VALÈNCIA. (VP/EP) El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido a los ciudadanos que se preparen emocionalmente para el final de la próxima semana porque "llegarán días muy duros" y ha advertido: "Lo peor está por llegar".
Así lo ha manifestado esta noche, durante una comparecencia que ha comenzado cerca de las nueve y media en la que está haciendo balance de la primera semana de aplicación del decreto por el que se declaró el estado de alarma.
Con su discurso, Sánchez ha tratado de preparar a los ciudadanos para los momentos más duros que ha anunciado que están por llegar. "Estamos en un momento muy crítico y van a llegar días muy duros, para los cuales nos tenemos que preparar desde el punto de vista psicológico, emocional".
Y ha situado los peores momentos a finales de la próxima semana, cuando ha pedido a los españoles que lleguen a esa fecha "muy fuertes, muy fuertes". "Todavía debemos recibir el impacto de la ola más dura que pondrá a prueba todas nuestras capacidades morales", ha transmitido con emoción.
Ha reclamado a los españoles que estén "unidos" ahora que va a "llegar la ola", mientras su país, ha dicho, los protege para evitar que se contagien y lograr "aplanar la curva" manteniendo "la moral de victoria".
Admite que la "dureza" de las próximas semanas va a cambiar a la gente: "De nosotros depende que nos cambie para bien". Ha dejado claro que el riesgo "está en todas partes" y de ahí el confinamiento general que ha decretado.
Durante su intervención, Pedro Sánchez ha admitido que España es uno de los países más afectados de Europa por la pandemia y ha reconocido que el virus tiene varias particularidades diferentes de los de la gripe común y es que se propaga mucho más deprisa que ésta y su letalidad es más alta.
Por ello, ha insistido en la necesidad de cumplir con las medidas adoptadas por el Gobierno de confinamiento de los ciudadanos. De hecho, una de las mayores preocupaciones que ha transmitido esta noche es la de "ganar tiempo", que se necesita por dos motivos. Por un lado, para preparar el sistema sanitario para poder atender a todos los infectados y, por otro, para lograr que se encuentre una vacuna.
Por estos motivos, ha dejado claro que no va a polemizar con otras administraciones o con los presidentes de las comunidades autónomas, señalando que su deber es "mantener la unidad". "Nadie de mi Gobierno va a polemizar" con ningún adversario político, porque el enemigo de todos es el virus, ha recalcado.
En la víspera de su segunda videoconferencia con los presidentes autonómicos tras la declaración del estado de alarma, Sánchez ha asegurado que no va a gastar "un segundo" de su tiempo en "reproches" a otras administraciones, pese a que tanto el president de la Generalitat catalana, Quim Torra, como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se han quejado de que desde Sanidad se les estaba dificultando el acceso a material sanitario.
Ha afirmando que estas cosas le parecen menores anta la situación "crítica" en la que estamos. En este contexto, ha apuntado que si alguien marca distancias con el Gobierno, se acercará con la mejor intención y si alguien polemiza, tratará de conciliar.
Pedro Sánchez ha asegurado que esta es una "catástrofe" para la que la Humanidad no estaba preparada y ha apuntado que los líderes mundiales reconocen que esta situación es la más grave desde la Segunda Guerra Mundial. Incluso ha expuesto que en España, solo los muy mayores, los que vivieron la guerra, guardan en su memoria situaciones colectivas más duras que las presentes.
El resto de generaciones, ha añadido, nunca había tenido que hacer frente a algo "tan duro y difícil" y cree que es en la adversidad cuando se demuestra de verdad de qué materia estamos hechos.
"Cuando todo esto pase, y va a pasar pronto, sabremos si somos generosos o valientes, si nos limitamos a quejarnos o si fuimos los que ayudamos a combatirlo", ha precisado.
Ha insistido también en que todos los países del mundo sufrirán el embate de la pandemia y ya están adoptando medidas extremas. Y aunque ha admitido que España es uno de los países donde la crisis es más grave, junto con Italia, tampoco ha dado una explicación clara del por qué.