VALÈNCIA (EP). La implementación de peajes en todas las autovías españolas requeriría de un pago por kilómetro por parte de los usuarios de entre 3 y 5 céntimos por kilómetro con el fin de acabar con el gran déficit que hay actualmente en la conservación de carreteras, lo que repercute en una menor seguridad de las mismas.
Según señala a Europa Press la Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras (Acex), esta tarificación sería suficiente para mantener las carreteras en buen estado y siempre contando con las comunidades autónomas para tomar cualquier decisión final respecto a los peajes.
Esta última reivindicación responde al hecho de que, en caso de imponer peajes en las autovías, muchos usuarios acabarían desviándose a las carreteras nacionales y comarcales que gestionan las comunidades por ser gratuitas, siendo estas precisamente las que peor conservadas están.
En concreto, Acex destaca que la situación en estas carreteras es realmente preocupante, ya que llevan más de diez años sin invertir en obra nueva por la falta de presupuesto, pudiendo destinar los pocos recursos con los que cuentan a actuaciones de conservación concretas.
Ante esta situación, el Gobierno de España se está planteando la introducción de un peaje en todas las autovías del país con el fin de hacer frente a un déficit en conservación que ronda ya los 8.000 millones de euros y ya ha prometido a Bruselas que llevará a cabo la medida.
No obstante, el Gobierno ya ha insistido en varias ocasiones que cualquier cambio en este sentido tendrá que contar con el consenso económico, político y social suficiente. Por el momento, los partidos no han dejado claras sus posiciones.
Tras la directrices apuntadas por Europa en el marco de la última gran crisis financiera, Portugal introdujo peajes en toda su red de alta capacidad, no solo para vehículos pesados, como requería Bruselas, sino en todos ellos, incluidos los ligeros, es decir, a todos los ciudadanos.
En España, lejos de introducir peajes, las políticas han ido en sentido contrario, en no renovar las concesiones que llegaban a su fin, lo que ha permitido liberar de peajes varias autopistas que ahora son gratuitas. Además de en Portugal, en Francia e Italia prima el pago por uso, mientras que en Alemania todas las autopistas son gratuitas.
La implantación de un peaje medio en España de 4 céntimos por kilómetro supondría un pago de 9 euros para ir desde Madrid a Burgos, de 12 euros para viajar entre la capital y Zaragoza, de unos 14 euros para ir hasta València, 15 a Córdoba, 16 euros a Badajoz o 22 euros a La Coruña.
A pesar de estos precios, los beneficios, según la patronal de la construcción Seopan, que ha sugerido en alguna ocasión un peaje de hasta 9 céntimos, son claros: ingresos de 12.649 millones de euros anuales por tarificación, Hacienda ingresaría 4.700 millones de euros por IVA, Impuesto de Sociedades e IBI cada año y el conjunto de las administraciones públicas obtendría un pago uno anual de 4.827 millones de euros durante un periodo de 25 años.
Para Acex, lo más importante es que cualquier peaje tenga carácter finalista, es decir, que todos los ingresos que se obtengan del pago por uso de las autovía vaya destinado exclusivamente a la conservación de las carreteras, para hacerlas más seguras y eficientes.