VALÈNCIA. La Fundación Oceanogràfic y la Fundación Aguas de Valencia y la empresa valenciana Closca se han unido para impulsar la cultura del consumo de agua de la red pública a partir de las posibilidades que ofrece la Botella Closca, diseñada para llevar encima y con una aplicación móvil con información de los puntos posibles de repostaje.
Ambas fundaciones y la empresa fundada por Carlos Ferrando, creadora del casco para bicicleta plegable conocido en todo el mundo, coincidieron en la presentación a la prensa en que existe una comunidad de ideas y propósitos, que les une para poder impulsar iniciativas, que atajen el grave problema de la contaminación marina debida al abuso de los plásticos de un sólo uso, en su gran mayoría derivados del consumo de agua embotellada, por lo que promueven la utilización de recursos sostenibles y sin afección al medio ambiente como el agua de la red, tal como lo están haciendo ya numerosas ciudades europeas y del resto del mundo.
Closca, en palabras de su creador, "no ha hecho una simple botella, sino que se trata de una botella de cristal que puedes llevar contigo y mostrar a los demás tu apuesta por la lucha contra el plástico de un solo uso. Es lo que llamamos el movimiento #mylastplasticbottle. Con una aplicación que te permite conocer más de 70.000 puntos donde recargarla, para promover un hábito de repostar agua que queremos que se reposte, no sólo en las fuentes públicas, sino en todo tipo de centros: restaurantes, grandes comercios, gimnasios...
"Nuestra filosofía – que coincide con el Oceanogràfic y Global Omnium- es que si la gente encuentra agua fácil y la puede llevar fácil, contribuye a un planeta menos contaminado".
Los principales argumentos por los que el Oceanogràfic y Global Omnium apuestan por la iniciativa de la Closca Bottle tienen que ver con la racionalidad y el futuro a través de un desarrollo que no suponga un lastre ni un perjuicio para el medio ambiente.
En primer lugar, ambas entidades están fomentando hábitos de vida que contribuyan a un desarrollo sostenible. En el caso de Global Omnium, el consumo de agua de grifo es sumamente beneficioso tanto para los consumidores, en lo económico y sanitario, como para el medio ambiente, dado que evita la emisión de ingentes cantidades de CO2 a la atmósfera (causantes del efecto invernadero), así como la producción de residuos plásticos que contaminan el planeta.
Precisamente, esta contribución es la que ayuda a mejorar la conservación y calidad de vida en los océanos, en línea con el trabajo que llevan a cabo el Oceanogràfic y su Fundación, a través de la divulgación de esos valores.
La presidenta de la Fundación Oceanogràfic, Celia Calabuig, explicó a los medios e comunicación que “en el Oceanogràfic no sólo debemos cuidar de los aniales que viven aquí sino también procurar por la conservación de los de fuera a través de nuestras investigaciones y campañas de divulgación”.
El consumir agua de la forma que propone Closca es, por tanto, un punto de unión entre sendas entidades ya que evitará la generación de recursos y el desecho de materiales que en su mayoría terminan contaminando los océanos y dañando el habitar y la salud de los animales que los habitan.
Por su parte, el consejero delegado de Global Omnium, Dionisio García Comín, declaró que el apoyo a este proyecto se debe a los objetivos de la empresa de potencia el agua del grifo, de una gran calidad y que pasa rigurosos análisis y controles y de mejorar el medio ambiente, a la vez que resulta muy económica ya que el coste de 1.000 litros de agua potable es de un euro para el usuario. Y dio unos simple consejos para mejorar el sabor del agua: dejarla en botella de vidrio 15 minutos para que se evapore el cloro o en la nevera a enfriar unos minutos.
Igualmente, la Fundación del Oceanogràfic y la de Global Omnium están apostando, cada una en su sector, por el emprendedurismo, en este caso en clave valenciana, para ayudar a las “startups” a desarrollar proyectos que contribuyan a solucionar retos y problemas medioambientales y al talento investigador valenciano.
Esta colaboración pretende ser un acicate para que otros grupos se sumen a esta iniciativa y fomenten la concienciación en favor de un planeta, un planeta de agua, donde el consumo de los recursos naturales sea sostenible. La iniciativa de Global Ómnium, Closca y Oceanogràfic es un ejemplo de cómo tres empresas concienciadas y sensibilizadas pueden contribuir a mejorar su entorno y aspirar a influir en el comportamiento de los consumidores.