VALENCIA. “Radicalismo”. Para el portavoz del PP en El Verger, José Enrique Moncho, contratar a Def Con Dos es un ejemplo de un comportamiento radical. El concejal de la localidad alicantina ha decidido encabezar una presión mediática encaminada a censurar la actuación de uno de los más importantes grupos de rap de la historia de España en su localidad. Y lo ha hecho desde Twitter, con una serie de tuits enviados este jueves .
Def Con Dos tiene previsto ofrecer un concierto el próximo 11 de octubre dentro de los actos festivos por la celebración del 9 d'Octubre de este municipio alicantino. Sobre el escenario, los autores de temas como ‘Sigo siendo heterosexual’, ‘Demasiado humano’, ‘El dia de la bestia’, ‘España es idiota’ o ‘De cacería’, que darán rienda suelta a su ritmo intenso y su verbo fácil. Junto a ellos, los grandes clásicos de la escena valenciana, La Gossa Sorda, en su gira de despedida y con su último concierto en La Marina, y Doctor Prats.
Desde el PP, ahora en la oposición, han atacado al ayuntamiento por la contratación de la formación rapera. Para los representantes de este partido político, esta contratación es inadecuada por el caso abierto contra el líder del grupo César Strawberry. Fue en mayo de este año, pocos días antes de las elecciones municipales y autonómicas, que la Guardia Civil realizó una operación policial encaminada a encarcelar a tuiteros y se les acusó de enaltecimiento del terrorismo. Entre ellos, el más famoso, el cantante y líder de Def Con Dos. En su caso fue por unos comentarios sarcásticos publicados en Twitter, en los que ironizaba sobre Ortega Lara ("habría que secuestrarlo ahora") o se burlaba de la longevidad de los líderes franquistas y conservadores ("Franco, Serrano Súñer, Arias Navarro, Fraga, Blas Piñar... Si no les das lo que a Carrero Blanco, la longevidad se pone siempre de su lado").
Ya en su momento, César Strawberry emitió un comunicado al respecto de lo sucedido. En él señalaba: "Comprendo y lamento que algunos tuits molesten a algunas personas; al igual que entiendo que incomoden algunas letras de nuestras canciones, o que haya a quien no le guste mi ética o estética, al igual que a mí me pueden no agradar las de otras personas. Pero en modo alguno podía imaginar que el Estado iba a responder privando de libertad al disidente político que se dedica a escribir pensamientos satíricos, pues siempre había creído que, en Democracia, el pensamiento no delinque".