VALÈNCIA. (EP) La Plataforma en Defensa de l'Ensenyament Públic del País Valencià ha hecho pública una serie de propuestas para "salir bien de la crisis sanitaria y educativa" que ha supuesto la Covid-19. Entre ellas, figuran la bajada de ratios, la creación de una 'beca digital' y la revisión de libros y currículum para adaptarlos a la nueva realidad.
El colectivo explica que este documento supone "un primer adelanto" de las acciones que creen que habría que poner en marcha para el inicio del curso próximo con el objetivo de superar los efectos de la pandemia en el ámbito educativo.
Desde la Plataforma priorizan la seguridad sanitaria e instan a adoptar "las medidas higiénicas necesarias para la seguridad de toda la comunidad educativa", entre otras la limitación de alumnado en las aulas respetando las distancias de seguridad aconsejadas por las autoridades sanitarias; estudiar uso de turnos y horarios escalonados; utilizar elementos de protección individual (gel, mascarillas etc.); limpieza continuada durando la jornada lectiva de los espacios comunes; incorporar las medidas higiénicas y sanitarias al transporte escolar; protocolo de enfermería; y promover la participación activa del alumnado como promotor de los planes de salud e higiene.
Además, si la asistencia presencial a clase tiene que ser de poco alumnado y hay que combinar la presencial y la telemática, piden garantizar el acceso en las tecnologías del cien por cien del alumnado, así como al comedor escolar.
Como medidas de refuerzo compensatorias para atender a los estudiantes, abogan por la reducción de ratios y de las horas lectivas del profesorado y el aumento de las plantillas en los centros. También animan a que se dote de suficiente personal especializado y los recursos materiales necesarios para atender adecuadamente el alumnado con necesidades educativas especiales.
La Plataforma considera que la administración "tiene que mejorar e incrementar los recursos educativos en las plataformas digitales gratuitas, así como potenciar y favorecer que el profesorado pueda aportar e intercambiar experiencias, buenas prácticas, recursos, contenidos y materiales para uso de toda la comunidad educativa". Igualmente, asegurar la incorporación de los recursos humanos necesarios para garantizar los desdoblamientos, apoyos y refuerzos que se consideran imprescindibles en el comienzo de curso.
La entidad apuesta por la implementación de una "beca digital" para el alumnado de forma que pueda incorporar en sus hogares, dispositivos, software y acceso a la red para hacer sus tareas y seguir la docencia, así como la facilitación de un "wifi social" para zonas especialmente desfavorecidas.
Todo ello acompañado de la creación de una plataforma, de software libre y abierto, de un uso sencillo, que permita su utilización en toda la comunidad educativa, garantizando la formación para su uso por docentes, alumnado y familias.
Asimismo, afirman que los libros de texto "no están adaptados para un aprendizaje autónomo y es un buen momento para revisarlos". En esta línea, aseguran que la elaboración de contenidos por parte del profesorado, adaptado al alumnado que tienen, es el que mejor garantizará la adquisición de conocimientos.
En término similares, sugieren una reducción del currículum para "revisarlo, aligerarlo y modernizarlo". "La renovación metodológica, el trabajo en equipo y la atención en los aprendizajes imprescindibles exigen una autentica renovación de la formación del profesorado y de su trabajo en equipo", añaden.
Por ello, manifiestan que los equipos de orientación de cada centro tienen que preparar herramientas para "afrontar la vuelta a las aulas y procurar el necesario para la atención personalizada del alumnado que así lo requiera". Y es imprescindible el refuerzo de los equipos de orientación con incremento de recursos humanos para atender esta demanda, advierten.
Los centros, apuntan, deben optar por "una autonomía organizativa, pedagógica y de gestión que permita el desarrollo de proyectos educativos concretos adecuados al entorno y a las peculiaridades de la comunidad educativa y una organización interna en función de las necesidades reales del alumnado".
"La educación es un servicio público, es un derecho de la ciudadanía, de la infancia, la adolescencia, la juventud e, incluso, de las personas mayores que continúan estudiando o es la primera vez que lo hacen. Los servicios públicos han sido la mejor defensa frente a la pandemia y serán el principal motor de recuperación para salir bien. La educación pública también lo ha sido y lo será si entre todas y todos la defendemos y construimos de acuerdo con las necesidades y posibilidades de nuestro pueblo", concluyen.