VALÈNCIA (EFE). La vivienda de València que fue propiedad del expresident de la Generalitat y exministro Eduardo Zaplana hasta 2006 y que fue donde se halló, en 2009, documentación comprometedora para Zaplana únicamente fue ocupada en este intervalo de tiempo por el empresario sirio responsable del hallazgo.
En la decimocuarta sesión del juicio del caso Erial, el tribunal ha escuchado este viernes el testimonio de los notarios que tuvieron en propiedad la vivienda de Zaplana después de que éste se trasladase a Madrid, en la plaza de la Legión Española de València, en la que fueron hallados los conocidos como "papeles del sirio".
Ninguno de los dos residió en la vivienda, de modo que el siguiente inquilino de la misma fue el empresario sirio que aseguró haber hallado los documentos.
Zaplana la vendió en 2006 a un notario de Barcelona que no la llegó a ocupar, que únicamente la visitó en "un par de ocasiones" y que ha asegurado desconocer siquiera si había en el piso una caja fuerte o no.
Este propietario vendió en 2008 a otro notario que hizo un "lavado de cara" a la vivienda, a base de pintura y reparaciones básicas, antes de alquilarla en el mes de septiembre al ciudadano sirio que asegura que halló la documentación (en un hueco junto a la caja fuerte) que compromete al expresident y exministro.
Este testigo ha explicado que, efectivamente, "había una caja fuerte cerca del dormitorio principal" en una zona de armarios. Que "había algún listón de madera" a su alrededor, pero que nunca "entró a ver lo que había". "En la casa había algún objeto de los anteriores dueños, algún trabajo escolar..., no vi nada más", ha explicado.