Hoy es 6 de octubre
MADRID. A lo largo de mi trayectoria profesional me he enfrentado a 21 crisis de mercado, entre ellas el colapso de la Unión Soviética, el estallido de la burbuja tecnológica, la crisis financiera mundial y, ahora, la covid-19.
Me refiero a todas ellas solo para poner de manifiesto el hecho de que las perturbaciones del mercado son una realidad para los inversores. Es solo cuestión de tiempo que el tren acabe descarrilando. Según mi lista, hemos de enfrentarnos a alguna de estas circunstancias cada dieciocho meses, aproximadamente.
Siempre he pensado que el mercado fluctúa entre el entusiasmo excesivo y el pesimismo extremo. Un inversor con un grado razonable de objetividad puede obtener buenos resultados vendiendo en el primer caso y comprando en el segundo. Este enfoque suele ocasionar ciertos problemas, y tiende a ofrecer mejores resultados en las primeras etapas de los mercados alcistas, cuando el pesimismo da paso al optimismo.
Las perturbaciones del mercado son una realidad para los inversores
Fuente: MSCI, RIMES. Información a 30 junio 2022. Datos indexados a 100 a 1 enero 1987, basados en el índice MSCI World desde el 1 enero 1987 al 31 diciembre 1987, la rentabilidad bruta del MSCI ACWI desde el 1 enero 1988 al 31 diciembre 2000 y la rentabilidad neta del MSCI ACWI a partir de dicha fecha. Los valores se muestran en una escala logarítmica.
Warren Buffett lo definió mejor: "Hay que ser temeroso cuando los demás son codiciosos y codicioso cuando los demás son temerosos". Dicho de otro modo: los mercados bajistas pueden ser un buen aliado para los inversores, siempre que estos mantengan la calma, sean pacientes y se enfoquen en el largo plazo.
Me gusta invertir en una compañía cuando los precios son bajos y no cuenta con el favor de los inversores, pero también me gusta mantener la inversión durante el tiempo suficiente como para que el mercado refleje lo que, en mi opinión, es el verdadero valor de la compañía en cuestión. A pesar de mi preferencia por las compañías de valor, sigo confiando en la gran capacidad de resistencia del sector tecnológico. El momento de entrada en la compañía es importante para mí, por lo que trataré de invertir en ciertas compañías tecnológicas cuando su cotización esté a la baja.
Además, llevo bastante tiempo prestando especial interés a los dividendos como el principal mecanismo que utiliza una compañía para transferir valor a sus inversores. En mi opinión, el potencial de las compañías que reparten dividendos para ofrecer una estabilidad relativa en periodos de inestabilidad de los mercados es hoy más importante que nunca. Y, de hecho, sigo invirtiendo en compañías con un gran volumen de dividendos, así como en empresas con dividendos en crecimiento.
Steve Watson es gestor de Capital Group