VALÈNCIA. Tras un lapso, repentinos cambios e íntimas discusiones, el artista valenciano Nereu Soto vuelve a la acción. No por obligación, sino por la necesidad de pasar a la acción, generar diálogos en continua disputa y activar el pensamiento involuntario en tiempos donde abundan las respuestas inducidas.Plantea una propuesta performativa que se escenifica en un lenguaje expositivo que produce una interacción, casi por obligación, que lejos de buscar la lindeza de lo meramente estético, busca la intencionalidad en la acción para hacer partícipe a la sociedad. Trata de buscar estímulos compartidos, mudables y dispares, en un transcurso intergeneracional, planteándolo en una contemporaneidad desmemoriada y reaccionaria. A pesar de sus contradicciones e incoherencias, Nereu sabe que no quiere ser artista, pero también vislumbra la necesidad íntima y social por construir relatos que hagan de la realidad un espacio habitable.
En este sentido, concibe la performance no como un acto esporádico, sino como la materialización de un hecho transitorio. La acción es una propuesta de pensamiento sobre las narrativas que, en la era de la imagen, bombardean con un relato que se construye desde la inverosimilitud y la perversidad. El desencanto generacional de una actualidad impotente y una expectativa amenazada por narrativas que recurren a la violencia simbólica y física nos responsabiliza de generar relatos capaces de dar respuesta a las necesidades contemporáneas. Esta acción pone de manifiesto el miedo y la identidad como hechos activos donde repensar la práctica artística, donde la idea de patria desconfigurada reescribe un relato sobre la posesión de los orígenes, el legado contextual y los nacionalismos simulados y ficticios. La acción se abordará en los escaparates de Espacio Modotti y se podrá visitar la instalación hasta el 12 de diciembre de 2025.