VALÈNCIA (EP) El Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia ha destacado que están registrando pérdidas económicas de entre el 40 y el 70% en ingresos y en producción, pese a que durante el estado de alarma están legitimados a abrir estos negocios por prestar un servicio esencial.
"El sector está abierto pero a la gente se le está recomendando una movilidad reducida, así como una forma de consumo determinada a los clientes --lo que nosotros entendemos que es necesario--, pero que está perjudicando a las cajas de las panaderías", ha asegurado el presidente de este gremio, Juanjo Rausell, en declaraciones a Europa Press Televisión.
Algunos de estos negocios han llegado a facturar diariamente en la ciudad de València alrededor de 1.400 euros, y ahora tienen unos ingresos que no superan los 300. Pese a que esta incidencia es diferente según el barrio o la zona donde trabaja cada panadería, habrá comercios que se hayan visto incluso "más afectados" por el descenso de las ventas, según ha detallado Rausell.
Por ello, algunas de las empresas dedicadas a este sector han tenido que aplicar expedientes de regulación de empleo en sus plantillas. "Mantener una estructura de trabajadores con esos ingresos me parece que es imposible", ha añadido Rausell.
En este sentido, el sector ha celebrado que finalmente se haya incluido a las panaderías en el real decreto del Gobierno ICO- Covid-19, ya que en el primero sólo podían acceder a estos beneficios financieros los sectores en los que había aplicado un ERTE total en sus plantillas.
El gremio de panaderos no estaba incluido en este paquete de líneas de crédito a las empresas afectadas por la crisis sanitaria, algo que les pareció que, desde un primer momento, era "injusto" dado que estas empresas han recalcado que también se estaban viendo afectadas por falta de liquidez, pese a la apertura de sus negocios.
"Ahora se ha aprobado en el último real decreto que sea abierto a toda la industria afectada económicamente por el coronavirus, y parece ser que nos vamos a poder acoger a estas condiciones que son más ventajosas", ha indicado Rausell, quien ha mostrado satisfecho ante este refuerzo económico anunciado por el Gobierno.
Las perspectivas del sector de las panaderías y pastelerías no son muy esperanzadoras y pronostican un futuro "demasiado oscuro". "El principal problema es la inmediatez, ya que hay gente que el dinero de ayer le hace falta hoy", ha explicado Rausell quien considera que, tras la emergencia sanitaria, en el 'post Covid' será muy "complicada" la vuelta a la normalidad comercial.
"Nosotros somos locales de barrio y cuando se vuelva a la normalidad, los barrios se van a ir activando pero con un nivel monetario bastante menor de lo que tenían", ha añadido.
Respecto a la recuperación del consumo, el sector considera que va a ser "más duro" al ser productores "estacionales" que dependen en gran medida de las festividades: "Nos hemos comido las Fallas, Semana Santa, y nos comeremos San Juan. Si llegamos 'vivos' a la festividad de Sant Dionís en Valencia, lo intentaremos enlazar con Navidades".
Asimismo, desde el sector también han mostrado su preocupación ante la respuesta de la hostelería con respecto a la facturas pendientes con los proveedores del sector de panadería o distribución, ya que desde el gremio han alertado que "si no se hacen esos pagos la gente no tendrá liquidez".