La exvicepresidenta de la Generalitat señala que dijo que ordenó el dosier por un "estallido emocional" y para "desahogarse"
VALÈNCIA. Mónica Oltra tuvo que responder este lunes a numerosas preguntas del titular de Instrucción número 15 de Valencia dirigidas a determinar su responsabilidad en todas las decisiones que tomó la Conselleria de Igualdad respecto a los abusos sexuales de su exmarido a una menor tutelada. La exvicepresidenta de la Generalitat compareció en calidad de imputada por obstaculizar la investigación de lo ocurrido, con sospechas de ocultación y encubrimiento. Y aseguró que no supo nada del expediente elaborado por el departamento que ella dirigía durante un total de dos años.
La cronología de hechos resulta de importancia. Como ya había expresado en multitud de ocasiones, explicó al magistrado que tuvo conocimiento de que existía un procedimiento judicial en marcha el 4 de agosto de 2017, cuando la llamó su exmarido, Luis Ramírez Icardi, porque había recibido la citación en su casa. En ese momento, detalló, ambos compartían inmueble aunque estaban separados.
El interrogante que el juez deja entrever en la formulación de las preguntas es cuál fue, entonces, su participación en todo lo que la Conselleria realizó con posterioridad a esa fecha, cuando Oltra ya sabía que existían unas diligencias abiertas por los abusos. La exvicepresidenta del Consell resumió que ninguna. Que nada tuvo que ver en el inicio del expediente, ni en la resolución, ni en los informes del Instituto Espill que otorgaron poca credibilidad a la víctima. Pero tampoco en su existencia o contenido. Lo cual abarca un periodo temporal de dos años.
Hizo hincapié de nuevo que no ordenó realizar el dosier. Un punto en el que ha incurrido en varias contradicciones en sus declaraciones ante los medios. En una ocasión dijo que ella lo encargó, para después desdecirse. Versión, esta última, que es la que ha prevalecido a nivel judicial. Primero a través de escritos de defensa y este lunes en su propia declaración. Preguntada sobre por qué cambió de versión, argumentó que por un "estallido emocional" –para no perjudicar a sus hijos– y para "desahogarse" ante los ataques a sus subordinados. Apuntó igualmente que usó el "singular mayestático". Con ello se refería a que empleó una versión adaptada del "plural mayestático" y que cuando dijo "yo" se refería en realidad a los cargos de su Conselleria.
Tanto el juez como el fiscal incidieron en todo este asunto. Oltra explicó que desde que el 4 de agosto de 2017 tuvo conocimiento de los abusos hasta la primera sentencia de la Audiencia de Valencia que condena a su exmarido –comienzos de 2020– no supo nada sobre las actuaciones relacionadas con esa acusación grave del padre de sus hijos. Ni tampoco sobre que la Conselleria había iniciado un expediente el 8 de agosto de 2017 para averiguar lo ocurrido. "Yo no sabía cuánto tiempo llevaba el proceso. No conozco los entresijos. Yo no he indagado en ese proceso penal (...) Hoy es el día que no he leído ese expediente, y tuve conocimiento de su existencia cuando tuve que dar cuenta a Les Corts. Yo di cuenta después de la primera sentencia, y debía ser a principios del 2020 antes de la pandemia, porque luego Les Corts se pararon", remarcó.
El fiscal le cuestionó en este punto si eso significaba que ella permaneció ayuna totalmente de toda información o si utilizó cauces no oficiales para enterarse de lo que ocurría. "Ni oficiales ni extraoficiales", admitió. Nadie le informó, comentó, del auto que imponía medidas cautelares a su exmarido, el cual tuvo entrada en la Dirección Territorial de la Consellería el 8 de agosto de 2017. Tampoco intervino, insistió, en el expediente que se inició en su departamento ese mismo día.
¿Y qué sucedía en aquellas jornadas? Oltra entró a hablar de su situación personal. "Yo estaba de vacaciones en Alcossebre. Recibí la llamada de mi exmarido y como había dificultad de comunicación le pedí que me leyera la primera hoja de la citación judicial. Ahí es donde me di cuenta de que había unas diligencias previas y le pongo de manifiesto lo que significaba", detalló.
Los días siguientes son de interés para los investigadores, puesto que Oltra ya sabía lo ocurrido. Además del inicio del expediente y del auto de medidas cautelares, el 11 de agosto se dictó una orden firmada por el subsecretario de Igualdad en la que se ordenaba la máxima colaboración con la Fiscalía. En este punto del interrogatorio, ella narró una situación relacionada con una operación urgente de su hijo pequeño, por lo que estuvo acompañándolo de manera permanente durante varias semanas. Motivo por el cual, expresó, se desentendió de las actuaciones que se llevaron a cabo en la Conselleria.
Lo que sí hizo aquel famoso 4 de agosto fue hablar con su jefe de Gabinete, Miquel Real. "Lo primero que le digo es que recabe información acerca de si de esto en la Conselleria alguien sabe algo, porque yo me había enterado como Mónica Oltra y no como consellera. No podía pasar este asunto sin ponerlo en conocimiento de la Conselleria (...) Sé que en un momento dado mi jefe de Gabinete me dijo: céntrate únicamente en el niño que las actuaciones técnicas se están llevando a cabo y están en manos de quien tienen que estar", destacó.
El juez le recordó en ese momento unas palabras pronunciadas en Les Corts: "¿Se imaginan que ante esta situación yo como Consellera no hubiera movido un dedo para ver qué había fallado ni para ver cómo estaba la joven ni para asegurarme si era cierto lo que se contaba?". Una reflexión que le sirvió para preguntarle si su deber legal y éticamente era no hacer nada en un hecho en el que estaba implicado su marido. A lo que Oltra respondió que cuando hablaba en primera persona se refería a las acciones correspondientes a una pluralidad de personas como es el conjunto del departamento de Igualdad.
Pero el magistrado continuó y le interpeló sobre la razón por la que, si sus preocupaciones eran las expresadas, y sabiendo que los hechos se investigaban por un juzgado, no puso en conocimiento del mismo toda la documentación que obraba en la Conselleria para ayudar a esclarecer los hechos. "Mis preocupaciones esos días eran que mi hijo no se muriera y por tanto yo no tuve intervención ni decisión alguna sobre este tema. Y cuando yo hablo con mi Jefe de gabinete y le pregunto acerca de si alguien sabe algo de esto en la Conselleria, en las semanas posteriores, él me dice que los técnicos están efectivamente trabajando en el tema y me dice que yo me centre en el niño", argumentó Oltra.
El juez prosiguió con su papel aquellos días. Así, la interpeló sobre qué pasó cuando su hijo afortunadamente se recuperó y ella regresó a su trabajo con normalidad. Por qué, tampoco en ese momento, colaboró con el juzgado. "Porque entiendo que no es mi función como
Consellera y menos en ese caso", replicó.
Esta parte del interrogatorio se centró en el momento en el que la exvicepresidenta ya sabía que había iniciado un procedimiento judicial por los abusos, pero el magistrado abordó igualmente lo sucedido con anterioridad. La duda que planteó fue cuales eran sus competencias directas en lo que sucedía en los centros de menores en general y, específicamente, en el que trabajaba su exmarido.
En 2016, cuando entró como consellera, Oltra trasladó un escrito al entonces subsecretario de la Conselleria para comunicar la identidad de su marido y expresar que entendía que se imponía un deber de abstención por su parte en las decisiones que afectasen al centro en el que trabajaba. Él se lo envió a su vez a la Abogacía de la Generalitat y ésta respondió que era innecesario porque tenía las competencias delegadas de Infancia y Adolescencia. Los responsables directos, dijo ante el juez la exvicepresidenta, eran por tanto la dirección territorial y la dirección general.
El magistrado introdujo otro interrogante sobre este asunto, y es si esa abstención entraba en confrontación con la ley que regula el Código de Buen Gobierno de la Generalitat, en el que consta que "las decisiones tomadas por los cargos se adoptarán atendiendo al interés general y no podrán afectar a ese principio consideraciones personales y familiares", entre otras. Oltra negó que afectara.