VALÈNCIA. Hacia tiempo que el mercado nos nos sorprendía con una corrección del calibre de la que estamos viviendo este mes de octubre. Caídas de los índices en el entorno del 10% y miedo, mucho miedo, en todos los inversores, algunos de ellos anticipando un mercado bajista de proporciones catastróficas. Sobre la mesa la guerra comercial de Trump y su impacto en China, el órdago de Italia a la UE, la ralentización del crecimiento en Europa, el Brexit, los países emergentes frente al encarecimiento de los dólares... Demasiados frentes para un mercado que lleva muchos años subiendo y para unos inversores con buenas ganancias en sus carteras.
Pero, ¿qué está pasando en los mercados? ¿Realmente se ha terminado el mercado alcista o estamos simplemente ante una corrección fuerte pero pasajera? Estudiemos los datos para arrojar un poco de luz sobre el tema, pero ya les adelanto, no veo un mercado bajista por ningún sitio, no me creo un nuevo 2008.
Si nos acercamos a las definiciones técnicas, una corrección está definida por una caída de entre el 10% y el 20% desde los últimos máximos mientras un mercado bajista requiere que haya caídas de mas del 20%. Por lo tanto técnicamente estamos ante una corrección del mercado, ¿puede este convertirse en mercado bajista? Veamos como se forman estas tormentas perfectas y si estamos en una de ellas.
Durante los últimos 70 años han habido 8 mercados bajistas en EE UU, uno cada 7,7 años y han durado de media 19 meses. Todas ellos, y esto es importante, se han dado debido a alguna de las siguientes causas:
La realidad es que ninguna de esta razones se da hoy en día. Frente a una posible recesión tenemos el mundo con crecimientos del 3,7% tras la última revisión del FMI. Muy por encima de los datos de 2016 (2,5%) y, por supuesto, de los de 2008 (1,8%) o 2009 (-1,7%).
Sí, la guerra comercial está presionando el crecimiento chino que parece moderarse, Algunos analistas han cifrado su impacto en el 1% del PIB. Sin embargo esta moderación, de ser verdad, queda lejos de acabar en recesión. Mientras, el Gobierno chino ha planteado ya diversas medidas de rebajas fiscales y aumento de la liquidez para soportar sus crecimientos, que difícilmente quedarán impactados en ese 1% dada la capacidad de maniobra y la rapidez con la que están tomando medidas.
Mientras tanto, los datos de beneficios empresariales son sencillamente espectaculares. Concretamente este mismo mes en EE UU ya han presentado 240 compañías de las que componen el S&P 500 dejando crecimientos del 20% y un 78,3% reportando beneficios por encima de expectativas, un número que supera la media histórica del 64% y de la media de los últimas publicaciones, el 77%. Incluso dando por hecho que no pueden mantenerse eternamente crecimientos del 20% en beneficios como estamos viendo en Estados Unidos, y que los márgenes deberías tender a estrecharse debido a los costes laborales y financieros, los datos nos muestras que el mercado puede seguir siendo alcista a pesar de que el aumento de beneficios se modere, como en los períodos 1990-91, 1996-99, 2006-08 y 2013-15.
El mundo va razonablemente bien y está lejos de la recesión, a pesar de la ralentización que estamos viviendo en algunas zonas como China o Europa, incapaz de superar el sudoku político en el que está metida. Las materias primas, a pesar de una subida moderada del petróleo, no están poniendo en jaque a las economías mundiales y lo único, entonces, que nos queda encima de la mesa es la posibilidad de que la FED esté siendo demasiado agresiva con la subida de tipos.
Ayer la rentabilidad del bono a 10 años marcaba el 3,077%, un nivel perfectamente soportable para la economía a pesar de haberlo alcanzado muy rápido. La próxima subida en diciembre, veremos qué pasa y si realmente se produce. Debemos concluir pues que por el lado macro, a pesar de los problemas, no vemos ninguna causa objetiva que nos lleve a pesar en un mercado bajista.
Sin embargo, el año está siendo muy complicado para todos los activos. Para que lo vean en perspectiva, solo durante la estanflación de los años 70 y la crisis financiera de 2008 se ha vivido un período en el que tantos activos dieran resultados negativos en un año. Entonces ¿qué pasa? En mi opinión, tenemos por un lado una corrección normal y sana e un mercado que ha subido mucho y bien durante años, y que lo seguirá haciendo mientras el ciclo acompañe y lo hará durante algún tiempo más.
Pero hay mas, comparto la opinión de John Normand, analista de JPMorgan, cuando afirma que si bien los mercados antes de Lehman Brothers se caracterizaban por su complacencia, los de la era post Lehman se caracterizan por la paranoia. Vemos fantasmas donde no los hay y estamos demasiado pendientes de la posibilidad de que el mundo colapse. A pesar de que han pasado ya 10 años, cuesta mucho olvidar lo que la crisis financiera nos trajo y eso pesa en las decisiones que tomamos cada día como inversores.
En todo caso les comparto mi manera de ver todo esto. Lo único que yo realmente me pregunto es si estoy haciendo bien mi trabajo al aplicar una estrategia de inversión u otra. Esto es lo que yo puedo controlar. Lo demás, la velocidad o la dirección del mercado en un momento dado, no está en mi mano. Trabajar con criterio, con estrategia contrastadas, de forma sistemática y simple, ofrece recompensas, las que han obtenido todos los grandes inversores de la historia.
Por otro lado, especular sin saber exactamente lo que hacemos y por qué puede ser atractivo, pero no es rentable y casi siempre sale mal. Yo no lo haré. Aprovecharé el momento para comprar barato y para seguir aplicando las estrategia de inversión que han demostrado que funcionan, las de los grandes inversores de la historia, y esperaré tranquilo a que las cosas cambien, con la inactividad necesaria y con mucha paciencia. Esta es la forma más rentable de actuar y la más inteligente.
Lorenzo Serratosa es cofundador de Kau Markets EAFI
Se percibe una gran incertidumbre donde se duda sobre si la publicación de un aparentemente buen dato macro debe tener una lectura positiva o negativa