VALÈNCIA. La obra del artista Juan Ripollés será la protagonista de una película de animación titulada Planet Ripos. Producida por Planet Ripos A.I.E. en coproducción oficial con China a través de la productora Beijing Ying Tian Pictures Co. LTD, la productora Canadiense H2V Distribution Inc. y la productora Catalana Turkana Films. La producción cuenta ya con la ayuda del Institut Català de les empreses culturals (ICEC), y con la participación activa de la escuela Valenciana audiovisual Primer Frame, no solo en la película si no en un futuro desarrollo de videojuego basado en el film y contara igualmente con un amplio equipo de profesionales de la Comunidad Valenciana.
La película cuenta con un presupuesto de 5,5 millones de euros y 92 minutos de duración, dirigida por Manuel J. García Pozo, un profesional con más de 25 años de experiencia en el sector, que ha trabajado para los grandes estudios como Walt Disney, Warner Bros o Universal Pictures, entre otros. Ha ganado diversos premios en festivales y ha sido nominado en varias ediciones de los Premios Goya.
El proyecto será supervisado artísticamente por el propio Juan Ripollés. El guión corre a cargo del propio Manuel J. García y los británicos, Joel Jessup y Jen Upton, del equipo de David Freedman una de las grandes figuras actuales del mundo de la animación. Se estima que la producción esta lista a finales del 2022 para su distribución internacional.
El interés de la productora china en concreto, "nace del prestigio adquirido por el artista en el país asiático, después de exponer su obra en los museos más importantes del país y contar con una acogida muy favorable en el mercado privado", según explica el comunicado.
Planet Ripos trata de un variopinto grupo de personajes que vive en Ripoville, una metrópolis futurista "en el planeta de los Ripos". En esta pequeña burbuja, los personajes tendrán sus propias pasiones y sus papeles que jugar, sus amistades y sus discusiones. Cada día al levantarse descubren que Ripoville está en un lugar diferente del planeta. Ripoville se mueve y cambia como un cubo de Rubik. La aventura y el surrealismo caminan juntos en esta producción.