innotransfer. De hecho, para la vicerrectora de Transferencia e Intercambio de Conocimiento UMH, María José López, este tipo de eventos permiten a las Universidades conectar con el tejido productivo y orientarles hacia la innovación: “Muchas empresas no tienen claro de qué modo innovar: son nuestros agentes los que les ayudan a definir sus retos y encontrar la solución a través de la innovación abierta, con propuestas que llegan de dentro y fuera de nuestra Universidad”.
Con esa sensación de que de este encuentro solo podrían surgir algo útil y de provecho, arrancaba la sesión del Dr. Héctor Martínez, médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública en el Hospital Universitario Politécnico de La Fe. Y fue él quien alertó del grave riesgo biológico ambiental que existe en los entornos hospitalarios: “La expansión de las enfermedades nosocomiales es uno de los mayores problemas a los que se enfrenta diariamente el personal sanitario”. Según este responsable de la unidad de control de infecciones de La Fe, estas enfermedades han adquirido una gran dimensión en los últimos años, hasta el punto de que un estudio británico ya advirtió en 2014 de que, de continuar con esta tendencia, en el año 2050 las enfermedades adquiridas en entornos hospitalarios serían la primera causa de muerte en el mundo desarrollado, superando incluso al cáncer.
Sin embargo, la pandemia de la covid-19 ha resultado ser, en cierto modo, positiva ya que, como apunta el Dr. Martínez, ahora los ciudadanos tienen más arraigados los protocolos de desinfección (que ya eran habituales en los centros médicos), previniendo así una parte importante de la expansión y el contagio de enfermedades.
Y es que prevenir la expansión es clave para evitar mayores contagios, algo que sabe bien la empresa Panter. Motivada por la crisis sanitaria del SARS CoV-2, esta compañía alicantina especializada en calzado de seguridad, decidió invertir en I+D para identificar qué tecnologías podrían proteger las extremidades inferiores de las personas frente a la contaminación vírica y microbiana, especialmente en entornos sanitarios o alimentarios. “Nos dimos cuenta de que las suelas de los zapatos arrastran microorganismos y posibles enfermedades de unas habitaciones a otras”, afirmaba la CEO de la empresa, Rocío Pajares.
Por este motivo, Panter decidió aliarse con un laboratorio que ya utilizaba una tecnología innovadora antiviral y antibacteriana, un aditivo que adhieren a las suelas de su calzado Panter Vibatech, con el que crean un escudo frente a más de cincuenta especies de bacterias. Dieron así con la solución innovadora a un problema real del entorno sanitario: con el aditivo que incorporan en el polímero de sus suelas consiguen acelerar la desaparición de virus y bacterias al 99% en tan solo seis horas. Y, por si fuera poco, el efecto biocida de este aditivo se mantiene efectivo durante toda la vida útil del calzado. De este modo, gracias a la transferencia de conocimientos hasta el mercado, han conseguido atajar parte de la contaminación cruzada tan frecuente en entornos sanitarios.
Y es que la práctica clínica está repleta de retos que deben resolverse para poder llegar hasta el paciente. Esto lo sabe bien Silvia Sánchez, responsable de Innovación en el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe de Valencia, quien afirma que “la mayor parte de los proyectos de innovación que desarrollan surgen de necesidades clínicas no cubiertas”. La entidad cuenta con más de 800 investigadores y cerca de 400 contratados para tareas relacionadas con la investigación. Este potente ecosistema innovador se centra en ocho grandes áreas prioritarias de investigación, de las que han surgido algunas iniciativas clave para el IIS La Fe.
Un aspecto importante que trabajan desde esta entidad son las ayudas de “innovación en colaboración”. En esta línea mantienen cuatro programas de cooperación con diferentes universidades valencianas, incluida la UMH. En estos programas trabajan para conectar investigadores de diferentes entidades: “Esto ha sido un revulsivo sustancial para los proyectos de I+D porque hemos conseguido que nuestro personal clínico tenga de primera mano el conocimiento y la tecnología que se está desarrollando en la Comunidad Valenciana: juntos forman equipos multidisciplinares capaces de desarrollar proyectos de innovación muy importantes”.
Tan importantes como que, solo en 2020, el IIS La Fe aportó 125.000 euros para poder financiar proyectos de I+D surgidos de la colaboración con las universidades, iniciativas que en unos años será capaces de conseguir más financiación y convertirse en una realidad en la práctica clínica. De este modo logran cumplir con su objetivo último: trasladar al tejido empresarial las necesidades clínicas no cubiertas para así mejorar la asistencia sanitaria y la eficiencia del Sistema Nacional de Salud.
La capacidad de conocimiento que existe en nuestra región sobre el ámbito sanitario es tal que, según García Reche, una cuarta parte de la materia gris de la Comunidad Valenciana está especializada en tareas de investigación sobre el sector Salud. Ejemplo de ello son las innovaciones que se presentaron en este webinar de Innotransfer, tres intervenciones en las que se mostraron diferentes desarrollos que pueden aplicarse para prevenir la infección por enfermedades nosocomiales.
En la primera de ellas, Tania Mariel Godoy, agente de Innovación del Instituto Interuniversitario de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico (IDM), dio a conocer tres líneas de investigación que aborda esta entidad en materia de enfermedades nosocomiales. Estas se centran en 3 fases: la detección, la prevención y la eliminación. La primera de ellas consiste en un sistema de detección rápida de patógenos causantes de infecciones, una tecnología de alta sensibilidad y fácil de utilizar. Para la segunda, la prevención, se ha desarrollado una tecnología de recubrimientos antimicrobianos basados en compuestos de origen natural. En tercer lugar, y aunque aún está en progreso, se están desarrollando nanomotores capaces de eliminar biofilms microbianos: estos conseguirían reducir las dosis de los antibióticos y aumentar su eficacia.
Como ocurre con estos recubrimientos, el uso de compuestos de origen natural es cada vez más frecuente en la investigación en este ámbito, en parte porque, como es sabido, existe un grave problema con la resistencia a los antibióticos habituales en química. Y, aunque todavía no existe una solución a este problema, los investigadores de la UMH proponen aportar su granito de arena para atajar el avance de ciertas bacterias. Así lo explicó el profesor del Área de Farmacia y Tecnología Farmacéutica de la UMH, Enrique Barrajón: “Queremos utilizar el gran arsenal molecular que nos proporciona la naturaleza, concretamente las plantas, para dos objetivos: encontrar principios activos que consigan que bacterias que eran resistentes se vuelvan otra vez sensibles a los antibióticos o, bien, encontrar nuevos productos que sean de por sí antibióticos nuevos y que permitan aumentar el arsenal terapéutico que tenemos”.
En esta línea han avanzado en un proyecto de cribado de plantas presentes en el clima mediterráneo hasta encontrar aquellas especies que pueden ser interesantes por su actividad antimicrobiana. Así, explicó Barrajón, han llegado a la conclusión de que los extractos botánicos obtenidos de la granada y la jara negra son, sin duda, los que dieron mejores resultados.
Y de un producto natural procedente de las plantas a otro extraído de las minas de carbón: el grafito. De este material se obtiene el grafeno con el que trabaja la empresa Applynano Solutions. La propuesta de esta compañía, liderada por Iluminada Rodríguez, es emplear esta sustancia como agente antibacteriano. Tras haber estudiado diversos nanomateriales, la empresa llegó a la conclusión de que combinando el grafeno con una resina de poliéster conseguían que la actividad antibacteriana aumentara exponencialmente. De este modo, han logrado un compuesto que puede aplicarse a modo de recubrimiento, resina o pintura sobre otros materiales (muebles, suelos, paredes…), un compuesto que está libre de toxicidad para el uso humano, más biodegradable, más resistente ante la corrosión y duro ante el rayado.
Estos son solo unos pocos ejemplos del extraordinario trabajo que realizan los investigadores de nuestra región en el ámbito de la Salud. Y una mínima representación de ese tejido productivo que ha sabido aprovechar la investigación para cubrir una necesidad en el mercado, consiguiendo así mejorar nuestras rutinas profesionales, nuestra seguridad y nuestra calidad de vida. Al final, si algo hemos aprendido en este encuentro de Innotransfer, organizado por el Parque Científico de la UMH, es que nadie está libre de infectarse, pero también que, si nuestros investigadores y empresas trabajan de forma conjunta y en la misma dirección, seremos capaces de poner freno al avance letal que suponen las enfermedades nosocomiales.
Aunque es una intervención poco invasiva, requiere la experiencia de un médico especializado para evitar complicaciones