ALICANTE. Panama Jack, una de las empresas de calzado más icónicas de Elche, capeó el temporal de la pandemia del coronavirus y el consiguiente cierre de mercados mejor que la media de su sector. Así lo reflejan las cuentas anuales de la empresa para el ejercicio 2020/2021, que la firma cierra en abril y que por tanto recogen el impacto tanto de la primera como de la tercera ola de la pandemia, las más virulentas y las que más restricciones al comercio acarrearon.
Según las citadas cuentas, Panama Jack facturó 72,5 millones de euros el último ejercicio, un 10% menos que el anterior (80,75 millones de euros en el año fiscal cerrado en abril de 2020, que ya incluía el impacto de las primeras semanas de confinamiento). En este sentido, la caída del negocio de Panama Jack en los dos últimos años ha sido del 20% desde los 90 millones que facturaba en 2019. En 2021, el 41% de su facturación correspondió al mercado nacional y el 59% restante a la exportación, con un peso destacado de la Unión Europea. Una composición de las ventas muy similar a la del año anterior.
La caída de las ventas de forma más o menos equitativa en todos los mercados donde opera la firma que creó las botas amarillas más icónicas del mercado no ha afectado a su rentabilidad, no obstante. Las distintas medidas adoptadas por los propietarios y administradores de la empresa, el matrimonio formado por Antonio Vicente y María José Martínez, han permitido que Panama Jack no solo mantenga el beneficio registrado en 2020 sino que incluso lo mejore ligeramente, tal como se destaca en el informe de gestión.
De esta forma, Panama Jack se anotó un beneficio neto de 9,04 millones de euros en abril de 2021, algo por encima de los 8,75 millones que ganó en abril de 2020. La crisis sanitaria "ha supuesto una bajada en el volumen de ventas puesto que el sector retail ha sido uno de los más afectados. Sin embargo, esta bajada en las ventas se ha acompañado de un ajuste en los niveles de compras acorde a esta reducción, así como una importante reducción en otro tipo de gastos de explotación, lo cual ha permitido mantener el resultado en el nivel del año anterior, en incluso mejorarlo", indica el informe adjunto a las cuentas.
En este sentido, las cuentas recogen que Panama Jack llevó a cabo un ERTE por fuerza mayor entre marzo y septiembre de 2020, que afectó a 29 de los 81 empleados de su plantilla antes de la pandemia. No obstante, la firma de Vicente no necesitó recurrir a financiación adicional a través de los créditos ICO. Tampoco utilizó ninguna de las medidas adicionales habilitadas por el Gobierno para ayudar a las empresas cuya actividad se vio afectada por la pandemia.
Durante el citado ejercicio, como ha contado Alicante Plaza, los propietarios de Panama Jack procedieron a reestructurar el grupo del que forma parte, Grupp Internacional. La firma de calzado absorbió a sus filiales de marketing, Corporate Marketing Consulting, y comercio minorista, Patcasa, en septiembre de 2020, para unificar toda la actividad relacionada con Panama Jack en una sola sociedad, y dejar al margen exclusivamente la rama inmobiliaria, Garganta Construcciones.
Antonio Vicente posee el 75% de las acciones de la sociedad 'holding', mientras que su esposa es la titular del 25% restante. Ambos, como contó este periódico en su día, comparten la responsabilidad de la administración del grupo desde 2017. Grupp Internacional, que a su vez tiene el 100% de Panama Jack y ejerce como administrador único. Al cierre del ejercicio, la firma de calzado destinó el beneficio íntegro a reservas, pero a la vez, repartió un dividendo de 9 millones a su socio único, Grupp International, con cargo a esas mismas reservas.
