VALÈNCIA (EP). El presidente nacional de Asaja, Pedro Barato, ha sido reelegido vicepresidente del COPA, la principal organización de los agricultores europeos, en las elecciones celebradas en Bruselas este viernes, 27 de septiembre, según informa en un comunicado.
En concreto, como presidente de la organización ha sido elegido por mayoría el presidente de la Confederación General de Agricultura Italiana (Confagricultura) Massimiliano Giansanti, de la organización homóloga de Asaja en Italia.
Barato, tras su reelección, ha destacado la urgencia de "garantizar la soberanía alimentaria de la UE y proteger los ingresos de agricultores, ganaderos y silvicultores", sectores que considera fundamentales.
También ha subrayado la importancia de impulsar la biotecnología y las Nuevas Técnicas Genómicas (NGT, por sus siglas en inglés) como "herramientas clave para alcanzar una sostenibilidad económica, social y ambiental".
Barato también ha remarcado la necesidad de "renegociar los acuerdos comerciales con cláusulas de reciprocidad que aseguren condiciones justas para los productores europeos", y ha instado a "aumentar el presupuesto de la PAC, adaptándolo a la inflación, así como a implementar un plan de choque que permita mitigar las distorsiones del mercado provocadas por las exportaciones de Ucrania y las condiciones climáticas extremas, como sequías e inundaciones".
Durante su intervención, ha hecho hincapié en la urgencia de regular el mercado de carbono para que agricultores y silvicultores se vean recompensados por la captura y reducción de emisiones.
Respecto a la protección de los ganaderos, ha exigido una "modificación inmediata de la Directiva Hábitats para controlar la presencia de grandes carnívoros, como lobos y osos, que ponen en riesgo la actividad ganadera", al tiempo que ha rechazado el desarrollo de proteínas de laboratorio como sustituto de la ganadería tradicional y ha solicitado la prohibición del uso del término 'carne' para estos productos sintéticos.
Por último, Barato ha subrayado la importancia de garantizar un sistema de regadío eficaz, moderno y con infraestructuras hídricas para su almacenaje, "especialmente en un contexto de cambio climático, para asegurar la viabilidad de las explotaciones agrícolas y evitar el abandono de las zonas rurales".