VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València inyectará a los presupuestos municipales más de 60 millones de euros del superávit de 2023. El gobierno municipal, conformado por PP y Vox, y dirigido por María José Català, acordó este viernes emplear los ahorros del año pasado e incorporarlos a las cuentas de 2024 para hacer frente a proyectos que ya ha asumido el consistorio. Todo pese al desacuerdo del Interventor municipal, según el cual el gobierno municipal no puede dedicar ese dinero a otra cosa que no sea a pagar deuda, como establece la Ley Montoro.
La Junta de Gobierno Local, reunida este viernes, certificó que el superávit del año pasado fue de 60,6 millones de euros, y la concejalía de Hacienda, que dirige la popular María José Ferrer San Segundo, propuso dedicarlos a menesteres tan diversos como inversiones de los presupuestos participativos (8,5 millones), financiación de la EMT (5,1 millones), gastos de personal (5 millones), de limpieza (4,9 millones), de Fallas y fiestas (1,6 millones), Servicios Sociales (1,5 millones), así como al imprevisto de Campanar (1 millón), ayudas al alquiler, proyectos Edusi, playas, parques, asfaltado, obras varias...
Ahora bien, lo hizo incumpliendo la Ley Montoro, que exige a los ayuntamientos dedicar el superávit "a reducir el nivel de endeudamiento neto". Con motivo de la pandemia, el Gobierno central suspendió las reglas fiscales, con lo que presuntamente dio por abierto el abanico de los fines a los que los ayuntamientos podían destinar sus ahorros, pero ciertamente el Ministerio de Hacienda no aprobó ninguna norma expresa para dar rienda suelta a su uso. Esta cuestión, que ya generó controversia el anterior mandato, ha vuelto a la palestra y el Interventor ha reprendido al gobierno municipal por inyectar la mayoría del superávit de 2023 a partidas que legalmente siguen vetadas.
Concretamente, de los 60,6 millones de euros del superávit, sólo 10,7 millones se dedicarán a reducir deuda tanto del Ayuntamiento como de la EMT. Pero el resto, casi 50 millones de euros se dedicarán "a destinos diferentes a amortización de la deuda". "Dichos usos solo serían posibles si se hubieran previsto de forma específica mediante una modificación legislativa", insiste el informe, algo que no ha ocurrido, por lo que el interventor municipal informa de "disconformidad" estos destinos.
De hecho, la concejalía de Hacienda es consciente, pues reconoce en el acuerdo tomado por la Junta de Gobierno que "todavía no se sabe si el remanente se verá afectado o no por la reactivación de las reglas fiscales para 2024", y que el Ministerio de Hacienda "se muestra dubitativo y está manifestando que no es posible dar una respuesta a su utilización".
Sin embargo, el gobierno municipal había previsto la inyección de este dinero sin conocer todavía si podía emplearlo o no para estos menesteres. Así, admite que necesita "aportar los fondos necesarios para la financiación de proyectos ya aceptados por la corporación", y aprovechando las dudas del Ministerio, por su propia cuenta considera "razonable" que sí tendrá permitido el uso libre de los ahorros, por lo que el gobierno municipal dio luz verde al acuerdo este viernes.
Al conocerse el acuerdo, el concejal del PSPV y ex edil de Hacienda, Borja Sanjuán, recordó que el PP "se pasó dos años diciendo que el Ayuntamiento no podía utilizar los remanentes pese a que el Gobierno había suspendido las reglas fiscales". "Ahora, sin esperar a que se suspenda las reglas fiscales con el informe y disconformidad del interventor y sin saber qué va a pasar, tiene que gastar esos remanentes reconociendo que el presupuesto que han hecho es una chapuza", subrayó.
En ese sentido, el edil socialista hizo hincapié en que el gobierno municipal ha tenido que incorporar 50 millones del superávit "porque hicieron un presupuesto que no les llega ni para pagar las inversiones que estaban en marcha". Por ello, consideró que la gestión que está haciendo de las cuentas públicas el Partido Popular "es exactamente igual la que hicieron cuando dejaron arruinado este Ayuntamiento y es muy preocupante que vayamos a pasar de ser el Ayuntamiento más saneado de España a tener una de las peores gestiones que se recuerdan en esta ciudad".