VALÈNCIA. Las aguas bajan turbias estos días en el movimiento LGTIBQ+ valenciano. Media decena de comunicados advierten sobre un retroceso en las políticas públicas a partir del cese de la concesión que la Generalitat Valenciana llevo a cabo com el Col·lectiu Lambda en 2021 para la gestión de L’Armari de la Memòria, el archivo patrimonial que busca, cuida y difunde la memoria de las vidas y las luchas no-cisheteronormativas.

La plantilla difundió el pasado 15 de noviembre un primer comunicado para señalar la falta de medidas de prevención que la Conselleria de Igualtat había adoptado en la Casa de la Diversitat, sede del archivo, desde su traslado hace unos meses. Pero también subrayaba que había casos de “censura” y que se estaba obstaculizando la atención del servicio. Y sobre todo, advertía del verdadero conflicto: el 30 de noviembre se agota el concierto y el desde el departamento de Susana Camarero aún no se había hecho público qué iba a pasar con este.

Finalmente, el 20 de noviembre la Generalitat anunció que ciertamente el concierto a la entidad privada se extinguiría para que el servicio público se gestionará directamente por el personal de la Conselleria con el objetivo de "reforzar la eficiencia del servicio y garantizar las máximas condiciones de protección y conservación de la documentación”. La razón principal de la Conselleria era que el coste del servicio era de 325.000 euros anuales “de los que cerca del 80% corresponde a gastos de personal”. “La gestión directa permitirá estabilizar el servicio, fortalecer su integración en la estructura pública y evitar los costes derivados de intermediaciones”, también decía la nota.

Pero esto no ha tranquilizado a la comunidad LGTIBQ+, que sigue alarmada ante la pérdida del contrato a Lambda. Ayer mismo, una decena de asociaciones firmó un comunicado en el que se repasaban algunos de los asuntos que están marcando la agenda políticas de estas —sobre todo de Lambda, que también está a la espera de una prórroga o rescisión del contrato de externalización del programa Orienta. El fondo de estas aguas turbias, señalan fuentes conocedoras de este conflicto, es un fuego cruzado muy tenso desde el inicio de la legislatura entre la entidad histórica valenciana y Stephane Soriano, Director general de Diversitat, señalado en diferentes ocasiones por Lambda.

¿Qué pasará con al archivo?

El fondo archivístico de L’Armari de la Memòria no es propiedad de la Generalitat, sino que es la suma de unos depósitos donados por diferentes personas y entidades desde la puesta en marcha del servicio. Se trata de una iniciativa pionera en el Estado, pero cuya situación actual precisamente remarca la falta de estabilidad aún de este tipo de archivos. ¿Qué pasa con esto, en este momento de tensión entre la Conselleria y el movimiento LGTIBQ+?

Este diario ha podido contactar con diferentes depositarios sobre sus sensaciones y sus planes tras el anuncio de la Generalitat, con respuestas contrastadas. En primer lugar estarían los que ya han confirmado que retirarán sus fondos. En esta opción estarían tanto Lambda, que cuenta con el archivo histórico más importante y diverso de todos, como el de Pepe Miralles. “Tememos que, sin un equipo profesional, el material termine deteriorándose o perdiéndose. Además, sin personal cualificado que garantice su acceso y conservación sentimos la obligación de velar por la protección de dicho conocimiento que la dirección general no está garantizando”, aseguran desde Lambda en respuesta a este diario.

Pero otro depositario consultado, que prefiere mantener el anonimato, no tiene tan clara amenaza. “Mientras esté conservado en buenas condiciones y las personas investigadoras puedan consultarlo, yo prefiero que esté en el servicio público. Llevamos más de dos años y medio de gobierno de PP y Vox, no espero nada de ellos, pero lo único que ha cambiado ahora es que Lambda ha perdido el contrato”, opina.

Esta fuente apunta también a otra pata del conflicto, la que mantiene en vía judicial Lambda con militantes del colectivo Orgull Crític, que han difundido acusaciones de abusos laborales dentro del colectivo y están, a su vez, denunciados por el mismo por delitos de odio. Orgull Crític también publicó un comunicado sobre el futuro de L’Armari de la Memòria, pidiendo que “no desaparezca, ni pierda financiación, ni sea secuestrado por un chiringuito del PP”, pero también reclama que “Lambda siga gestionándolo tampoco puede ser una opción”.

Finalmente, un cuarto depositario, ajeno al cruce de comunicados, ha consultado tras la pregunta de este diario la situación y, al tratarse de un archivo digital, ha decidido mantener su fondo “Podrá seguir siendo utilizado -con las debidas formalidades- siempre y cuando la Generalitat mantenga el servicio”, ha contestado a este diario al cierre de esta edición.

¿Y qué dice la Generalitat de todo esto? Fuentes de la Conselleria aseguran que siguen a la espera de “una transición tranquila” que no llega y niegan todas las acusaciones de Lambda. Pero ciertamente, el servicio cambiará a partir del 1 de diciembre. El personal de la Conselleria de Igualtat se hará cargo de la atención que, tal y como confirma la propia Generalitat, sí seguirá encargándose de las peticiones de consulta programadas y “habilitará un e-mail para programar las que sean solicitadas”, si bien no confirma aún que vaya a haber personal dedicado exclusivamente al servicio.

Por otra parte, el departamento público ha anunciado una reunión con entidades LGTBIQ+ para “explicar el cambio y recoger propuestas para mejorar el servicio”, si bien la Generalitat apuesta “por crear una nube con el archivo para que pueda ser consultado más fácilmente” y un “impulso” a las actividades de difusión. Ante las sospechas que han despertado las acusaciones de Lambda, ahora es su turno para demostrar que L’Armari de la Memòria no va a morir.