VALÈNCIA. La falta de suelo en València es uno de los principales problemas a los que se enfrenta el sector promotor a la hora de desarrollar nuevos proyectos. Así, cada año la oferta de obra nueva se resiente y, mientras tanto, la demanda no deja de crecer, motivada por la llegada de nuevos profesionales que eligen la ciudad para residir. Existen bolsas pendientes de desarrollar, pero no será en el corto plazo dada la larga tramitación de los planes urbanísticos, por lo que el crecimiento debe dirigirse hacia otras zonas. Y eso es precisamente lo que planteó hace unos días Alejandro Escribano, arquitecto urbanista y director del vigente Plan General de Ordenación Urbana del 'cap i casal' (PGOU) de 1988.
"València no puede crecer más por la protección de su huerta norte y el mar. Por tanto, es una ciudad cerrada y su expansión debe ser a nivel metropolitano, pero ahí no hay nada previsto", subrayó para defender la importancia de desarrollar el futuro plan metropolitano y abordar una planificación estratégica que garantice una ciudad sostenible con una visión a largo plazo. "Y es la Administración la que debe liderar este proceso", remarcó en una intervención en la VII Jornada de Debate Sectorial Inmobiliario de VIVA, Salón de la Vivienda Valencia, que sustituye a la antigua feria Urbe.
Una jornada en la que el sector aprovechó para pedir "agilidad" a la Administración en la puesta en marcha de políticas que destensionen el mercado y favorezcan el acceso a la vivienda. Y más en el contexto actual de escasez de oferta de suelo en el 'cap i casal'. Y es que, según apuntó el urbanista, actualmente hay pastillas para el desarrollo de unas 12.426 viviendas potenciales, de las que la mayoría se encuentran en sectores bloqueados como el PAI de Benimaclet, el del Grao o el Parque Central, desarrollos que no van a empezar en el corto plazo.
"Benimaclet es el que más pronto saldrá, pero está sin planeamiento aprobado y entre la gestión urbanística y la nueva reparcelación antes de 4 años no se van a empezar a solicitar las licencias para las viviendas. El Grao también está pendiente y Parque Central depende de una operación ferroviaria muy compleja en Europa que si vemos en 10 años será ya todo un éxito. Y, mientras tanto, València está con una oferta de suelo escasísima", advirtió.
Ante esta radiografía, Escribano apuntó como solución al crecimiento del área metropolitana por el corredor norte "de Burjassot hacia arriba" y a través de la generación de suelo que aúne no solo vivienda, sino industria y oficinas. "Hay que poner en marcha y movilizar entre 2 y 3 millones de metros cuadrados de suelo. No se puede seguir con promociones de entre 30 y 40 viviendas porque entonces acabaremos haciendo infraviviendas", alertó. Para hacer esto posible, insistió en dotar al área metropolitana de nuevas infraestructuras, como mejoras en la red ferroviaria de metro.
A este respecto, Fernando Cos-Gayón, director de la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la UPV, incidió en la "preocupante tensión en el mercado del alquiler y la obra nueva" y avisó de que el último informe de la Cátedra refleja un drástico descenso de la vivienda de obra nueva y su encarecimiento en los últimos años hasta rozar los 3.000 euros el metro cuadrado, así como una merma del 40% en los pisos de alquiler en la ciudad en solo tres meses.
De no resolverse esta situación, Cos-Gayón advirtió de la proliferación de "asentamientos informales" ante la imposibilidad de poder acceder a una vivienda. De hecho, este fenómeno ya se ha detectado en ciertas zonas del 'cap i casal'. "Estamos en un momento delicado y la Administración debe tomar ya decisiones", subrayó.
Además, ambos profesionales coincidieron en señalar en que en la última década no se ha acometido ningún gran desarrollo en la ciudad ni ha habido "ninguna idea nueva". "València lleva años carente de visión y dirección de futuro", lamentaron.
Asimismo, se hizo hincapié en la urgencia de actualizar la legislación vigente, que se mantiene sin cambios desde hace décadas, el plan general de València es de 1988, y eso impide el desarrollo de nuevas fórmulas alojativas que están saliendo al mercado como el coliving, senior living o el flex living.
Escribano señaló que el plan general vigente es de los años 80 y, por tanto, no contempla todos los cambios actuales y no puede estar regulando el escenario de 2023. "La legislación valenciana es la primera generadora de desempleo. Es asombroso que siga en vigor y espero se renueve porque cualquier transformación de suelo es lenta", manifestó.
Por ello, se urgió a actualizar y flexibilizar la normativa y permitir la compatibilización de usos, e, incluso, dejar algunos abiertos ante el crecimiento de producto nuevo que surge ante los cambios de hábitos y estilos de vida. De no producirse, alertaron de la fuerte crisis en materia de vivienda que padecerá en los próximos años la ciudad porque la demanda acabará por estrangular aún más una oferta que no tiene visos de recuperarse en los próximos años.