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la llegada de la universidad europea, pendiente del consell, puede ser la definitiva

'Operación salvar Fundesem': cinco hojas de ruta distintas en cinco años y el frontón del Ivace

12/06/2022 - 

ALICANTE. La posible llegada de la Universidad Europea al edificio de la escuela de negocios alicantina Fundesem Business School (FBS), que analiza en estos momentos el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), dueño del inmueble, puede ser la última oportunidad de salvar la escuela y empezar a reducir la enorme deuda histórica que mantiene con el Consell por el alquiler de su sede, y que a punto estuvo de desembocar en un proceso de desahucio en 2018

Desde que la mala situación financiera de Fundesem, lastrada por la caída de las matrículas a mediados de la anterior década, estalló con la amenaza de un concurso de acreedores, la escuela de negocios ha conocido en el último lustro dos direcciones, y hasta cinco hojas de ruta diferentes para intentar solventar la crisis. Todas ellas se han dado de bruces con el frontón del Ivace y la aplicación del convenio por el cual construyó un edificio cuyo alquiler, a todas luces, está hoy por encima de las posibilidades de Fundesem.

Al borde del concurso en 2018

Las dos primeras intentonas llegaron con la anterior dirección, en la que su vicepresidente ejecutivo Miguel Rosique (el presidente era, hasta su fallecimiento en 2017, el exministro Luis Gámir), tras acumular cinco anualidades impagadas y elevar la deuda con el Ivace por encima del millón de euros, llegó a plantear a los patronos la solicitud del concurso voluntario de acreedores para evitar que la fundación fuese liquidada si el Consell reclamaba la deuda por la vía ejecutiva.

Miguel Rosique, ex vicepresidente ejecutivo de Fundesem, en una imagen de archivo

Rosique intentaba cerrar acuerdos con universidades (tal como había planteado Gámir en su toma de posesión en 2012) que prestigiasen los títulos de Fundesem, para así incrementar los ingresos por matrículas, y al mismo tiempo ofrecía al Ivace asumir las obras de reparaciones pendientes en el edificio, tasadas en 465.000 euros, para 'restarlas' del millón de deuda. Algunos acuerdos se cerraron, como con la universidad online de la Rioja, Unir, pero sin demasiado impacto. Y el Ivace rechazó descontar las obras de la deuda.

La escuela de negocios salvó una bola de partido a principios de 2019, cuando cerró con el Ivace un acuerdo para rebajar el alquiler y refinanciar la deuda durante el resto de vigencia del contrato, que se homologó en el juzgado. Ese acuerdo, no obstante, incluía algunas cláusulas extraeconómicas: Rosique tenía que abandonar la dirección de la escuela, y el Consell colocaba a Paco Candela como hombre fuerte en la cúpula, que desde entonces pasaba a presidir el abogado alicantino Cayetano Sánchez Butrón.

La intentona de la Cámara

El tercer intento llegó ya con el nuevo presidente. Sánchez Butrón no solo se aplicó a incrementar la base social de la escuela con nuevos patronos de peso, sino que canceló la deuda de la escuela con la Cámara de Comercio (que también venía de lejos, tras un acuerdo para no competir en formación que conllevaba el patrocinio de un premio de la Noche de la Economía Alicantina por parte de Fundesem) y cerró un acuerdo para alquilarle parte del edificio para impartir sus propios cursos. 

Sánchez Butrón, Riera y Baño, tras alcanzar el acuerdo para cancelar la deuda con la Cámara

El siguiente paso era que la Cámara llevase a Fundesem su sede, lo que solucionaba varios problemas de golpe: ofrecía un espacio adecuado a la institución, 'encajonada' en la antigua sede de Coepa; dotaba de uso a un edificio sobredimensionado para sus actuales necesidades; y garantizaba unos ingresos a Fundesem que le permitían afrontar holgadamente el pago al Ivace. El problema: el inmueble se construyó para dedicarse exclusivamente a formación (y a ser la sede del Impiva, hoy Ivace, cuestión que no se ha cumplido) sobre suelo municipal cedido para esa función. La Cámara se echó atrás al ver demasiados problemas para que el convenio encajase.

Fundesem crea una SL

Por el camino, Fundesem dio beneficios por primera vez en varios años en el curso 2019/2020, a pesar de la pandemia. Pero eso sí, las obligaciones con el Ivace se han vuelto a desatender por la incapacidad de la escuela para generar recursos suficientes. La cuarta hoja de ruta fue una pirueta societaria que sí se puedo llevar a cabo, pero sin los frutos esperados. La fundación que gestiona la escuela de negocios creó una sociedad limitada a la que traspasó el negocio educativo, de forma que facilitase la obtención de financiación bancaria clásica. Fundesem SL se subrogó el personal y los ingresos y cargas del negocio educativo, a excepción de la 'deuda histórica', que sigue en la fundación.

El presidente de CEV, Salvador Navarro, con Sánchez Butrón en la asamblea de Terciario Avanzado de 2022

A continuación, Fundesem puso a la venta el 49% de dicha sociedad tras valorarla en un millón de euros, con el objetivo de ingresar medio millón que permitiese financiar esa deuda, fundamentalmente con el Ivace. La escuela de negocios esperaba que la vinculación de la marca (auspiciada por el fundador de Ecisa y de la asociación de la empresa familiar Aefa, Manuel Peláez) con el tejido empresarial de la provincia fuese suficiente 'gancho'. Pero fuentes conocedoras de la operación explican que a estas alturas no se ha ingresado ni la mitad de lo esperado

A la espera del Ivace

Y entonces, a finales de 2021, apareció la que parecía que, esta vez sí, iba a ser la cuadratura del círculo que solventase los problemas financieros de la escuela de negocios. Tras varios años intentándolo (ya hubo contactos en la etapa de Rosique como vicepresidente de Fundesem), Fundesem y la Universidad Europea cerraron un acuerdo para que el edificio propiedad del Ivace se convirtiese en el campus alicantino de la universidad privada, que lleva años intentando entrar en la provincia (ya tiene presencia en València).

Representantes de la Universidad Europea presentaron el proyecto al patronato de la escuela en 2021, obteniendo su bendición, y durante los meses siguientes la propuesta de la universidad (cuatro grados de Ciencias de la Salud, incluida odontología, que no se imparte en la provincia) recabó la luz verde de la Aneca (la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación del Ministerio de Universidades) y de las consellerias de Sanidad y Educación. Desde el pasado mes de febrero, todo está a punto a la espera del visto bueno del Ivace.

Júlia Company, directora general del Ivace, en una imagen de archivo.

Porque al ser el dueño del edificio, el organismo dependiente de la Conselleria de Economía tiene que dar el visto bueno. En estos momentos, como desveló Alicante Plaza esta semana, se está a la espera de respuesta a sendas consultas con Abogacía de la Generalitat y Patrimonio, en el sentido de si una universidad privada puede usar las instalaciones. De dar el sí, la Universidad Europea pagaría 180.000 euros al año por ocupar la mitad de la escuela, y se haría cargo de las reparaciones pendientes (que corresponderían al Ivace, en realidad). 

El plan original era comenzar ya en el curso 2022/2023, pero por el camino el Consell autorizó el grado de Medicina que ya había rechazado para la Universidad de Alicante (UA), y la respuesta a las consultas se posterga. La 'voluntad política' es máxima, dicen fuentes próximas a la Conselleria, que hace unos días se reunieron con representantes de la universidad. Sin embargo, Fundesem y la propia Universidad Europea empiezan a ser menos optimistas. La pelota lleva seis meses en el Ivace, y ya han devuelto unas cuantas en los últimos años.

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