Más cultura

CAOS EN LA CALLE CARNICEROS

Luna Valle construye una casa para los proyectos imperfectos en ‘Catástrofe’

Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

VALÈNCIA. Quien tiene boca se equivoca y la artista valenciana Luna Valle se equivoca, y mucho. No siempre sabe qué contestar a los chicos, prueba de ello son sus EPs prueba de fuego y espinas en los que le canta a la indecisión y a todos esos galanes que no la supieron conquistar. Tampoco es un genio en matemáticas y a veces hasta se equivoca en sus directos y le toca improvisar. Por suerte para ella, y para quienes la ven y la escuchan, todos esos errores van siempre a parar a un buen lugar y con el caos consigue crear un universo nuevo: el suyo propio.

Haciendo una oda al error y celebrándolo, Valle abre ahora las puertas de Catástrofe, un espacio que ella misma define como un “espacio público de encuentro cultural”. Tras dos enormes puertas situadas en el número 18 de la Calle Carniceros se encuentra un bajo en el que Valle quiere que los artistas puedan encontrar su hogar y su refugio. Un lugar para crear, para practicar un instrumento, para repetir una y otra vez el texto de una obra de teatro y para retozar con la idea de fallar en cada paso. Este “hogar de las ideas” valencianos cuenta además con una interesante herencia: el legado artista de su familia, que abrió las puertas de la galería de arte Valle Ortí, y hereda un precioso cartel luminoso que colgaba del muro del Mancini, punto de encuentro de la València cultural de los años 90.

 

  • -

 

Huyendo de las instituciones o de los espacios creativos que sirven para-una-sola-cosa Valle ha generado un punto de encuentro en el que todo tipo de arte tiene cabida, y en el que solo pide a lxs artistas que accedan, que contribuyan con lo que crean necesario. Con un nombre que proviene del griego katastrophe, que se refiere a las ruinas y la destrucción -relacionado con la raíz indoeuropea kat, de hacia abajo- busca generar un hogar para el error: “Quiero que exista un lugar en el que nos podamos refugiar en el error, en el que quepa el fallo en la cultura y en el que aunque nos equivoquemos podamos volverlo a intentar”. Tanto es así que se atreve a meter mano en diseño y trabajar en sus propias tarjetas e imagen, y si sale mal… pues no pasa nada. 

 

“Cuando los artistas emergentes generan cultura existe un miedo extraño a fallar, a llevar adelante las ideas por si no salen bien y con Catástrofe defiendo que se puede fallar y generar algo bueno”, explica la artista. Atendiendo a sus propias necesidades hereda el espacio de su madre, Mercedes Valle, quien se lo cede para que lo explore como nuevo contenedor creativo y para que -tal vez- deje de montar conciertos improvisados en casa a altas horas de la madrugada. “Pienso en qué necesito yo como artista y, por ende, en que pueden necesitar otros artistas en esta ciudad. Necesitamos un espacio donde poder hacer, probar, donde fallar y seguir adelante”.

 

  • Tarjetas de Catástrofe diseñadas por Luna Valle -

 

Para abrir sus puertas con el ejemplo Catástrofe presenta la muestra 3 gatos, de la ceramista valenciana Mireia Ribes en la que, precisamente, se habla del arte hecho con las manos y que ya cuenta con su primer plato roto, y no pasa nada. Lo hace en un lugar que responde a las necesidades de una València cultural emergente y creativa que necesita un lugar para desarrollarse: “Creo que hay un derecho en esta ciudad que no está siendo satisfecho que es el derecho al espacio para la cultura. Catástrofe responde a mis propias necesidades y a las de lxs artistas que me rodean”. 

 

Y es que lleva haciéndolo ya desde hace casi cinco años con Okuparte, el colectivo valenciano que dirige junto a Ribes y que busca ocupar los espacios para contar la historia de lxs artistas que están en constante crecimiento. “Abro este espacio de la mano de Mireia, con quien llevo años creando y que considero como mi hermana. 3 gatos es una propuesta que sirve también a Mireia como prueba y experimento porque expone por primera vez. Es el ejemplo de que este es el espacio para que pasen las primeras veces”. Con esta idea y esta emoción abre las puertas a un lugar en el que no existe el no, en el que toda propuesta y todxs lxs “invasores” son bienvenidxs y en el que nunca hay miedo a mancharse. Porque no existe una negativa, ni un error, y porque Luna Valle tiene el poder de convertir el fallo en algo mágico, y no iba a ser menos con Catástrofe. 

 

  • Parte de la muestra 'Tres gatos' de Mireia Ribes

 

Recibe toda la actualidad
Valencia Plaza

Recibe toda la actualidad de Valencia Plaza en tu correo