VALÈNCIA. Del 1 al 28 de julio, un total de 1.292 niños y niñas de diez poblaciones del Área Metropolitana de València (Emperador, Xirivella, Foios, Rafelbunyol, Benetússer, Burjassot, la Pobla de Farnals, Moncada, Alfara del Patriarca y Albalat dels Sorells) habrán aprendido que la materia orgánica no es basura y que puede convertirse en un fantástico recurso: el compost. En las escuelas de verano, los pequeños de la casa habrán descubierto los conceptos básicos del modelo de economía circular y tendrán muy clara la separación y el reciclaje de los residuos.
La colaboración de Emtreduca, el Programa de Educación Ambiental de la Emtre, con las escuelas de verano municipales, supone el broche final al curso 2021-2022, en el que más de 12.000 vecinos y vecinas del Área Metropolitana de València habrán sido concienciados sobre la reducción y la correcta separación de residuos. Entre los meses de marzo y junio, han participado 6.122 personas en las 272 actividades llevadas a cabo por los educadores de la EMTRE. Estas sesiones están dirigidas a la comunidad educativa y a la ciudadanía en general.
Las sesiones que más interés despiertan son las visitas a la planta de tratamiento y valorización de residuos de la Emtre en Quart de Poblet. Esta instalación cuenta con un aula ambiental y un huerto escolar. La comunidad educativa también se acerca al mundo del reciclaje, la reutilización y la reducción de residuos, a través de visitas concertadas al ecoparque de la entidad metropolitana en Vara de Quart (València), que dispone de una ecoaula donde complementar el aprendizaje durante la visita a la instalación.
Las campañas informativas llevadas a cabo este curso por Emtreduca y sus respectivos ayuntamientos en diez poblaciones de l'Horta (Paiporta, Quart de Poblet, Silla, Foios, Vinalesa, Bonrepòs i Mirambell, Almàssera, Alfara del Patriarca, Alaquàs i Aldaia), alcanzaron a 4.796 personas y han influido en el aumento de un 71,43% de la recogida de materia orgánica en el Área Metropolitana de València, en el segundo trimestre de 2022, respecto al mismo período de 2021. Esto ha comportado, además, la reducción de un 2,99% de los residuos depositados en el contenedor gris.
El presidente de la Emtre y vicealcalde de València, Sergi Campillo, ha destacado el hecho de que la entidad haya implementado "por primera vez en su historia un programa de educación ambiental" y ha añadido que "una de las patas más importantes de la gestión de residuos, aparte de su tratamiento, es la educación ambiental. Hemos de formar e informar a los vecinos y vecinas del Área Metropolitana de València en la minimización y en la correcta separación de los residuos".
Además de la colaboración con los municipios en la implantación del contenedor de materia orgánica en las calles, Sergi Campillo ha hecho hincapié en el importante papel de los escolares que han participado en las actividades de Emtreduca, porque ellos se han convertido en "embajadores de las políticas ambientales en sus casas, así como entre sus amigos y amigas".
La generación de residuos sigue siendo uno de los problemas ambientales más importantes. La última revisión del Plan Integral de Residuos de la Comunitat Valenciana (PIRCV) en 2019 es el instrumento que ha dado pie a incorporar la educación ambiental en los procesos de mejora de la gestión de los residuos.
El equipo de Emtreduca, compuesto por ocho educadores, una coordinadora y una administrativa, no sólo se centra en concienciar sobre una reducción y mejor separación de los residuos en origen, sino que trabaja desde un enfoque mucho más amplio para hacer cotidianos términos como la economía circular, la emergencia climática, el consumo de temporada y kilómetro 0, o la huella de carbono que dejamos en nuestras actividades diarias.
La Emtre trabaja codo con codo con los técnicos de Medio Ambiente y de Participación Ciudadana de los 45 municipios de la entidad metropolitana. De esta manera, el programa —que tiene una dotación presupuestaria anual de 397.249,08 euros— no sólo llega a colegios y hogares, sino que se extiende en mercados, polígonos industriales, así como el importante y amplio tejido asociativo de l’Horta de València, donde destaca el colectivo fallero.