ALICANTE. Sobradamente conocidos son los argumentos sobre los que se asienta la decisión de la Generalitat Valenciana de autorizar el grado de Medicina en la Universidad de Alicante, pese a la contrariedad de la UMH. Algunos de estos argumentos ya se dieron hace 10 días, cuando trascendió el anuncio del presidente Puig, junto con las conselleras Carolina Pascual y Ana Barceló, pero este miércoles han trascendido otros tres, que ha desvelado la titular de Innovación y Universidades: Pascual ha confirmado había universidades privadas interesadas en instalarse en Alicante; ha considerado que de no aprobarlo ahora, el informe que avala los estudios, el de la Aneca, dependiente del Ministerio de Educación, podía caducar, y la reversión del Hospital de Torrevieja, permite ofertar más plazas MIR y conveniar prácticas.
La consellera ha abundado en los argumentos ya conocidos como que la pandemia ha evidenciado la falta de médicos; que el Ministerio de Sanidad ya había solicitado que se aumentaron un 10% el número de plazas; que la provincia de Alicante era la más desequilibrada en plazas; que había una extensa demanda para estudiar Medicina y que había que fortalecer el sistema público de sanidad valenciano con la formación de nuevos médicos. Hasta ahora, todo era sabido. Sin embargo, este miércoles ha desvelado nuevos datos.
En una entrevista en Radio Alicante, la titular de Innovación ha confirmado que a su despacho ya había llamado la puerta una universidad privada para ofertar estudios de Medicina y de Salud en la provincia y que ante este interés, la Generalitat decidió priorizar la propuesta de la Universidad de Alicante, que era de 2016 y que contaba con los informes favorables. Pascual ha advertido que la aprobación de los estudios de Medicina de Alicante no impide que se pueda instalar cualquier otra universidad de carácter privado, pero ha insistido que la Generalitat buscaba reforzar la provincia de Alicante con más oferta y el sistema sanitario, ante la gran jubilación de galenos que se producirán en 2027 y la experiencia de la pandemia.
Como segundo argumento novedoso, Pascual ha reconocido que los informes favorables que tenía la UA para Medicina, como el de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca), organismo dependiente del Ministerio de Educación y responsable de autorizar las nuevas titulaciones en las universidades, podía caducar, o caer en un limbo legal, en caso de tener que iniciar, de nuevo el proceso. Y ante este contexto, ha reconocido Pascual, la Generalitat decidió aprovechar que la UA tenía todos los informes a favor, el de la Aneca, y el de la la Agencia Valenciana de Evaluación y Prospectiva (AVAP), que además es quien debe supervisar la puesta en marcha del Grado de Medicina en el campus de San Vicente.
También ha indicado Pascual que la reversión del Hospital de Torrevieja abre la puerta a que se incremente el número de plazas de MIR y a que haya una nuevo centro público con el que conveniar las prácticas, algo que no pasaba en el pasado, cuando el hospital, aunque público, lo gestionaba el Grupo Ribera.
Por último, la consellera de Innovación y Universidades ha lamentado que la UMH y la UA no llegaran a un acuerdo en julio de 2019 y en los meses posteriores cuando se les requirió para buscar una solución satisfactoria para los dos partes. Ha reiterado que la UMH nunca solicitó la ampliación de plazas de Medicina y que no se puede comparar la decisión de 1996 con la actual porque, según ha dicho, "aquí no le ha quitado nada a nadie".