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Sólo José Vicente González confía en la salvación de Cierval

17/12/2016 - 

VALENCIA. Cuatro meses. Es el nuevo plazo con el que contará la patronal autonómica Cierval para evitar la liquidación. Su salvación depende del nivel de compromiso que estén dispuestas a asumir las patronales de Castellón (CEC) y Alicante (Coepa), cuyas deudas han obligado a Cierval a reconocer un agujero de 1,5 millones de euros y pedir el preconcurso de acreedores.

Sin embargo, la esperanza que aún alberga José Vicente González para mantener a flote a la patronal choca de bruces con la realidad de los últimos hechos. En particular, con el paso atrás de Coepa para aprobar una reforma estatutaria que garantizaría la continuidad de Cierval y que se había comprometido a apoyar apenas un mes antes. González les instó este viernes a arrimar el hombro todos por igual, pero prácticamente nadie excepto él mismo confía ya en reconducir la crisis de la patronal.

Para el presidente de Cierval, la amenaza de una liquidación en cadena debería servir -esta vez sí- para forzar en los próximos cuatro meses un plan de viabilidad creíble, pero el punto de partida es el peor posible. Esto es, a la desconfianza mutua que ha creado que Coepa se descolgase de un acuerdo en teoría ya cerrado se suma la posición de firmeza que ha adoptado la CEV, que ya no está dispuesta a correr riesgos en el rescate de Cierval ni aunque se vuelva a los puntos que motivaron el apretón de manos del pasado 9 de noviembre. Hasta tal punto es así, que ya no descarta tener que abandonar la organización.

Acuerdo para reformar los estatutos de Cierval, roto apenas un mes después

Este viernes, tras participar en el largo comité en el que se acordó solicitar el preconcurso de acreedores, el presidente de Coepa opinó que el futuro de Cierval ha de ir en una dirección completamente opuesta a la prevista en ese acuerdo. Francisco Gómez apostó por una Cierval con menor estructura y menos competencias en beneficio de sus patronales provinciales, justo lo contrario de lo previsto en la reforma que se comprometió a apoyar.

Para el presidente de la patronal alicantina, Cierval debe reducir sus gastos y "renovar personas", por lo que se mostró partidario de la salida de José Vicente González. "Las personas hay que cambiarlas y tenemos que ser más transparentes y tener una visión distinta: de integración y de trabajar en conjunto, y no como la de ahora, que no es adecuada", opinó en declaraciones a la Agencia EFE.

Consultadas al respecto, fuentes presentes en la reunión que celebró este viernes el comité de Cierval aseguraron que Gómez no solicitó el relevo de Cierval en el transcurso de la misma.

Un problema de dinero

Con Coepa recién salida del concurso de acreedores y la CEC a punto de declararse insolvente, la única solución que se antoja viable a juicio de la mayoría de empresarios integrados en Cierval es que las dos organizaciones puedan realizar una derrama entre sus asociados.

No obstante, al mismo tiempo que se plantea esa posibilidad se reconoce la práctica imposibilidad de llevarla a cabo habida cuenta de la desconexión existente entre la mayoría del empresariado y las cúpulas de las patronales territoriales, particularmente en Castellón.

Las reticencias de la patronal de Alicante para comprometerse con la reforma de estatutos prevista en Cierval surgen por la reducción de ingresos que implicaría. Esa reforma se basa en la entrada de federaciones sectoriales y empresas directamente asociadas que contribuirían a sostener económicamente a Cierval, pero a costa de que las entidades fundadoras cedieran poder en la asamblea.

CEC, Coepa y la CEV pasarían a tener un 10% de los vocales de la asamblea por los que no tendrían que pagar cuotas aunque sí tendrían derecho de voto, algo que también desaprueban las federaciones sectoriales de la provincia de Valencia.

De salir adelante esos porcentajes, las patronales territoriales verían reducidos sus ingresos por participación institucional, las subvenciones que Cierval recibe para financiar su actividad y que posteriormente reparte entre las provinciales en función de su representatividad.

Coepa ha elaborado el plan de viabilidad que le ha permitido superar el concurso de acreedores con una previsión de ingresos de la ley de participación institucional basada en el 36% de los vocales que ahora controla en la asamblea, por lo que aprobar la reforma estatutaria tal y como estaba prevista supondría automáticamente reducir sus ingresos y, por tanto, incumplir su plan de viabilidad.

José Vicente González. Foto: KIKE TABERNER

Más sorpresas desde Castellón

Uno de los mayores inconvenientes a los que se enfrenta Cierval en los próximos meses es la incertidumbre sobre los procesos judiciales y administrativos abiertos contra la CEC y Coepa, que podrían deparar nuevas sorpresas desagradables que complicasen aún más su situación.

De hecho, según admitía González este viernes, el comité y la junta de la patronal autonómica han tenido que formular de nuevo las cuentas de 2015 para cargar todos los saneamientos pendientes de los pufos que han ido aflorando en Castellón. La CEC debe 895.186 euros, de los cuales 126.000 corresponden a cuotas que pretende que Cierval le perdone y el resto son devoluciones de subvenciones de las que se ha tenido que hacer cargo Cierval.

Mientras, la deuda de Coepa, de la que Cierval ya aceptó una quita del 95%, asciende a 597.620 euros. Con ello, tras reconocer 600.000 euros más de pérdidas que se suman a las de 905.000 que ya fueron recogidas en el Comité ejecutivo del 21 de junio y provisionadas, la asamblea general que la patronal autonómica celebra el día 21 tendrá que pronunciarse sobre unas cuentas de 2015 con un resultado negativo de 1,5 millones de euros.

Además, a diferencia de lo que ocurrió en junio, este viernes se decidió incluir en la versión definitiva de las cuentas una referencia al proceso penal en el que Cierval figura como imputada por presunto fraude en subvenciones en dinero gestionado por la patronal de Castellón, otro de los problemas de desenlace incierto que provocan que cada vez menos empresarios crean en las opciones de salvación de Cierval.

De hecho, los informes jurídicos y económicos encargados por la CEV para valorar la viabilidad de una eventual fusión con la patronal autonómica Cierval desaconsejaron la operación por los riesgos que comportaría para la organización empresarial de Valencia, heredera de las obligaciones de la autonómica.

Es por ello que sus representantes en el comité de Cierval, tras constatar la "manifiesta imposibilidad de pactar con Coepa y la CEC, instaron este viernes la declaración del preconcurso con el objetivo de salvaguardar "la responsabilidad de los miembros de los órganos  de gobierno de la CEV en Cierval, así como la integridad, prestigio y reputación de la propia CEV".

Tras meses dándole vueltas a la manida refundación de la patronal autonómica, lo único que parece seguro es que sus socios volverán a apurar los plazos para decidir si la patronal de la Comunitat va a liquidación. El desenlace llegará en plenas Fallas.

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