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tribuna libre / OPINIÓN

Pobreza y vivienda, decían...

Foto: EDUARDO BRIONES/EP

Por supuesto que la pregunta que debían haberse formulado es la de ¿cómo debería el gobierno cambiar la política para reducir la pobreza? Pero la política gubernamental que aplicaron fue una de las principales causas del incremento de la pobreza, ya que la forma más sencilla que tiene el gobierno de reducir la pobreza es dejar de empeorarla

5/06/2024 - 

Para que conste, todos los (me niego a utilizar la palabra slogan) lemas, consignas y propaganda política de los partidos socialista y comunistas de hace más de ocho años contenían esta fórmula publicitaria en sus discursos, actos y mítines, intervenciones televisivas y radiofónicas e internet para encandilar a sus posibles votantes, activistas, afines y despistados. El consabido “no dejaremos a nadie atrás” o crearemos un “escudo social” para proteger a los más vulnerables…etc. ¿en qué ha quedado? Eso es, en nada. Mejor dicho hemos retrocedido en índices de riqueza, incrementado los indicadores de pobreza, empeorado en calidad de vida y un largo etcétera de señales negativas que amenazan, mucho más, a los españoles menos favorecidos.

Pero no es mi intención vapulear con datos e indicadores por todo el daño causado por socialistas y comunistas en la aplicación de políticas ideologizadas a la economía española y valenciana para  reducir, según ellos, la pobreza y proporcionar acceso a una vivienda digna a la gran mayoría de españoles. Esto ya lo han hecho diariamente con su intervencionismo en todos los sectores de la economía y han quedado retratados dentro y fuera de España. El objetivo de este artículo es el de aproximar la idea de que la desregulación de la vivienda es la mejor política contra la pobreza

Antes de que estos gobiernos, central y autonómico, en el caso de la Comunidad Valenciana del Botànic lo etiquetaron, ya preexistía un problema, es decir, el quintil menos favorecido de la población (Q1) es el que recibe los ingresos o salarios más bajos y por lo tanto es el más afectado por la escasez de vivienda. En la medida que un país es más rico, sigue existiendo este primer quintil, pero los ingresos medios son superiores a los del mismo quintil en cualquier otro país con un nivel de riqueza inferior. Pero claro, tanto el gobierno central, socialistas y comunistas, como el autonómico, socialistas, comunistas de Compromís y comunistas de Podemos, tenían que actuar como héroes. Y se hicieron, influidos por su ideología, torpeza e impericia, la pregunta equivocada, a saber, ¿cómo deberíamos luchar contra la pobreza? Esta pregunta les llevó rápidamente a un debate sobre cuál debería ser la mejor manera de que el gobierno autonómico actúe como un héroe y aparecieron varias posibilidades como

  • Deberíamos proporcionar educación y capacitación laboral
  • Deberíamos subsidiar a la población menos favorecida
  • Deberíamos repartir ingentes cantidades de efectivo a los menos favorecidos

Obviamente eligieron las dos últimas. Por supuesto que la pregunta que debían haberse formulado es la de ¿cómo debería el gobierno cambiar la política para reducir la pobreza?  Pero la política gubernamental que aplicaron fue una de las principales causas  del incremento de la pobreza, ya que la forma más sencilla que tiene el gobierno de reducir la pobreza es dejar de empeorarla. Hablar de “luchar contra la pobreza” asigna al gobierno como el héroe de la historia cuando la realidad nos muestra que es todo lo contrario.

Destacar que una de las principales formas en que los gobiernos autodenominados progresistas modernos (socialistas y comunistas) aumentan drásticamente la pobreza es “recortando drásticamente la oferta” y, por lo tanto, elevando el precio de la necesidad básica de vivienda (ver B. Caplan en la ciencia y la ética de la regulación de la vivienda). Una colosal y desarmonizada gama de regulaciones dificulta que los desarrolladores construyan edificios, viviendas multifamiliares e incluso viviendas unifamiliares. Esto lleva indudablemente a viviendas más caras para todos, pero los menos favorecidos sufren más, por dos razones:

En primer lugar, los pobres gastan una proporción mayor de sus ingresos en vivienda. Para el quintil más rico de españoles y/o valencianos la diferencia puede estar en torno a un 7/15% comparado con el quintil más pobre.

En segundo lugar, los inquilinos son más pobres, generalmente, que los propietarios. Los precios más bajos de la vivienda no siempre son malos para los propietarios y, por supuesto, las viviendas más baratas son casi automáticamente  buenas para los inquilinos.

Esto es pura aritmética, pero profundizando un poco más, encontramos dos formas más en las que la desregulación de la vivienda ayuda a los menos afortunados.

Foto: EDUARDO BRIONES/EP

Primero, es una evidencia que a los varones no universitarios españoles les ha ido especialmente mal en la última década. La industria y el sector servicios, pese a un endeble proteccionismo no han sido suficientes para reactivar los salarios de estos. La desregulación de la vivienda es un remedio mucho más realista porque

  • una gran mayoría de los trabajadores en la construcción son hombres sin estudios universitarios, 
  • unos cuantos millones de personas ya trabajan en esta industria, y 
  • la mayoría de la gente estaría encantada de prosperar y acceder a una vivienda si el precio fuera correcto. Por lo tanto, incluso una desregulación de la vivienda modesta crearía millones de nuevos empleos bien remunerados para hombres no universitarios que podrían acceder de una manera más fácil a nueva vivienda que ellos mismos habrían colaborado a construir.

Segundo, la construcción ininterrumpida de viviendas es excelente ejemplo de una buena política contra la pobreza. Después de todo, la regulación de la vivienda perjudica a los pobres al quemar los recursos de los contribuyentes en ayudas y subsidios e impidiendo la creación de riqueza. Daño retroalimentado, más subsidios, vivienda más cara, pobres más pobres y escasez de viviendas.

La desregulación de la vivienda no es sólo un tipo de política contra la pobreza. Es el mejor tipo de política contra la pobreza. En lugar de permitir que los gobiernos graven al resto de la sociedad y esperar que los beneficios superen los costos, cosa que jamás va a ocurrir, la desregulación de la vivienda sitúa a los gobiernos frente a un espejo. “No quieres ser el héroe de esta historia. En el mejor de los casos, puedes convertirte en un villano arrepentido. ¿Quieres ayudar a los pobres? Entonces deja de hacerles daño”.

Si a lo comentado anteriormente añadimos la inseguridad sobre la propiedad privada generada por estos gobiernos progresistas (ocupación), incertidumbre para recuperar alquileres impagados y nula legislación para facilitar los desahucios y desalojos, nos encontramos con el coctel perfecto para favorecer e incrementar el problema de pobreza y acceso a vivienda digna. 

Por cierto, la propia Yolanda Díaz ha reconocido la realidad y es que España ya es el primer país con mayor riesgo de pobreza de toda la UE. Según datos de Eurostat, estamos en el tercer lugar del ranking comunitario 2023, solo superados por Rumanía y Bulgaria, justificando estos malísimos datos, como no, por la guerra de Ucrania y a la de Gaza. Ha indicado que la tasa de riesgo de pobreza se disparó hasta el 48% desde el anterior 21% situando a España en niveles de países como Honduras 48% o Togo 45,5%. Hasta Grecia ha mejorado a España en este último ejercicio, según Eurostat y haciendo referencia a la tasa Arope, at risk of poverty and/or exclusion. Por tanto el total de habitantes de España en situación de riesgo de pobreza y exclusión social llega en 2024 a los 12,55 millones de personas.

Muchas gracias Yolanda y resto de amiguetes. Suerte tenéis de que estos casi 13 millones de personas no van a ir a votar.

P.D.  Mi felicitación a Paco Camps por su décima absolución. Diez de diez absoluciones. Si fuera una o dos podrían decir que es suerte o cosa de un buen abogado, pero diez de diez es muy significativo. Tal como decías cuando anunciaste tu dimisión forzada, el 20 de julio de 2011: "No podrán demostrar nada porque no hay nada". Quince años de padecimiento, después de persecución e intento de ridiculización, recuérdese las 169 portadas de El País contra ti, aquí estás, absuelto y preparado. Como buen cristiano, con la mano y el ojo izquierdo imagino que perdonarás a todos tus perseguidores, difamadores y demás chusmaje y con la derecha, mano y ojo, pedirás responsabilidades a los que tanto daño te han causado a ti y también a los valencianos, porque la Comunidad, bajo tu presidencia sí que marchaba como un cohete, todos los indicadores en positivo y creciendo y mira donde estamos ahora, donde nos han llevado. 

Aún hoy leo en Valencia Plaza que un tal J. Muñoz del PSPV dice que “la sociedad valenciana no ha absuelto a Francisco Camps…”, entre otras bobadas o que un tal J. Baldoví del comunista Compromís dice que “representas…”, pero esto ya es materia para otro artículo…

Ricardo Romero es especialista en estrategia de impacto y sostenibilidad

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