VALÈNCIA (EP). La empresa petrolera rusa Rosneft ha calificado este sábado de "ilegal" la decisión del Gobierno alemán de hacerse con el control de las tres refinerías de la compañía en el país germano alegando que peligraba la producción de las destilerías de petróleo por la propiedad rusa de la compañía.
"Esta decisión es ilegal y, en esencia, es una expropiación de activos patrimoniales tras la situación creada intencionadamente por las sanciones pertinentes de la Unión Europea y las acciones de los reguladores alemanes y polacos con el objetivo de incautar los activos", ha dicho la empresa rusa en un comunicado.
La determinación, anunciada este viernes a primera hora por el Ministerio de Economía y Protección del Clima alemán, no obstante, no ha pillado por sorpresa a la petrolera rusa, que ha argumentado que "sigue la lógica del algoritmo de acciones relativas a las empresas rusas en Alemania impuesto por Estados Unidos".
Asimismo, Rosneft considera que se trata de "una violación de todos los principios fundamentales de la economía de mercado", así como de "los fundamentos de la civilización de la sociedad moderna".
La filial alemana de la compañía -que representa alrededor del 12 por ciento de la capacidad de procesamiento de petróleo de Alemania- habría seguido todos los requisitos reguladores alemanes "a pesar de la compleja situación que se vive en el mercado energético".
"Rosneft Alemania siguió cumpliendo íntegramente sus obligaciones de suministro de productos petrolíferos y mantuvo conversaciones sobre los nuevos contratos necesarios para garantizar la seguridad del suministro, especialmente en la región de Berlín-Brandeburgo y en el oeste de Polonia", ha sostenido la petrolera.
Con todo, Rosneft se ha mostrado esperanzada de que la decisión tomada por el Gobierno alemán no sea temporal y equivalga, "en esencia, a una pérdida irremediable de activos".
También ha anunciado que estudiará todas las medidas posibles para proteger a sus accionistas, incluidas las acciones legales, a la vez que ha detallado que ya no puede encargarse de la gestión de "la salud, la seguridad y el medio ambiente en la refinería".
El Gobierno de Alemania ha anunciado este viernes que ha "tomado el control" de la unidad alemana de la empresa petrolera rusa Rosneft, así como de sus tres refinerías en el país, alegando que peligraba la producción de las destilerías de petróleo por la propiedad rusa de la compañía.
El control de Rosneft y sus tres refinerías en las ciudades de Vohburg y Karlsruhe contrarresta la "amenaza inminente" a la seguridad del suministro de energía y establece "una base esencial" para la preservación y el futuro de la ubicación de una de estas destilerías de petróleo.
Hasta la fecha, estas refinerías han dependido del suministro de crudo ruso a través del oleoducto Druzhba, que transporta petróleo desde la Rusia central a Europa.