El presidente de la Diputación, Jorge Rodríguez (1i) y la vicepresidenta, Maria Josep Amigó (1d) con los cogerentes de Divalterra, Agustina Brines y Xavi SimónVALÈNCIA. La cogerencia de la empresa pública de la Diputación de Valencia, Divalterra, formada por Agustina Brines (Compromís) y Xavier Simón (PSPV), anunció este viernes una reestructuración en el ente que dirigen que conlleva la supresión de cuatro puestos de alta dirección. A ello hay que sumar que otro de los recientemente designados para un cargo en la cúpula de esta sociedad, Víctor Jiménez, el alcalde de Rocafort, también ha renunciado a ocupar el puesto y regresará a su anterior tarea como coordinador de asesores en el grupo socialista de la Diputación.
De esta manera, al margen de los dos cogerentes y del jefe de servicios jurídicos, José Luis Vera, que actualmente se encuentra de baja, la empresa pública no ocupará ninguno de los otros siete puestos de alta dirección a los que está autorizada. Según las fuentes de la corporación provincial consultadas por este diario, cuatro de estos lugares son suprimidos mientras que los otros quedan vacantes sin que se espere su ocupación. Cabe recordar que, otro de los designados recientemente por el PSPV, Lucas Ferrando, también renunció al considerar que asumir esta responsabilidad perjudicaría su trayectoria docente.
Con esta decisión, según el comunicado enviado desde Divalterra, suprimen los lugares de alta dirección de las áreas de "Medio Ambiente, Promoción Económica y Servicios y Administración General y Gestión Forestal y Medio Rural". Los damnificados por este adelgazamiento de la cúpula son, respectivamente, Soledad Torija, Josep Lluis Melero, Raúl Ibáñez -de Compromís- y Manolo Carod -del PSPV-.
Respecto a los motivos de esta drástica reducción, desde la cogerencia recalcan que en verano de 2015 el nuevo equipo de gobierno de la Diputación entró a dirigir la empresa -entonces llamada Imelsa- en una situación de "total excepcionalidad" siendo "urgente y necesario reforzar los elementos de dirección de manera que se garantizara afrontar con rapidez y eficiencia la deriva penal de la empresa así como la vigilancia y control de todas las actividades y decisiones que se tuvieran que adoptar con tal de sanearla como así ha sido".
En esta línea, desde la dirección de Divalterra consideran que los directivos "han hecho su labor" en este tiempo pero que ahora "es necesaria una profunda reestructuración del equipo directivo reduciendo su número y redistribuyendo las tareas". "Unos cambios que supondrán un incremento notable de la carga de trabajo para la cogerencia, pero que permitirán, entre otras mejoras, reducir el gasto en personal directivo", explicaron Brines y Simón.
