Tres de los grandes exponentes del sector valenciano -Carla Pereira, Jaime Maestro y el festival Prime the Animation!- exponen en La Rambleta sus fortalezas y debilidades
VALÈNCIA. La Rambleta ha iniciado la nueva temporada de sus talleres Els Matins de Rambleta sentando a tres pesos pesados del sector de la animación valenciana. Profesionales de la educación y la creación guardan en común una visión irracionalmente optimista, ya que más allá de de todo el potencial local y algunos pequeños triunfos (profesionales locales trabajando para producciones internacionales o el desarrollo de un biopic sobre Robert Wyatt con un presupuesto de cuatro millones de euros), la creación de una industria queda muy lejos de cualquier expectativa a corto y a medio plazo.
Mientras tanto, la agenda cultural y mediática sí le guarda un hueco. Una de las muestras con mejor acogida de la temporada pasada del MuVIM fue la dedicada a los pioneros de la animación valenciana, que ocupó la sala Parpalló durante cuatro meses. Y sin ir más lejos, el pasado fin de semana, a partir de la celebración del Día Mundial de la Animación, la Filmoteca y Las Naves acogieron la sexta edición del festival Prime the Animation!.
Sara Álvarez y Álvaro Wallner, de Prime the Animation!, vienen de cerrar su sexta edición hace tan sólo unos días. La iniciativa es una muestra que surgió en la Universitat Politècnica de València, de la que no se ha desarraigado. Invitaron a escuelas de animación internacionales y a los alumnos de la propia universidad ha presentar sus trabajos, y con el tiempo, la no competición se les hizo pequeña y se transformó hace dos años en un festival internacional. Este año el certamen, organizado a medias entre profesores y alumnos, ha reunido trabajos de 14 nacionalidades y ha vuelto a superar las cifras esperadas. A pesar de este crecimiento de público, Prime the Animation! tiene muy claro su objetivo: ser ante todo una herramienta pedagógica que enseñe, por ejemplo, a hacer un pitching.
Por su parte, Carla Pereira ha construido una notable carrera a partir de la accidentalidad. Empezó a estudiar Bellas Artes en Altea, pero fue cuando trasladó su expediente a Valencia y Javier Tostado le dio una oportunidad de trabajar en el piloto de la serie Clay Kids cuando descubrió que lo que quería hacer era stop-motion. Desde entonces ha hechos kilómetros y kilómetros de avión contratada por productoras noruegas, holandesas o británicas. Sus últimos hitos han sido formar parte del equipo de la primera película hecha con stop-motion en México (Inzomnia) y participar en el último film de Wes Anderson Isla de Perros. Pereira insiste en que el cine de animación “es una técnica, no un género” y señala que las productoras siempre acaban enfocando sus creaciones a un público infantil. Bajo esta premisa ha empezado a producir, junto con Juanfran Jacinto, su primer largometraje: Metamorfosis, cuyo estreno está previsto durante el 2019 y que está concebida para un público adulto. El proyecto cuenta, además de con el equipo valenciano del Colectivo Engranaje y tras pasar por diferentes festivales como Animad o 3D Wire, con el apoyo económico y humano de una productora francesa.
El tercer nombre sentado en Els Matins de La Rambleta es el nombre valenciano más conocido en el cine de animación actual: Jaime Maestro, ganador de dos Goyas a Mejor Corto de Animación (uno de ellos, Sr. Trapo, llegó hasta la preselección de los Oscars). Sus 20 años de carrera le ha dado muchas más alegrías que preocupaciones, y en los últimos años su marca se ha internacionalizado llegando a co-dirigir la producción norteamericana Animal Crackers, protagonizada por Danny DeVito y Silvester Stallone. En 2017, La Tribu, un estudio de animación que Maestro intenta conformar en “su proyecto definitivo”, según él. “Buscaba construir una comunidad en la que la gente que está implicada sea féliz y se sienta libre personalmente y profesionalmente hablando”, según ha comentado. Con solo un año de vida, ya ha despertado el interés de una importante productora internacional.
Los cuatro ponentes han respondido a las preguntas del público y han dibujado, desde situaciones muy diferentes (desde el emergente Prime hasta el consolidado Maestro pasando por la aventura de Pereira), la radiografía de un sector con el que se está optimista a pesar de todo.
En primer lugar, porque el cine de animación tiene una percepción social aún muy ligada a un producto infantil. “Pixar rompió el techo de ‘pelis de niños’ y pasaron a ser ‘para toda la familia’, pero queda mucho por hacer: la animación puede estar dirigida únicamente por adultos”, comenta Maestro. “Es importante olvidarse de la visión externa y de hacer una película pensando en el premio”, según Pereira.
En segundo lugar, los cuatro coinciden en valorar el gran potencial creativo que tiene València y advierten de una fuga de creativos. Resulta paradigmático el caso de Pereira, que actualmente trabaja en una coproducción francesa y española: “el productor francés paga a la platilla francesa y el español a la local. Trabajamos en el mismo pero las condiciones no se parecen en absoluto”, ha contado. “València tiene en su ADN la ilustración y la animación, hay mucho potencial que se podría explotar para que pasaran cosas muy grandes, pero la realidad es que no pasa”, comenta una asistente al coloquio. “Debemos entender la animación con una posible industria valenciana, como es la naranja o el mueble”, responde Maestro. Todos acaban concluyendo que el talento se valora más fuera que dentro y que las circunstancias aquí acompañan.
Y más allá de todo, varios puntos en común, la percepción de que queda todo por hacer, que hay referentes, emergentes y futuro. “Con iniciativas más grandes o más pequeñas, todos resistimos para llevar un proyecto de principio a fin”, recoge Álvaro Wallner de Prime!.