VALÈNCIA (VP). Actualmente estás en Hajime Karate como CEO. Pero, empecemos por el principio, ¿cuál fue tu primera experiencia profesional?
Yo estudié Periodismo y estuve trabajando en diversos medios de comunicación, agencias y cliente final. Pero cuando entré en una empresa relacionada con el mundo de karate me entusiasmó. Me encantó este mundo y el trabajo y fui asumiendo cada día más responsabilidades en la empresa. Pero me di cuenta de que en el área de Marketing Digital, que es hacia donde todo apuntaba, me faltaba formación y después de mucho investigar decidí formarme en ESIC.
Parece que lo tuyo con el kárate fue un flechazo
Sí, continué trabajando en esa empresa unos 12 años en los que realicé varios programas y cursos de ESIC. Y ese fue el último trabajo que tuve antes de lanzarme como empresaria. Simplemente, vi que me gustaba hacer las cosas a mi modo y creí firmemente en la idea de que puedes tratar bien a proveedores y clientes, tener un buen ambiente de trabajo con un equipo formado y con ganas de formar parte de un proyecto y seguí mi corazonada. Sigo creyendo en ello y me lancé a hacer las cosas de otro modo.
Entiendo que cuando diste el paso, viste la necesidad de formarte
Decidí empezar a estudiar en ESIC porque buscaba la mejor formación en Marketing Digital pero que no fuera sólo teoría, sino que fuera un curso muy práctico, muy enfocado al mundo de la empresa. Y en ESIC siempre me han aportado lo que buscaba porque combinan la enseñanza con el mundo de la empresa, es decir, que la mayoría de los profesores son profesionales en activo, expertos en su materia, pero en contacto con las empresas y el mundo laboral con lo que me han aportado muchísimo. Además, para mí, el continuar estudiando mientras te desarrollas profesionalmente es el complemento ideal porque puedes seguir creciendo en tu trabajo y aportar a la empresa mucho más.
¿Por qué en ESIC?
Porque me pareció que combinaba precisamente eso, que me aportaba exactamente lo que yo necesitaba: formación enfocada al mundo de la empresa y con profesionales en activo que además de la docencia fueran empresarios, con lo que su enfoque y aportación es muy buena.
Qué supuso tu paso por ESIC
Para mí estudiar en ESIC fue clave. Primero, me dio las herramientas para aplicar en la empresa; después, me infundió las ganas de lanzarme a la aventura empresarial; me enseñó a tener una visión mucho más global, me aportó contactos que hoy en día me han sido muy útiles y me puso en contacto con docentes a los que hoy en día sigo consultándoles mis dudas. Cada clase la exprimí como si fuera la última, combiné el aprendizaje con las preguntas sobre mi empresa, para poder aplicar todos esos conocimientos a mi empresa y me ayudaron mucho a hacerlo.
En las entrevistas de selección que has realizado durante tu vida profesional, qué destacabas de ti que no apareciera en el curriculum vitae
Creatividad, comunicación, capacidad de liderazgo, pensamiento crítico, inteligencia emocional.
Ahora que estás al otro lado ¿Qué softskills valoras cuando incorporas una persona a tu equipo?
La actitud sin duda. Es decir, la ilusión, las ganas y el esfuerzo. Pienso que todo se puede aprender, la aptitud para hacer algo se va aprendiendo, pero la actitud hacia el trabajo debe ser la de formar parte de la empresa. Me gusta incorporar a la empresa a personas que tienen ganas de formar parte de un proyecto nuevo, que arriesgan y quieren apostar por esto empezando desde abajo, sabiendo que si va bien van a ser los primeros beneficiados.
Qué consejo le darías a tu “yo” de hace 15 años
Haber arriesgado mucho antes. Cogí el camino largo en lugar del corto por no creerme capaz de liderar yo sola un proyecto y tuve que darme cuenta superando muchos más baches que si me hubiera lanzado sola. Pero eso me hizo saber lo que no quería.