Orgullosa por partida doble

VALÈNCIA. Me siento orgullosa por la decisión política de acogerá los 629 rescatados que está previsto lleguen a Valencia en las próximas horas. Un sentimiento compartido afortunadamente por personas que emitimos en la misma frecuencia. No entraré a valorar ciertos enfoques o  el uso a veces partidista que vislumbro  a veces porque no quiero eclipsar la decisión valiente y humana que ha tomado el recién elegido gobierno nacional y el gobierno local de Valencia. 

Estas son las decisiones que predican con el ejemplo. Estas son las decisiones que nos hacen más humanos. Estas son las decisiones que hacen que me sienta orgullosa de la ciudad donde vivo, del país al que pertenezco y de quienes lo gobiernan.

Ahora solo espero que se trabaje con rigurosidad y profesionalidad y que la llegada del “Aquarius” no se convierta en un circo. Esta semana he visto por redes y he escuchado comentarios que me duelen y me asustan. 

Ese barco del que hablamos transporta a personas con vidas duras y dolorosas, víctimas de unas tramas mundiales y personas que llegan en estados lamentables, indignos e inhumanos.

No creamos ni esperemos que las personas que llegan bajarán a tierra contentos y felices… vienen con unos traumas, depresiones y shocks tremendos y lo que menos necesitan a su llegada son focos y pancartas de bienvenida. Necesitan un trato digno, profesional, respetuoso, tranquilidad, cuidados  y  cariño. Así que espero que se mantenga  la decisión política que ha anunciado que no habrá presencia política ni tampoco de voluntarios que den bienvenidas.  Espero que sea una actuación profesional al 100% porque para ello hay personas preparadas para ello y porque estas personas llegan en situaciones límites. 

No quiero hacer un feo al movimiento voluntario que parece haber surgido en la sociedad civil, pero en esta ocasión me tomaré la licencia de pedir profesionales y no voluntarios.

 Los migrantes que llegan se merecen profesionales preparados que les atiendan y sepan cómo afrontar estos dramas y esta situación. No olvidemos que detrás de la buena noticia de la acogida del Aquarius, está la mala noticia de los migrantes que huyen y que son víctimas de un drama mundial.   Un drama que sigue.  

Orgullo LGTBI

Me siento orgullosa también  porque Valencia celebre el Día del Orgullo como lo hace. Me siento orgullosa que se celebre en la Plaza del Ayuntamiento. Me siento orgullosa por la repercusión que tiene año tras año. 

Me siento orgullosa por el respaldo social que tiene la celebración del Orgullo pero, sobre todo, me siento orgullosa por el respaldo político.

Tantos años han pasado pasando penas para poder manifestarse cuando no recibían los permisos con tiempo, cuando la licencia y autorización para sus fiestas no llegaba hasta el día de antes, horas antes o cuando no se les permitía acceder a determinados lugares públicos . 

Desde hace unos años la Plaza del Ayuntamiento se convierte en el escenario principal de tal evento que visibiliza a todo un colectivo de personas que durante años han estado silenciadas, apartadas o perseguidas. Y este gesto significa mucho más que un espacio. 

Se siguen dando pasos adelante. El Ayuntamiento de València  lanza además, con motivo del Día Internacional del Orgullo LGTBI, una campaña bajo el lema «València, ciudad orgullosa del Orgullo» a favor de la diversidad, visibilidad y respeto al colectivo. 

El día 28 de junio es el Día Internacional del Orgullo Gai pero quienes vivimos, entendemos y aceptamos desde  la normalidad y la naturalidad la diversidad nos sentimos orgullosos y orgullosas durante todo el año.

Además durante este mes y hasta el 7 de julio que tendrá lugar en Madrid la gran manifestación estatal, gracias al apoyo de instituciones públicas y a  iniciativas organizadas por varios colectivos que trabajan el movimiento LGTB, movimiento de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales, la ciudad de Valencia cuenta con varios eventos que visibilizan estas realidades como la Mostra La Ploma, y la manifestación  Festa de l´orgull de Valencia y los Premios Margarida Borràs, entre otros. 

Me siento orgullosa por  tener un gobierno con la sensibilidad social que yo pido y necesito porque yo no sólo quiero un mundo digno para mí. Quiero un mundo digno para todos y todas, sin discriminación de  ningún tipo, ni de raza ni por sexo. No quiero sólo que los míos y las mías no tengan que subirse a un barco sin rumbo y pasar lo que están pasando las 629 personas en esta travesía. Y quiero un mundo donde la diversidad no esté discriminada. Y para ello pido y exijo un gobierno que piense y actúe en consecuencia.  Por ello no solo exijo cierta  la sensibilidad social, también exijo decisiones políticas necesarias para poner en práctica y aplicar determinadas medidas que llevan a cabo y aterrizan las palabras en hechos y con demostraciones.

La semana que viene… más!