VALÈNCIA. (EFE) España tiene que "marcar su huella" en el nuevo ciclo político de la Unión Europea, en un año "muy interesante" en el que va a aportar la Estrategia Nacional de Alimentación al debate comunitario sobre la próxima Política Agraria Común, el marco financiero y el futuro de la agroalimentación.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, apunta dicha prioridad de país en una entrevista con EFE, en la que asegura que, como "gran potencia agroalimentaria en la Unión Europea y séptima del mundo, tenemos que actuar como tal y ser capaces no solo de producir, sino de tener visión de futuro".
Según avanza, entregará la Estrategia al nuevo comisario de Agricultura y Alimentación, Christophe Hansen, y la aportará al documento sobre agricultura y alimentación que la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, presentará en los cien primeros días de su segundo mandato.
A lo largo de 2025, prevé que se empiece a trabajar de cara a la nueva Política Agraria Común a partir de 2027, para la que defiende su centralidad -"que siga siendo una política propia de la UE"-, con una "dotación financiera sólida para hacer frente a las necesidades productivas, la renta de los agricultores y las medidas en materia de sostenibilidad".
"La PAC es una política a la producción, pero también a la conservación de nuestras zonas rurales", afirma, por lo que se necesita "continuar apoyando a nuestros agricultores en esa transición hacia modos de producción más sostenibles" y con una simplificación, para la que, a su juicio, ya se dieron pasos muy importantes el pasado ejercicio.
En el escenario doméstico, el ministro establece como prioridad absoluta la respuesta a los daños causados por la dana el pasado mes de octubre, y que afectan desde a los caminos rurales y las infraestructuras de regadío hasta a miles de explotaciones agrarias y ganaderas.
E insiste también en mantener el "diálogo y trabajo conjunto" con las organizaciones agrarias -"Estamos siempre abiertos a la escucha y el diálogo"- y cita como ejemplo su reunión con Asaja, COAG, UPA y Unión de Uniones en diciembre para hablar sobre la citada Estrategia Nacional.
"Es normal una inclusión de las cuatro organizaciones que están presentes en nuestro mundo agrario; no se trata de excluir a nadie, se trata de incluir a todo el mundo que tiene algo que decir", indica, tras subrayar que su postura es de "diálogo y de búsqueda de soluciones; es mi ADN y mi forma de trabajar".
Las 43 medidas presentadas por el Ministerio fueron refrendadas por las organizaciones agrarias UPA y Unión de Uniones, pero "de hecho se están beneficiando de ellas todo el sector agrícola y ganadero; es muy importante en todos los ámbitos de la vida llegar a acuerdos, basados en el respeto".
E incide en el valor del sector como palanca económica para el país, con una renta agraria de 37.759 millones, un incremento del 14,2 % respecto al año anterior; una producción del primario de 88.000 millones, exportaciones por 75.000 millones y un superávit comercial de 19.00 millones.
"Es capaz de alimentar a 48 millones y medio de personas que habitamos en España y a los 90 millones que nos visitan cada año, llega con sus exportaciones a 150 países en el mundo, con lo que en esa dimensión exportadora tiene uno de sus vectores fundamentales", señala Planas, quien en este contexto defiende el acuerdo comercial suscrito entre la UE y Mercosur, por su potencial para el país.
Y apuesta por hacer pedagogía para explicarlo, porque abre posibilidades y mercado, y cuenta con instrumentos de protección como "cláusulas de salvaguardia, protección de las indicaciones geográficas y contingentes"; ahora falta el trámite del acuerdo dentro de la Unión Europea, tanto en los aspectos de competencia comunitaria como en los que no lo son.
"De cara al futuro habría que tener muy en cuenta todos los temas relativos a la innovación y la sostenibilidad, que no es una moda, es una necesidad desde el punto de vista productivo. Necesitemos limitar el consumo de suelo, agua y biodiversidad; mejorar el uso de los recursos naturales y del potencial de la tecnología, que se está produciendo un cambio tremendamente profundo", remarca.
"Tenemos que lograr dos cosas: que Europa logre soluciones y que España esté en el grupo de mando que toma las decisiones sobre ellas", concluye.