VALÈNCIA (EP). La flamante presidenta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo (TS), Isabel Perelló, ha exigido respeto al trabajo de los jueces, subrayando que "ningún poder del Estado puede dar instrucciones" a los magistrados, al tiempo que ha pedido evitar "ataques injustificados", destacando en concreto la "excelente labor" del TS.
"En esta nueva etapa que hoy se inicia quiero hacer un llamamiento a las diferentes fuerzas políticas y a los poderes del Estado para que respeten el trabajo que los jueces y magistrados realizan", ha dicho en su primer discurso desde su llegada al cargo el pasado martes, en el marco de la apertura del año judicial, celebrado este jueves en el Tribunal Supremo y presidido por el Rey Felipe VI.
Perelló ha querido dejar claro que "ningún poder del Estado puede dar indicaciones ni instrucciones a los jueces y magistrados sobre cómo han de interpretar y aplicar el ordenamiento jurídico". "Solo aquellos estados en los que la división de poderes está garantizada son realmente estados de derecho, de ahí la importancia de salvaguardar la independencia judicial frente a posibles injerencias externas", ha añadido.
En este sentido, ha indicado que, si bien "las resoluciones judiciales son suceptibles de crítica", "las críticas y discrepancias nada tienen que ver con la descalificación y el insulto", por lo que ha pedido "evitar ataques injustificados".
Sus palabras han sido recibidas con entusiasmo en el alto tribunal -"como un balón de oxígeno"-, en el contexto de una "época difícil" para la judicatura por los "ataques" lanzados desde la esfera política contra su desempeño, según las fuentes consultadas por Europa Press.
Algunas voces incluso han descrito como "valiente" la actitud de Perelló al expresarse con tanta claridad ante representantes del Gobierno, como el ministro de Justicia, Félix Bolaños, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que estaban presentes en el acto.
Ello tras un curso judicial marcado por las acusaciones de lawfare contra jueces y magistrados por perseguir el 'procés' y tras los sucesivos llamamientos desde el Ejecutivo al Judicial a respetar la voluntad del legislador con la ley de amnistía.
Así, lo que ya se percibía mayoritariamente -tanto desde el sector progresista como desde el conservador- como un nombramiento acertado, se ha convertido este jueves en un aplauso generalizado.
Hasta ahora miembro de la Sala de lo Contencioso-Administrativo, donde el año pasado fue la ponente del auto por el que el Tribunal Supremo rechazó la petición del PSOE para revisar los votos nulos de Madrid en las elecciones generales del 23 de julio, Perelló mantenía un perfil bajo.
De hecho, las fuentes preguntadas la describen como "independiente", a la par que "discreta", "inteligente" y "empática". Unas condiciones que -afirman- la convierten en la persona idónea para gestionar un CGPJ donde la división entre los sectores progresista y conservador ha quedado patente con las semanas de bloqueo para elegir presidente.