Valencia, (EFE). El presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, ha lamentado hoy que el PP haga "trinchera" desde las diputaciones de Alicante y Castellón de algo que, a su juicio, tan "lógico" como mantener una relación "de normalidad" con el Gobierno de la Generalitat.
Rodríguez ha hecho estas declaraciones durante el desayuno informativo que ha ofrecido junto a la vicepresidenta de la institución provincial, Maria Josep Amigó, para hacer un balance de los cien primeros días de mandato.
El dirigente socialista ha dicho que el PP ha pasado de gestionar la práctica totalidad de las instituciones en la Comunitat Valenciana a quedarse únicamente con dos de especial relevancia, como son las diputaciones de Alicante y Castellón.
En este sentido, ha señalado que el hecho de que él hable "con normalidad" con el president de la Generalitat y con el resto del Consell "se convierte en una cuestión de trinchera porque el PP no tiene más lugares desde los que ejercer la oposición".
Sin embargo, ha considerado que se trata de una visión "totalmente cortoplacista", y como ejemplo ha señalado que en el caso de plan para garantizar la gratuidad de los libros de texto, a los ciudadanos les importa que se les paguen los libros, pero no quién lo hace.
"Lo lógico es que las Administraciones no compitamos, sino que colaboremos", ha defendido Rodríguez, algo en lo que ha coincidido la vicepresidenta, quien ha asegurado que si el Consell pide ayuda para los libros de texto, para poner en marcha el portal de transparencia o para abrir los comedores escolares, la tendrá.
Ha asegurado que no son "el cajero" del president de la Generalitat, pero estarán ahí cuando la Administración autonómica les pida colaboración.
Respecto al debate abierto sobre el futuro de las diputaciones, Rodríguez ha defendido que estas instituciones prestan servicios esenciales para los municipios, pero ha manifestado que lo esencial es que se presten y no quién lo haga.
En su opinión, no es necesario que lo hagan las diputaciones y ha señalado que es posible que lo hicieran mejor y con un menor coste las mancomunidades y los ayuntamientos, aunque ha destacado que es necesario que estas instituciones tengan el dinero necesario para ejercer estas competencias.
Amigó (que es diputada provincial por Compromís), por su parte, ha defendido la eliminación de las diputaciones por ser "absolutamente prescindibles", pero ha dicho que las cosas se cambian desde dentro y que su responsabilidad como vicepresidenta es gestionarla correctamente hasta que la ley permita su cierre.
El presidente de la corporación provincial ha avanzado algunas de las líneas del presupuesto de la diputación para 2016, en el que, según ha dicho, se reducirá el número de planes, se incrementará la asistencia técnica a los pueblos y se reforzarán las actuaciones frente al cambio climático.
Además, se devolverá a la empresa pública Imelsa la función de promover la economía de los municipios, y se incrementarán las partidas relacionas con el bienestar social.
Amigó ha apuntado que también se dará mayor dotación económica al plan de mancomunicades, se abordará la modernización informática y se realizará un cambio total en el área de turismo.
Rodríguez ha dicho que en estos cien días se ha trabajado en mejorar la transparencia y acabar con la austeridad entendida como "austericidio" para que la Diputación "deje de dar vergüenza", y ha afirmado que la justicia será la encargada de hacer "un 'strip tease' integral" de la institución.
Asimismo, ha rechazado la posibilidad de abrir una televisión pública provincial, pues el Consell ya trabaja en la recuperación de una televisión autonómica de calidad, pública y en valenciano, y ha asegurado que los tres millones previstos para ello por el anterior gobierno provincial que presidía Alfonso Rus se destinarán a pagar los libros de texto.