rus fue elegido en 2012 y el aplazamiento del cónclave lo llevaría como mínimo a 2021

PP de Valencia: camino de la década sin un congreso provincial

10/02/2020 - 

VALÈNCIA. El posible aplazamiento del congreso provincial del PP de Valencia que viene asumiendo la dirección regional liderada por Isabel Bonig conduciría al partido a la interinidad hasta, como mínimo, mediados de 2021. Es decir, el cónclave tendría lugar después de la cita nacional y autonómica, con lo que siguiendo el habitual régimen en cascada de estos procesos, llevaría al citado congreso a esa fecha, si bien ésta podría retrasarse si las anteriores congregaciones se retrasan o si se producen acontecimientos inesperados como el adelanto de unas elecciones generales o autonómicas.

En cualquier caso, las previsiones más optimistas en el calendario implicarían que el PP de Valencia pasaría casi una década sin celebrar un congreso provincial. El último, cabe recordar, fue el que coronó a Alfonso Rus con un 91% de los votos en el año 2012.

Desde entonces, no se ha producido otra cita de estas características pese a que la batuta de la formación popular en Valencia ha ido pasando hasta por tres manos diferentes sin contar al exalcalde de Xàtiva.

Un hecho destacable en una partido -aparentemente- serio como el PP de Pablo Casado. Por si falla la memoria, conviene recordar que Rus se vio obligado a abandonar el liderazgo a las puertas de las elecciones en mayo de 2015 tras ser suspendido de militancia por unas grabaciones en las que se le escuchaba -así se creyó entonces- contando billetes.

Un mazazo para un amplio grupo de fieles con el que contaba el entonces presidente de la Diputación, todavía investigado en el caso Taula, quien abandonó todos sus cargos y se vio sustituido en el partido por su entonces secretario general, Vicente Betoret, ahora diputado nacional.

Ahora bien, esta decisión a priori provisional terminó prolongándose en el tiempo de forma indefinida. Llegó el congreso regional en la primavera de 2017, en el que Isabel Bonig pasó a convertirse en presidenta del PPCV de pleno derecho -hasta entonces lo había sido de forma interina por designación expresa de Génova-, incluso pasando un proceso de primarias previo al cónclave en el que salió refrendada.

No obstante, estos pasos no fueron los que se siguieron en la cita provincial de Valencia prevista a continuación. Mientras en Alicante y Castellón sí se resolvían los congresos, la batalla a cara de perro que se vislumbraba entre el entonces presidente provincial, Vicente Betoret, y la aspirante al puesto, Mari Carmen Contelles, próxima a Bonig, hizo reaccionar a la dirección nacional del PP. Génova apartó al entonces líder pero prohibió la celebración de un congreso, nombrando una gestora presidida por el entonces diputado nacional, Rubén Moreno, afín a Bonig.

Un año después, sin que se hubiera puesto sobre la mesa la celebración del congreso pese a los seis meses de tope que en teoría establecen los estatutos para una gestora provisional, se celebraron las primarias nacionales en las que Pablo Casado se impuso a Soraya Sáenz de Santamaría. Moreno, que había sido uno de los principales apoyos de la exvicepresidenta, fue relevado de su puesto y sustituido por Juan Ramón Adsuara, afín al nuevo líder del PP.

Sin embargo, el también alcalde de Alfafar no ha aprovechado la ocasión para articular el partido y fortalecer su posición, viéndose superado por las maniobras de la dirección regional, que incluso ha puesto en marcha una especie de 'gestora B' para tratar de ganar terreno de cara a la reelección de Bonig. Así, mientras los alcaldes y portavoces locales más próximos a Casado -así como otros sin adscripción- reclaman la celebración inmediata de un congreso provincial, la presidenta del PPCV y su entorno abogan por mantener la situación tal y como está. Génova tendrá la última palabra para deshacer un inmovilismo que camina hacia la década.


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