VALÈNCIA (EP). El secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, Martin Griffiths, ha afirmado este jueves que la organización "no puede contribuir a la propuesta unilateral de empujar a palestinos hacia el sur de Gaza", en una clara alusión a los corredores de evacuación abiertos durante horas por Israel para el traslado de gazatíes desde el norte.
Así, ha indicado que la ONU "no ha participado en la llegada de deslazados a ninguna supuesta zona segura en Gaza" y ha alertado de que existen "serias preocupaciones" al respecto.
"En nombre de la comunidad humanitaria a la que represento, puedo decirles que existen preocupaciones por la seguridad de los civiles en las denominadas zonas seguras si no hay acuerdo entre todas las partes sobre su establecimiento", ha manifestado durante su intervención en el Foro de la Paz que se está celebrando en Francia para abordar la situación humanitaria en la Franja de Gaza
"Preocupa que no existan condiciones satisfactorias en ninguna parte de Gaza para garantizar un refugio, alimentos, agua, saneamiento y salud adecuados", ha continuado antes de matizar que esta preocupación se extiende a la "protección de todos los civiles en cualquier lugar de Gaza".
Griffiths ha recalcado la necesidad de un "alto el fuego humanitario" que permita "silenciar las armas con fines humanitarios" y ha insistido en que la cifra de civiles muertos es "devastadora".
Por su parte, la directora de Médicos Sin Fronteras (MSF), Isabelle Defourny, ha advertido de que estas supuestas zonas seguras son en realidad "zonas seguras falsas" y ha afirmado que el 30 por ciento de los muertos se encontraban en el sur.
Previamente, el comisionado general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA), Philippe Lazzarini, ha expresado que la ONU "nunca había registrado tantos muertos en tan poco tiempo durante un conflicto".
"Vamos a pedir ayuda para entrar en Gaza porque de momento sólo entran unos pocos camiones al día", ha manifestado tras recordar el riesgo que supondrá el colapso financiero de la UNRWA para los palestinos.