VALÈNCIA. Los alumnos de Animación de Barreira A+D se llevan este curso mucho más que la matrícula de honor, ‘Oddity’ se ha convertido en el único corto realizado por estudiantes valencianos preseleccionado para los Goya. El trabajo ha sido llevado a cabo por Nando Fibla, Daniel Guirao, Julia Marcos, Marina Martín y ha contado con la dirección y tutorización de Anna Juesas y Germán Chazarra. El cortometraje es un homenaje al amor y a la diversidad en tono cómico, y ya se ha hecho con seis premios en tiempo récord: Mejor Animación y Mejor Diseño de Sonido en Malta Short Film Festival, Mejor Cortometraje de Escuela de Cine en FECICAM, Mejor Cortometraje de Animación en Arouca Film Festival, Mejor Cortometraje de Animación en el Festival Internacional de Cine de Ponferrada, y Accésit Especial en Apoyo a la Cultura Audiovisual en el 26 Certamen Audiovisual de Cabra), pero ningún galardón se compara con la preselección para competir en los Goya.
Chazarra, profesor de modelado, estuvo contestando durante varios días a sus llamadas con desdén, sin darse cuenta en realidad de lo que había logrado junto a sus alumnos: “Cuando mis amigos me llamaban para felicitarme yo pensaba que estaban exagerando, creía que estábamos preseleccionados de entre 100 propuestas, no 10… no podía ni creérmelo”. Para la profesora de guión Juesas es todo un honor haber contado con un equipo tan fiel y trabajador durante todo el proceso de creación: “Nosotros casi no hemos metido mano en el trabajo, tan solo lo hemos redireccionado. Los alumnos se han dejado la piel en esto y han sabido hacerlo todo de categoría”. Ambos directores consideran que esta preselección supone un reconocimiento increíble tanto para los alumnos como para la escuela. Juesas confiesa que estuvieron a punto de no presentarlo para los Goya por consejo de la distribuidora, pero el equipo pensó que este año que los premios se celebran en València no podían no "jugársela".
Un camino lleno de piedras
En septiembre del 2018 un grupo de 10 alumnos comenzó a plantear la idea general de ‘Oddity’, sin embargo conforme avanzaba el curso algunos estudiantes se iban desligando del proyecto, hacia mayo del 2021 solo quedaban 4 estudiantes trabajando en este: “Hay gente que no siente el interés y acaba dejándolo”, opina Fibla, para él los que permanecieron hasta el final fueron no sólo los pilares de todo sino los más responsables, atentos y trabajadores del equipo conformado inicialmente. Según su compañero Guirao se trata de un proyecto al cual hay que echarle muchísimas ganas y horas, y en estos casos el interés se convierte en una herramienta imprescindible para que todo avance.
‘Oddity’ tuvo su pico de desarrollo durante la pandemia, obligando a los docentes a plantear nuevos modelos de organización de cara a la realización del cortometraje. En el segundo semestre de 2020 los alumnos tuvieron que trabajar remotamente con los ordenadores de la escuela desde sus casas. “Teníamos una reunión de Meet activa prácticamente las 24 horas del día”, rememora Juesas, “nos avisábamos cuando alguno realizaba una breve pausa para comer pero siempre permanecía alguien conectado, había una elevada carga de trabajo y nuestros alumnos supieron estar a la altura”. Para Fibla, por ejemplo, el trabajo desde casa supuso una buena forma de focalizarse en el cortometraje sin distracciones, y considera que esta temporada le pudo venir hasta “bien” al equipo de cara a pulir el resultado final.
Trabajar durante la pandemia
En lo que se refiere a los matices técnicos la pandemia provocó graves problemas en el corto, al haber trabajado desde los ordenadores personales cuestiones como la iluminación quedaron como inservibles: “Los alumnos llevaban meses trabajando en la iluminación desde la calibración de sus pantallas, al juntar el producto y verlo en los ordenadores de Barreira nos dimos cuenta de que cada plano tenía una iluminación distinta”, explica Juesas, “eso supuso que tuviéramos que pasarnos mañana tarde y noche del mes de julio en la escuela para poder retocarlo”.
En asignaturas como animación, generalmente se contemplan los ejemplos con un modelo en clase. Para adaptar el trabajo al confinamiento los alumnos contaron con vídeos modelo de Víctor del Río, el profesor de animación, quien se grabó en su salón y empleó su propia hija de modelo para ilustrar cuestiones como el movimiento del personaje. Para Juesas la suerte que han tenido es que se trataba de un corto en todo de comedia, de tal forma que el trabajo se les hizo más ameno: “Si se hubiera tratado de un drama nos hubiéramos vuelto locos durante el confinamiento, al menos lo que estábamos haciendo era algo divertido”.
Argumento
'Oddity' comenzó siendo la historia de un músico que tocaba en una taberna medieval por dinero, una vez estando en el escenario se fijaba en una pareja de una chica y un "forzudo" que entraban a verle actuar. La historia estaba planteada para desarrollarse de tal manera que aunque pareciera que el músico se estaba fijando en la chica en realidad resultaba que se había quedado prendado del hombre que la acompañaba. A través de la asignatura de guión esta primera historia ha quedado transformada casi por completo, dejando como producto final un relato sobre un pianista, llamado Tom, que es un inadaptado social que toca en un freak show y que esta vez encuentra un conflicto romántico (visto desde una perspectiva cómica) entre dos chicas llamadas Irene e Irina, que se enamoran de él y pelean por su amor.