VALÈNCIA (EP). Los partidos, coaliciones y demás candidaturas recibirán 21.167,64 euros por cada escaño del Congreso y del Senado que consigan en las elecciones generales de este domingo.
Es la misma cantidad que en 2016 y que en los comicios de abril de 2019, si bien suponen 6.350,29 euros más que en las últimas legislativas, las del 10 de noviembre de 2019. Y es que esta subvención se recortó entonces un 30% hasta los 14.817 euros al tratarse de una repetición electoral por falta de acuerdo para investir presidente del Gobierno.
Además, las candidaturas percibirán 81 céntimos por cada voto al Congreso que se traduzca en escaños y otros 32 céntimos por papeleta al Senado que logre representación, según lo establecido por el Ministerio de Hacienda en una orden ministerial.
Ese mismo documento fija también el límite de los gastos electorales, que es una cifra es variable pues depende de las listas que se presenten. Para estos comicios será el que resulte de multiplicar por 0,37 euros el número de habitantes correspondiente a las poblaciones de derecho de las circunscripciones donde se presente cada partido, federación, coalición o agrupación.
Como es habitual, el Estado subvencionará también a las candidaturas los gastos electorales originados por el envío directo y personal a los electores de sobres y papeletas electorales o de propaganda y publicidad electoral.
En concreto, se abonarán 23 céntimos por elector en cada una de las circunscripciones en las que se haya presentado lista a Congreso y Senado, pero solo tendrán derecho a percibir esta subvención por 'mailing' aquellas formaciones que logren formar grupo propio en la cámara correspondiente. Hacienda aclara, además, que esta subvención no estará incluida en el límite de gastos electorales, siempre que se justifique la realización efectiva de la actividad.
En los últimos comicios legislativos las cantidades abonadas a los partidos fueron menores porque la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) determina que la repetición de elecciones por falta de investidura conlleva una reducción tanto de las subvenciones como del límite de gasto que deben cumplir los partidos.