VALÈNCIA. España es el país de Europa en el que más tratamientos de reproducción asistida se realizan: en el último informe publicado por la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE, en sus siglas en inglés) se contabilizaban hasta 110.000 tratamientos en solo un año.
Una de las técnicas de reproducción asistida más habituales es la Fecundación In Vitro, que consiste en extraer los óvulos de los ovarios de la mujer, mediante punción folicular, para fecundarlos con los espermatozoides del varón. Después, los embriones conseguidos en el laboratorio se transfieren al útero de la mujer para conseguir el embarazo.
La Fecundación In Vitro tiene cada vez más posibilidades de éxito gracias a avances tecnológicos y médicos como la inyección intracitoplasmática (ICSI), que consiste en introducir el espermatozoide directamente en el interior del óvulo a través de una microinyección; o el sistema Geri, que permite la captura continuada de imágenes (“time-lapse”) para obtener información más detallada y completa sobre cada embrión. De esta forma, es posible seleccionar los de mayor calidad, aumentando la tasa de éxito de implantación y reduciendo el riesgo de embarazo múltiple.
Alrededor de un 15% de las parejas en edad fértil tiene problemas para conseguir un embarazo de manera natural. La mayoría de los problemas de infertilidad son causados por una enfermedad, un accidente, una lesión o un problema congénito.
Pero la fertilidad, especialmente en el caso de la mujer, también se ve reducida drásticamente a partir de los 35 años. Por eso, y debido cambios en los hábitos de vida y en la estructura de la sociedad que retrasan la maternidad, cada vez más mujeres deciden ser madres pasados los 40 años, cuando su función ovárica está dañada, sus óvulos tienen menos calidad y el riesgo de aborto o de tener un hijo con anomalías genética es más elevado.
Esto hace que muchas de ellas recurran a la ovodonación, una técnica de reproducción asistida que les permite ser madres empleando óvulos de una donante anónima.
Se estima que, alrededor de un tercio de todos los ciclos de reproducción asistida de alta complejidad que se realizan en nuestro país, corresponden a programas de ovodonación. Y en clínicas con gran experiencia como Quirónsalud Valencia, alrededor de un 37.5% de los ciclos de reproducción asistida fueron realizados con donación de ovocitos.
Pero, ¿en qué consiste esta técnica y por qué su porcentaje de éxito es tan elevado?
La ovodonación es una técnica de reproducción asistida que se asemeja a la Fecundación In Vitro, aunque, en lugar de utilizar los ovocitos de la paciente, se usan los ovocitos de una donante anónima y los espermatozoides son de la pareja receptora. En mujeres que afrontan la maternidad en solitario, puede utilizarse tanto óvulos como esperma de donante.
La ovodonación está indicada para mujeres sin función ovárica. Tal y como explican Javier Díaz y María Sebastián, jefe del Instituto de Reproducción Asistida y especialista de la Unidad de Reproducción Asistida de Quirónsalud Valencia respectivamente, este grupo incluye a "mujeres menopáusicas con fallo ovárico prematuro por haber recibido radioterapia en la zona pélvica o tratamientos de quimioterapia, extirpación de los ovarios, trastornos hereditarios, autoinmunes y enzimáticos, y a mujeres que sufren fallo ovárico primario porque, llegada la pubertad, no menstrúan debido a enfermedades como el síndrome de Turner o la disgenesia gonadal pura".
La ovodonación también está recomendada en mujeres que han sufrido fallos de implantación o abortos de repetición en ciclos de reproducción asistida previos, y para mujeres con edad elevada.
"Estas dos últimas indicaciones están muchas veces estrechamente unidas, y la mayor parte de nuestras pacientes las incluyen. De hecho, alrededor de un 75% de las pacientes en el programa de donación de óvulos de nuestra Unidad tienen 40 años o más”, indican los especialistas.
Los programas de ovodonación ofrecen los mejores resultados de embarazo. Según datos de la Sociedad Española de Fertilidad, mientras que en un ciclo FIV con ovocitos propios en pacientes de 40 o más años el porcentaje de embarazo es del 14%, alrededor del 55% de las transferencias con ovocitos donados consiguen gestación en su primer intento.
La ovodonación es un proceso seguro y con todas las garantías. Aun así, a muchas mujeres les preocupa cómo se seleccionan las donantes, algo que, por otra parte, es fundamental para garantizar el éxito del proceso.
En España, la donación de óvulos es un acto anónimo, voluntario y altruista, regulado en el Real Decreto 412/96 sobre los protocolos obligatorios de estudio de los donantes y en la Ley 14/2006 de 26 de mayo sobre Técnicas de Reproducción Asistida.
Todas las donantes son mujeres jóvenes, de entre 18 y 35 años, en buen estado de salud físico y psíquico, y sin antecedentes familiares de enfermedades genéticas transmisibles.
Antes de donar sus gametos, las donantes se someten a un exhaustivo estudio de su historial clínico, a una exploración física y a una serie de analíticas y pruebas. "También se les realizan diferentes pruebas para descartar enfermedades infecciosas y un estudio de compatibilidad genética para conocer si es portadora de alguna enfermedad autosómica con el fin de evitar que el otro progenitor también lo sea", nos explican desde Quirónsalud Valencia.
La elección de la donante es siempre responsabilidad del equipo médico, tal y como especifica el Art.6.4., de Ley 14/2006, y en ningún caso a petición de los pacientes. Se intenta buscar siempre la máxima similitud entre la donante y la receptora respecto a rasgos físicos (complexión física, raza, color de piel, color de ojos, tipo y color de cabello) y compatibilidad inmunológica (grupo sanguíneo y factor RH), lo que aumenta el porcentaje de embarazo.
Durante la ovodonación, la donante se somete al mismo proceso de estimulación ovárica y punción folicular que en una Fecundación In Vitro convencional. El objetivo, en ambos casos, es extraer el mayor número de óvulos maduros.
"Tras varios controles ecográficos, cuando los folículos alcanzan los 17-18 mm., se programa la punción folicular, que se realiza en quirófano y con sedación", nos explican los expertos de Quirónsalud Valencia. El proceso es sencillo y apenas dura 20 minutos.
Como media, se extraen alrededor de 20 ovocitos, pues se trata de mujeres normo o hiperrespondedoras, pero no todos sirven. De hecho, una de las claves de la ovodonación es eliminar los ovocitos inmaduros o atrésicos y seleccionar aquellos de mayor calidad para ser fecundados gracias a técnicas como el sistema Geri, sobre el que ya hemos hablado.
Los ovocitos obtenidos tras la punción folicular pueden ser vitrificados para ser utilizados más adelante o ser inseminados en el laboratorio el mismo día de la extracción, con el semen de la pareja o de un donante.
En el segundo caso, la donante y la receptora comienzan su ciclo de reproducción asistida juntas para que, cuando se extraigan los gametos de la primera, la segunda tenga su útero receptivo. Por ello, es necesario sincronizar los ciclos menstruales de ambas, generalmente con anticonceptivos orales.
Alrededor del 75% de los ovocitos obtenidos son vitrificados o inseminados. "Una vez fecundados, se dejan en cultivo entre 3-6 días para programar la transferencia embrionaria de manera simultánea o se pueden vitrificar los embriones para preparar a la receptora. Un embrión en día cinco tiene más posibilidades de implantarse que en día tres, simplemente porque está más desarrollado, así que, si transferimos el embrión en día cinco, estamos ofreciendo a la paciente mayores probabilidades de éxito”, aclara Laura Mifsud, experta embrióloga y jefa del laboratorio del Instituto de Reproducción Asistida de Quirónsalud Valencia.
La preparación endometrial de la receptora depende de si tiene o no función hormonal y de las recomendaciones de los especialistas. "Se puede preparar a la receptora en un ciclo natural sin medicación (aquí debe tener la paciente función ovárica preservada) o preparar con terapia hormonal en la que se administran estrógenos y progesterona", indican los especialistas.
Una vez seleccionado el momento preciso, los embriones se transfieren al útero de la paciente con una cánula especial. Después, esta permanece en reposo media hora y, tras ello, puede reanudar su actividad cotidiana a la espera de confirmar el esperado embarazo.