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'Poder i Santedat', una feroz crítica al Vaticano en el Teatre Principal

La nueva obra escrita por Manuel Molins y dirigida por Paco Azorín denuncia "la pederastia, la corrupción económica y la homofobia de la Iglesia Católica"

17/10/2020 - 

VALÈNCIA. "Un acto de justicia cultural”. Así es como se define en un primer momento la última obra teatral de Manuel Molins, durante su presentación durante la mañana del viernes en el Teatre Principal de València. Se trata de Poder i Santedat (els Àngels de Sodoma), una feroz crítica a la inmoralidad que en muchas ocasiones inunda al privilegio. La trama gira entorno a la figura de Lucio, un joven que quiere ser sacerdote –y que representa a la figura de un Jesucristo traído a nuestros días-, que en el proceso va topándose con una gran cantidad de obstáculos que condicionan su manera de ver las cosas y le hacen reflexionar sobre el mundo actual: la obra es, en sí, una denuncia a los abusos de la Iglesia Católica, a la pederastía, a la corrupción económica, a la homofobia. Todo ello en un fondo como es el Vaticano, cumbre a lo largo de las dos horas y media de función de tales injusticias 

Durante el recorrido, el protagonista se ve acompañado en todo momento de los Ángeles de Sodoma, dos personajes que le acompañan en todas sus reflexiones y que reivindican el erróneo uso que se le da al concepto de sodoma -relacionado con la perversión-. La obra trata de hacer entender al espectador cómo la Iglesia ha distorsionado el mensaje de Jesucristo, que no se basaba sino en apelar a la libertad y a la igualdad entre unos y otros. Y la conclusión es clara. Según el autor: “Si Jesús bajara hoy a la Tierra, volverían a crucificarlo”. 

A la presentación, además su autor Manuel Molins, han asistido el director del IVC, Abel Guarinos; el autor de la obra, Manuel Molins; el director teatral Paco Azorín; el director de movimiento de la obra, Martos de la Vega; la actriz Marta Santandreu y el director adjunto de Artes Escénicas del IVC, Roberto García, además del equipo artístico de la obra. 

Una obra de misterio y amor 

El director de Poder i Santedat (els Àngels de Sodoma), Paco Azorín, ha explicado que cuando se le ofreció la posibilidad de formar parte del proyecto, este “le atrajo por su misterio y su magnetismo”. Explica que la pieza habla de conceptos tan complejos como el poder, la libertad, la santidad, la religión o Dios, y que es “una experiencia imposible de explicar con tal solo unas cuantas palabras”. Así, la obra creada por Manuel Molins presenta reflexiones como: ¿Quién soy yo y qué puedo hacer para llegar a la justicia?, ¿Puede haber libertad sin ética? ¿Y sin justicia social? 

No se trata de una denuncia a la religión, aunque parta de la famosa frase de Nietzsche “Dios ha muerto”. Nada más lejos de la realidad. De hecho, el director del IVC, Abel Guarinos, ha aclarado este punto: “No hemos hecho un espectáculo contra la Iglesia, sino por ella. Es muy distinto”. Es una crítica a los abusos del Vaticano y a la distorsión de la palabra de Jesucristo, “que hoy ha quedado totalmente deformada”; pero “no lo es contra la Iglesia de los pobres, ni contra la Teología de la Liberación”, según Azorín.  

Con un reparto puramente valenciano y transgeneracional (del actor más joven al más viejo hay cincuenta años de diferencia), se trata según el director de “una obra inabarcable”, debido a la manera en que está confeccionada. Y es que, al no querer ponerse barreras a la hora de escoger al elenco, se llevó a cabo un casting de 400 personas. “Eso le da un punto friki a la obra, que la hace aún más magnética”, indica. 

Y por encima de todo, Poder i Santedat habla del amor, “de la libertad de amar”, extensible según él al proceso de preparación de la obra, pues “todo el esfuerzo físico que hemos hecho nos ha convertido en piña, en familia. Se ha hecho como se debe hacer”. 

Coherencia y rigor 

En un momento dado, Azorín ha afirmado que “la Iglesia que crucificó a Jesucristo hace veinte siglos lo volvería a crucificar hoy en día”. El protagonista de la obra es un joven que quiere ser sacerdote y va caracterizado como Jesucristo. “Permite ver qué pensaría Jesús de Ratzinger, de los busos, del Vaticano...”. Azorín cuenta esto a raíz de la polémica que ha surgido durante las últimas semanas alrededor de Poder i Santedat. El cartel de la obra muestra al Papa besando a un niño, y el Arzobispado de València consideró que esto, junto con la idea nitzscheana de “Dios ha muerto”, constituían una violación “del derecho inalienable a la libertad religiosa”. Con el apoyo de VOX, la asociación de Abogados Cristianos denunció este hecho, pero según ha explicado Manuel Molins durante la rueda de prensa, “la fiscal ha resuelto que no hay caso” y que “las denuncias quedan en agua de borrajas”.  

'Poder i Santedat'

Sobre el asunto, Molins ha querido seguir hablando de su obra y ha desmentido las acusaciones que se le achacaban. “Mi teatro es teatro documentado, no documento ni documental”. En relación a eso, ha explicado que el libro que ha dado vida a la obra teatral (publicado hace dos años) tiene notas a pie de página en cada una de las escenas narradas. “Todo lo que digo está justificado, no me he inventado nada”. Y por otro lado, también ha querido manifestar que en los cuatro evangelios de La Biblia, Jesús dice: “Venid y ved”. Así pues, ha concluido, “que vengan y vean, que lean el libro y contemplen la función; y luego opinen. Pero que no mientan. Jesús dice que la libertad nos hará libres. Decir mentiras no es ni cristiano ni libre”. 

Finalmente, Molins ha añadido que los que atacan “no se preocupan sino por hacer hincapié en una política baja, porque tienen una construcción patrimonial del poder. Creen que es suyo”. En defensa de la obra también ha salido el director adjunto de artes escénicas del IVC, Roberto García, quien ha explicado que “se trata de un cóctel de flores para la Iglesia”. “Molins no destruye sus cimientos, sino plantea la reflexión: «¿Es el amor pecado?»”, ha añadido 

Una mirada poliédrica 

Abel Guarinos ha explicado que obras como esta tienen un valor especial “en el actual estado de desaparición de la verdad, ocasionado por la puerilidad y la simplicidad”. En ese sentido, explica que Poder i Santedat “alza la voz desde una mirada poliédrica, desde distintos puntos de vista”. También ha querido reafirmar su valor por el hecho de que “la obra traduce el alma de su autor de manera brutal, e invita a la reflexión, el debate y la emoción”.  

Y en la misma línea, la actriz Marta Santandreu, quien da vida a una joven víctima de abusos sexuales, apunta que durante la preparación de la obra, el elenco “ha jugado con su propia incomodidad”, siempre llevando a los actores “al límite de sus capacidades, de manera reveladora”. “Ha sido una experiencia increíble”, ha añadido. Y también ha querido hacer hincapié en el hecho de que Poder i Santedat sirve como vía para “dar voz a todos aquellos que han sufrido abusos”. También ha expresado que “ya es hora de contar lo que ocurre dentro de la Iglesia”, sin tapujos, y siempre “desde el respeto a la fe”.  

Por último, Manuel Molins ha hecho un llamamiento a la cultura valenciana. “València debe asumir de una vez su capitalidad cultural. Se merece ser la capital que debería ser”. Ha explicado que desde València podemos acceder al mundo, que esta no es una ciudad minoritaria en cuanto a cultura se refiere. Y por encima de todo, ha concluido, “hay que ser conscientes de que el arte es una experiencia transformadora”.  

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