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tribuna de opinión

Oportunidad de compra en la banca europea

Para el experto en valores financieros de Lazard Frères Gestion muchos de los bancos llegan ya a mostrar rentabilidades próximas al 10%, cubriendo así sus costes de capital

1/04/2016 - 

MADRID. En su conjunto, los anuncios del BCE deberían tener escasos efectos sobre la evolución a corto plazo de los resultados económicos del sector bancario europeo. En cambio, Mario Draghi ha conseguido mejorar considerablemente la percepción a medio plazo, eliminando un riesgo real para la rentabilidad del sistema, el de una fuerte bajada de los tipos de los depósitos y, por tanto, del margen sobre los depósitos de la banca europea.

De todos los mensajes lanzados por Mario Draghi, cabe destacar el anuncio de que no proseguirá con la bajada de los tipos a los que son remunerados los excedentes de liquidez depositados en el Banco Central Europeo. Esto no sólo debería contribuir a tranquilizar al sector mutualista alemán, muy expuesto a esta problemática, sino que debería tranquilizar también a los bancos de Europa meridional, sobre todo en España y en Italia, donde los créditos son en su mayoría de tipo variable. De hecho, el Euribor a 12 meses ha repuntado durante la sesión de ayer. La bajada de la remuneración de los depósitos de los bancos constituye sin duda una mala noticia para el sector. Pero su amplitud sólo afecta a un 1% o un 2% de los resultados del sector. Por consiguiente, este leve freno a la rentabilidad de la banca europea nos parece más que compensado por la certeza casi total de que el BCE no irá más allá. De hecho, es por este mismo motivo por el que el BCE no ha creído conveniente poner en marcha un mecanismo de segmentación de depósitos dirigido a reducir la incidencia de la bajada de tipos de los depósitos sobre la rentabilidad del sistema.

El otro anuncio de importancia consiste en la puesta en marcha de una serie de nuevos TLTRO con vencimiento a cuatro años. A partir de ahora, los bancos de la zona euro podrán, por primera vez, pedir préstamos a tipo negativo al BCE. Esto debería inmunizar a la banca europea (véase el gráfico 3) y permitirle refinanciar las caídas de los bonos incluso si las condiciones de los mercados para la emisión pudieran seguir siendo poco favorables.

Implícitamente, –y puede ser la señal más importante– también entendemos que el BCE no quiere dañar la rentabilidad del sistema bancario, por lo que ha decidido proporcionarle recursos muy baratos. Su decisión despeja igualmente la amenaza de una remuneración negativa a los depósitos de los particulares. 

Sin embargo, los efectos del anuncio de la inclusión de los bonos corporativos de categoría no especulativa como activos elegibles en el programa de flexibilización cuantitativa, así como su repercusión directa sobre los bancos europeos no son todavía discernibles. De hecho, el BCE no ha especificado aún qué parte del programa de compras destinará a estos nuevos activos elegibles. Esta medida podría presionar de nuevo los márgenes en las grandes financiaciones en un contexto donde estas eran ya bajistas. Permaneceremos atentos a su evolución.

En conclusión, si bien no esperamos que la rentabilidad del sector bancario se vea muy afectada por estas decisiones, creemos que pueden propiciar un cambio de percepción muy favorable.

El sector bancario europeo se está negociando actualmente a niveles casi tan bajos como los de la crisis soberana europea de 2011 o incluso de la quiebra de Lehman Brothers en 2008 (véase el gráfico 4). Muchas preocupaciones están ya, por tanto, integradas en las cotizaciones. El momento de los resultados del sector permanece evidentemente bajo presión a corto plazo, teniendo en cuenta el nivel tan bajo de los tipos de interés. Pero la recuperación europea se confirma y la recuperación de la producción de créditos está reiniciándose.

Al tiempo que se mantiene una fuerte disciplina en materia de selección, vemos en los niveles de valoración actuales del sector una oportunidad a medio plazo, más que un riesgo negativo.

En un mundo donde los tipos son casi nulos, muchos de los bancos llegan ya a mostrar rentabilidades próximas al 10%, cubriendo así sus costes de capital. Partiendo de ese nivel, los mejores bancos deberían llegar a mejorar su rentabilidad económica trabajando, por una parte, sobre su base de costes (reducción de su red de sucursales, digitalización, simplificación de las infraestructuras de las tecnologías de la información y consolidación), y sobre su combinación de ingresos, por otra parte. Más bien antes que después tendrán que aumentar sus comisiones para compensar la erosión de sus márgenes financieros. Pero esto deberá hacerse con condiciones de mercado más sosegadas de lo que lo han sido estas últimas semanas.

Scander Bentchikou es especialista en valores financieros de Lazard Frères Gestion

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