Badenas (Vox) y Catalá (PP). Foto: ROBER SOLSONA/EPVALÈNCIA. La firma de un pacto de gobierno entre PP y Vox en la ciudad de València es inminente. La entrada de los voxistas en el equipo de gobierno municipal, a quienes la alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, ya había calificado de "socios preferentes", se hará efectiva este viernes. Por lo que todo apunta a que los cuatro concejales de la formación participarán ya en la próxima Junta de Gobierno Local que está prevista para mañana.
Aunque todavía se desconocen los detalles, una de las cuestiones que sí estarían ya cerradas es que el portavoz de Vox, Juanma Badenas, será nombrado segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento de València. El reparto de competencias también es una incógnita en estos momentos, sin embargo, fuentes municipales consultadas por este diario deslizan la probabilidad de que alguno de los concejales de Vox acabe asumiendo la gestión de la Policía Local, pero en el aire también se encontrarían Fiestas -sin Fallas-, Familia o Pedanías.
Lo que sí parece cerrado es que el reparto de áreas será proporcional a la representación obtenida por PP y Vox en las urnas (13 y 4 concejales, respectivamente), y se da por sentado que los populares lograrán retener competencias clave como Hacienda y Urbanismo. El reparto definitivo, no obstante, será oficial este viernes.
Cabe recordar que la posibilidad de que Vox acabara entrando en el ejecutivo local antes de aprobarse los presupuestos municipales se hizo más evidente este miércoles, cuando ambas formaciones aprobaron las ordenanzas fiscales de 2024 que prevén una rebaja de impuestos de 70 millones de euros y escenificaron -aunque por separado- una importante sintonía que contrastaba especialmente con el clima de tensión que había imperado en las últimas semanas.
Previamente, durante la tarde del martes, la alcaldesa mantuvo una reunión durante más de dos horas y media con el portavoz de Vox, Badenas, el líder provincial de Vox en Valencia Ignacio Gil Lázaro, el edil de Grandes Proyectos José Marí Olano y el jefe de Gabinete de la propia Catalá, Cristóbal Grau.
Así, apenas 24 horas después y como si nada hubiera pasado, Badenas aseguró que su grupo aprobaría la rebaja de impuestos diseñada por el equipo de Catalá porque era "buena para los valencianos". Su comparecencia no tuvo nada que ver con anteriores puestas en escena cuando reivindicaba el peso de su grupo en el consistorio como "indispensable para gobernar" en la ciudad; o impidieron la renovación de la nueva dirección de la EMT y rechazaron el nombramiento de Aumsa apenas unos días antes. Todo ese 'mal rollo' se esfumó y tendió la mano a la alcaldesa para aprobar las cuentas del próximo ejercicio sin ultimátums ni nada que se le pareciera como sí había ocurrido anteriormente.
Por su parte, Catalá fue un paso más allá al afirmar que no consideraba que hubiera problema en incorporar a Vox al gobierno. Algo que, hasta este miércoles, no había verbalizado; ni ella, ni nadie de su equipo de gobierno. La primera edil subrayó que si el partido de Badenas exigía formar parte del gobierno para aprobar presupuestos no tenía "por qué haber ningún problema". "Ahora mismo estamos en una dinámica de trabajarnos la confianza, y de momento hay gestos de buena disposición por su parte, y también por la nuestra, y eso es importante", zanjó.
La entrada de Vox en el gobierno, por tanto, supone que la formación pasará a participar en la elaboración de las cuentas, algo que los voxistas habían reclamado también en las últimas semanas junto a su entrada en el ejecutivo con "competencias serias".
